La Cámara de Senadores de Mendoza dio el visto bueno al Consenso Fiscal que el gobernador Alfredo Cornejo se había comprometido a aprobar por pedido expreso del presidente Mauricio Macri. Con 20 votos a favor y 15 en contra, la Legislatura finalmente ratificó el Decreto 2481 que modificará el flujo de dinero entre Casa Rosada y la provincia. El cambio golpeará fuertemente sobre las finanzas locales.

Con una fuerte presión ejercida por parte del Gobierno nacional, la casa de leyes provincial tuvo que ceder ante los pedidos de reorganizar el sistema tributario a costa de disminuir  la recaudación anual. El consenso, que Presidencia pactó con cada una de las provincias en noviembre pasado, tendrá para Mendoza un costo total de $ 209 millones para 2018, según estimaciones oficiales.

La adhesión al Consenso Fiscal implica la toma de tres decisiones clave para el futuro de la economía provincial: la derogación del artículo 104 de la Ley de Impuesto a las Ganancias, el cambio en la distribución del Impuesto al Cheque y la renuncia a los juicios contra la Nación por el régimen de Coparticipación.

Como contrapartida ante el acceso de las provincias a estas medidas de ajuste, la Nación acordó con Buenos Aires su renuncia a los reclamos judiciales iniciados por las deudas relativas al Fondo del Conurbano. Con esto, Mendoza logrará hacerse con $ 3500 millones que podría haber perdido de la recaudación del Impuesto a las Ganancias.

La urgencia del Senado por ratificar el consenso cuanto antes se debía no solamente a los acuerdos políticos establecidos entre Cornejo y Macri, sino también a la necesidad de frenar el flujo de fondos que dejaban de percibirse a causa de las demoras en la sanción definitiva. En concreto, la demora en la adhesión le costó a la provincia $ 120 millones que podrían haber ingresado en enero, en concepto del Fondo Solidario de la Soja y del Fondo Compensador. Sin embargo, ahora ese dinero se recuperará y parte del mismo será repartido entre los municipios.

El cambio sobre Ganancias, por su parte, resultará en saldos positivos para la contabilidad de Casa de Gobierno. Mendoza aceptó dejar de percibir el dinero que le llegaba como parte de una serie de detracciones que se hacían sobre la suma recaudada, a cambio de que esta última sea directamente destinada a la masa coparticipable. Esta modificación será beneficiosa para la provincia, que incrementará los ingresos por coparticipación.

Con respecto a las modificaciones sobre el Impuesto al Cheque, el nuevo acuerdo establece que la totalidad de la recaudación por el mismo sea destinada a la caja de la Anses. Antes se repartía entre el Tesoro Nacional, que recibía el 70 %, y la masa coparticipable, destinataria del 30 % restante. Los fondos que Mendoza pierda como consecuencia de este último punto –que se estima que serían $ 1275 millones– serán reintegrados mediante un mecanismo de compensación automática que dejará nulo cualquier impacto sobre las finanzas.

El tercer eje del acuerdo, que exige la renuncia de las provincias a los juicios iniciados contra la Nación por reclamos relativos al régimen de Coparticipación, se acompañará con una medida compensatoria, que otorgará a todas las provincias bonos que devengarán pagos por $ 5000 millones en 2018 y $ 12 000 millones a partir de 2019 hasta 2028. El monto, además, se actualizará por inflación.

El último punto que pisa fuerte sobre la contabilidad provincial será la baja en la alícuota de Ingresos Brutos. Por esto, Mendoza perderá $ 700 millones, que serán parcialmente compensados por un bono no reintegrable de la Nación de $ 316 millones en 2018.

Se aprobó la ley de Pacto Fiscal

El senador Jorge Palero (UCR) explicó los detalles de este consenso y cómo beneficiará a la provincia. La adhesión a esta norma implica, entre otras cosas, el cambio en la distribución del Impuesto al Cheque y la renuncia a los juicios contra l ...