El fenómeno mediático ya es sistemático. Después de los horrorosos ataques terroristas en Europa y Estados Unidos, las fotos de los autores de estos actos cubren las portadas de los diarios. Tanto en el caso de la matanza de la discoteca gay de la ciudad de Orlando en Estados Unidos como en la tragedia de Niza en Francia el 14 de julio, fotos personales directamente sacadas de las redes sociales fueron publicadas. El público pudo así descubrir varias selfies de Omar Mateen, quien mató a 50 personas en Orlando, así como una foto de Mohamed Laouaiej Boulal, el asesino de Niza, bailando salsa.

Según varios especialistas, ya es tiempo de poner fin a la mediatización del terror. “Los que cometen estos actos (terroristas) quieren ser reconocidos, buscan una gloria planetaria cuanto más grande como sanguinaria", observa el psicoanalista Fehti Benslama, profesor de psicopatología en la Universidad de Paris-Diderot y especialista en radicalización.

Benslama, quien también es miembro de la Academia Tunecina, afirma que la mediatización "es uno de los mecanismos que llevan a individuos anónimos, pequeños delincuentes en muchos casos, que se consideran ellos mismos insignificantes, a convertirse en el centro de atención de todo un país, y así acceder a la fama mundial, y convertirse en héroes para la ideología a la que pertenecen”. El psicoalanista llama a un “pacto en el que todos los medios se comprometerían a mencionar a los asesinos solo con sus iniciales, a no publicar sus fotos y a no dar detalles biográficos que permitan identificarlos”.

El vicepresidente de la región Ile-de-France y miembro del partido Les Républicains (oposición de derecha), Geoffroy Didier, llama también a “anonimizar a los terroristas para impedir que accedan a una fama postmortem susceptible de despertar vocaciones y crear un efecto de mimetismo”.

David Thomson, periodista de Radio Francia Internacinoal especializado en yihadismo, es más escéptico sobre tal medida que podría, según él, "alimentar las teorías del complot" que proliferan desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. “Los yihadistas no necesitan (aparecer en) los medios de comunicación para existir”, dice Thomson. Según el periodista, “la construcción del heroísmo se hace también en la esfera mediática yihadista”.

La dirección del diario francés Le Monde, en su editorial del 27 de julio, anuncia que tras el atentado de Niza “no publicará más fotografías de los autores de las matanzas para evitar los fenómenos de glorificación póstuma”. Lo mismo decidieron medios como Le Monde, Europe1, BFMTV y Radio Francia Internacional.