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04 DE NOVIEMBRE DE 2024
Una investigación realizada por un equipo de trabajo de la carrera de Sociología, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la UNCuyo destaca la importancia de la Asignación Universal por Hijo, pero al mismo tiempo advierte sobre sus limitaciones.
Verónica Gordillo Responsable Marcelo Sivera – Cicunc Contenidos
Publicado el 25 DE AGOSTO DE 2011
Los indicadores sociales que miden desocupación, ingreso per cápita y la
brecha entre el diez por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre de
los mendocinos registraron mejoras sustanciales si se comparan los
resultados del 2003 con los del 2010. Pese a esto, vistos a largo plazo,
no se advierten cambios en el patrón de distribución estructural y se
subestima la pobreza y la indigencia, que si bien tuvieron un marcado
descenso luego de la crisis de los ’90, no superan los niveles históricos.
Ésta es una de las conclusiones preliminares de la investigación “¿Cambios
en la distribución de la riqueza en la última década? Crecimiento
económico e impactos sociales en la población de Mendoza”, financiada por
la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado (Sectyp) de la UNCuyo.
El estudio fue realizado por un equipo de profesionales de la carrera de
Sociología, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que desde
mediados de los ’90 sigue una línea de trabajo, que se basa en el análisis
de la estructura económica social de Mendoza (ver aparte).
El director de la investigación, el sociólogo Carmelo Cortese, explicó que
el crecimiento económico experimentado impactó positivamente en las
condiciones de trabajo y de vida de los mendocinos. Sin embargo, advirtió
que, a largo plazo, se relativizan las mejoras, porque cada crisis ha
llevado a pisos que una vez superados, nos vuelven a ubicar en techos
anteriores.
Modelos, estadísticas y casos
Los investigadores se plantearon tres grandes objetivos. El primero fue
analizar el modelo de acumulación, lo que implicó estudiar las estrategias
fundamentales en cuanto al perfil productivo nacional. El segundo se
centró en los cambios relacionados con el empleo y el ingreso y, un tercer
punto, fue indagar acerca de las condiciones concretas de vida de los
mendocinos, a través del estudio de casos, que sólo se tomaron como
aproximaciones, por la imposibilidad de traspolar los resultados a todo el
universo.
En cuanto al primer aspecto, el contraste entre el modelo de los ’90 y el
actual, así como las estrategias fundamentales en materia económica, los
investigadores concluyeron que existen aspectos de ruptura y de
continuidad entre ambos.
Entre las rupturas señalaron el cambio de la convertibilidad, la
devaluación, propiciar un rumbo exportador y una reactivación de la
industria. Pero concluyeron que persisten algunos viejos lineamientos del
modelo agroexportador como el predominio sojero, la venta de productos
primarios -ya no a Gran Bretaña sino a China-, facilidades para la
inversión de la mega minería y concentración y extranjerización de
recursos, entre ellos la tierra.
El segundo aspecto analizado fueron los índices de empleo e ingreso.
Respecto de este punto, los investigadores resaltaron el cambio de
modalidad en la intervención estatal mediante una serie de políticas, que
a diferencia de la época neoliberal, implicaron una mejora en la mayoría
de los índices sociales como la tasa de ocupación, subocupación, ingreso
per cápita y brecha entre el 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más
pobre de la población.
Indigencia y pobreza
Los especialistas trabajaron en base a los datos oficiales del Indec y la
Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (Deie),
según los cuales a fines del 2010 un 7 por ciento de los mendocinos era
pobre (126 mil mendocinos) y un 1,6 por ciento era indigente (28.800
personas), medido por el nivel de ingreso. Cuando los profesionales
contrastaron la canasta oficial con la elaborada por la Facultad de
Ciencias Económicas de la UNCuyo y aplicada a los mismos tipos de
ingresos, las cifras se multiplican, llegando a 32 por ciento la pobreza
(576.000 personas) y a 11 por ciento la indigencia (198.000).
El grupo de sociólogos también analizó el impacto de la Asignación
Universal por Hijo. Concluyeron que tiene mayor alcance en la indigencia
que en la pobreza, ya que en las mediciones oficiales un hogar con dos
hijos que tiene este beneficio sale de la indigencia.
Los investigadores destacaron la importancia de la asignación universal,
ya que entienden que no existe debate teórico válido, teniendo en cuenta
que en ese beneficio está la vida de la persona de por medio. Pese a esto,
marcaron sus limitaciones, teniendo en cuenta que la condición para
recibirla es seguir estando en negro o desocupado, además de recalcar el
financiamiento viene de la Anses y no del capital financiero.
“Si la condición para recibirla es seguir estando en negro o desocupado
implica que no se ha resuelto un núcleo duro, en cuanto a la calidad del
empleo. Ahí es donde encontramos un gran tema de discusión, que más allá
que las personas estén a favor o en contra del gobierno, debe ser leído
desde otra clave, desde el investigador social que se plantee estrategias
de desarrollo a largo plazo para el país”, señaló Cortese.
La última dimensión que analizaron los investigadores fue la cuantitativa,
que les permitió –a través de entrevistas- estudiar algunos casos para
saber cuáles eran las condiciones concretas de vida de distintos sectores.
En los estratos superiores –es decir los hogares que más ganan- destacaron
que los mendocinos tienen empleos estables, pero que a la vez existe un
nivel de sobreocupación, ya que trabajan más de 45 horas semanales.
En los estratos más bajos, los problemas que visualizaron son las
dificultades de acceso a la vivienda, la precariedad del empleo, que puede
ser formal, pero que no le permite acceder a beneficios básicos y que se
materializa a través de contratos.
En hogares de estratos más bajos, comprobaron las fortalezas y debilidades
de la asignación universal por hijo, destacaron el valor de la inclusión
en la escuela, pero que en contraste no siempre resuelve el tema del
empleo, aún cuando la persona logró recibirse.
En cuanto a las familias que de acuerdo a las estadísticas no son
consideradas pobres, las entrevistas permitieron advertir que el horizonte
de vida es muy acotado y que las angustias diarias son grandes. Es decir,
-concluyeron- tienen posibilidades de subsistir y alimentarse gracias a la
asignación universal, pero no pueden dar un salto hacia una situación en
que la tengan mejores condiciones de vida.
Grupo de investigación
El trabajo de investigación dirigido por el sociólogo Carmelo Cortese fue
realizado por quince profesionales y estudiantes avanzados de la carrera
de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNCuyo.
Los investigadores que participaron fueron: María del Llano, Ricardo Rojo,
Javier Bauzá, Laura Cortese, Paulo Damico, Sandra Lema, Leonardo Lombardo,
Lorena Gordillo, Noelia Gutiérrez, Laura Jara, Laura Raia, Soledad Raia,
Bárbara Simón, Paula Perelli y Noelia Salatino.
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