Mendoza en muletas

La agenda, centrada en la campaña de las PASO

Mendoza en muletas

El gobernador el 21 de junio, día de las elecciones generales en Mendoza.

Provincial

La transición

Unidiversidad

Jorge Fernández Rojas - Fotos: Axel Lloret

Publicado el 27 DE JULIO DE 2015

Será un período difícil de atravesar cuando la realidad que se filtra a través de los artículos periodísticos muestra un Estado en situación de crisis; silenciosa, disimulada, pero crisis al fin. “(...) Aparecieron los números de la ejecución presupuestaria de junio, que aportan una descripción de la situación del Estado mendocino al finalizar el primer semestre y el dato que arrojan es preocupante: la Provincia ya entró en déficit”, dice la crónica de Marcelo Sivera en Los Andes este domingo 26 de julio. Sin dramatizar, la observación apunta que en períodos similares –hasta ahora– durante la gestión de Paco Pérez no se habían registrado rojos, aunque sí en los cierres de ejercicio en cada diciembre, que serían cubiertos con endeudamientos.

Otras miradas más políticas las aportan los columnistas Marcelo Zentil y Marcelo Torrez. En sendas publicaciones dominicales, y con distintos tonos, hacen foco en la actitud de peronistas y radicales, y de los gobernadores en particular. Zentil advierte que a esta altura del año, a cuatro meses y medio del recambio gubernamental, ya se han modificado los roles de las dos fuerzas políticas que predominan en la política local: los peronistas tomaron el lugar de los radicales, y viceversa.

El observador apunta que las capas geológicas de radicales y peronistas chocan por el recambio en el poder. Anticipan con temblores políticos lo que ellos mismos admiten como un terremoto que se anticipa en diciembre, en el momento de la asunción de Alfredo Cornejo.

“Si algo quedó claro en la semana que terminó es que el PJ empezó a ubicarse en su rol de opositor. La decisión de frenar el proceso de transición tiene que ver con sus necesidades electorales, pero también con la adaptación a ese nuevo lugar”, es la frase que sobresale como diagnóstico en el artículo de Los Andes.

Torrez toma distancia de ambos mandatarios y los insta a dejar los rencores personales para no generar un fracaso provincial. “No tienen ningún derecho a conducir un diálogo político entre ambos que fracase. Un diálogo que debiese existir por más diferencias que se profesen, porque sus movimientos, actitudes y decisiones quedaron atadas a un interés superior cuando fueron elegidos, como mandatarios, para administrar los bienes de todos y el interés general y común de todos, de los que los votaron y de los que no”, define el periodista de Sitio Andino.

Con perfil más global, Andrés Gabrielli se pregunta en diario UNO, parafraseando al escritor mexicano Alfonso López Collada: “¿Los mendocinos vamos rumbo a dejar de pensar?”. El interrogante lo traslada a los gobernadores en pugna.

En tanto, Marcelo Arce, en su nota de domingo en MDZ Online, se dedica a dar una estocada al gobernador al sentenciar que “estamos en manos de nadie”, aunque en realidad lo pone a Paco Pérez como víctima de la interna peronista decantada en una reunión reservada con los intendentes y los jefes legislativos en Casa de Gobierno el lunes 20.  

Dicho de otro modo, según lo escrito, estamos en presencia de un tironeo político impulsado por la campaña electoral donde el más interesado en que no se conozca la situación provincial es el peronismo, y donde el radicalismo pretende hacerle tomar decisiones al actual gobierno como si estuviera en el ejercicio del poder.

Ambas posturas no son compatibles. Por lo tanto es necesario barajar y dar de nuevo en la mesa de la transición.

Las diferencias se notaron cuando el martes 22 todos se dieron cuenta de que el Gobierno había decidido terminar su gestión con el presupuesto 2014 “reconducido” y dejaba un hendija para que el radicalismo impulsara la pauta de gastos para 2016. Esto fue anticipado ese mismo día temprano por AgendaloMza, apuntando a “los datos del Cuarto Piso”.

Es evidente que la cúpula peronista socavó más aún la decadente figura de Pérez como gobernador porque lo obligó a desdecirse de lo que había expresado el lunes 20 por la mañana, cuando anticipó que mandaría el presupuesto 2015.

Después se contrapusieron los números que esgrimía la UCR, extraídos de los registros oficiales; o sea, 5700 millones de pesos a los 2100 millones que ahora el peronismo decía que “necesitaba para terminar el año”. Y la confirmación final de que sería el Banco Nación el que cubriría ese rojo lo dejó plasmado el portal Unidiversidad de la UNCUYO.

La evidencia histórica, y ahora más patente, es que Pérez nunca será un gobernador con sostén propio a causa de no tener predicamento personal y político al frente del Ejecutivo.

Es en esta etapa final donde se ve que Pérez parece ser sólo un producto del laboratorio electoral de Juan Carlos Mazzón.

Queda en ese cuadro de situación una pintura mal trazada con una imagen jeroglífica del gobierno que se proyecta en el tiempo por lo menos hasta dentro de dos semanas. 

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