La realizadora Marina Zeising estrena este jueves el documental "La lupa", su tercer largometraje en el que "plantea una maternidad feminista, que se interpela y deconstruye, para transitarla con libertad".

La película visibiliza "el deseo femenino, pero también el respeto al 'no deseo'. Aborda el tema de la maternidad pero siempre con perspectiva de género, que es el enfoque desde el cual me interesaba narrar este documental", explicó Zeising en una entrevista con Télam.

"Desde un lugar donde la mujer no sea juzgada por sus diferentes tiempos y elecciones de vida, donde la fragilidad se vuelve fortaleza, donde el miedo se desvanece frente al empoderamiento, donde la poesía nos habilita ese espacio de amorosidad, reflexión y placer por la vida, para habitarla con sinceridad y alegría en una red de contención", agrega la realizadora de las cintas "Habitares" (2014) y "Lantéc Chaná" (2016).

El filme indaga sobre las distintas vivencias de la maternidad en medio de un contexto de una nueva ola feminista mundial, a través de entrevistas a mujeres que transitan la experiencia de ser madres desde otro lugar y, a la vez, la realizadora viaja por Argentina, Noruega e Italia, comparando las diferentes realidades culturales en cuanto al rol de la mujer y las realidades sociales acerca del desarrollo familiar.

-¿Qué significó hacer una película en la que comparte este recorrido personal?

-Una profunda liberación. Siempre fui muy reservada con mi vida personal, tal vez por una cuestión cultural. Ese exceso de preservación notaba que generaba un profundo desconocimiento sobre mi ser de mujer en mi entorno. Por tal motivo, sentí la necesidad de romper con eso, hacer una película que hablara de mis procesos emocionales que respondían y coincidían con el contexto social que estamos viviendo ahora las mujeres. Este paralelismo en los tiempos, me dio la fuerza y el coraje para animarme a exponerme como mujer, para hablar del deseo femenino, puntualmente mi miedo a la maternidad pero también para darle el espacio a otras mujeres que testimonien sus vivencias.

-¿Por qué el cine como medio?

-En el recorrido de todo artista siempre hay un momento en el que necesitamos exponernos más como personas y consideré que el contexto social está más preparado para recibir este tipo de abordajes cinematográficos. Sentí como cineasta que tenía que hacerlo porque somos pocas las directoras mujeres que contamos historias de mujeres. Siempre fuimos relatadas por hombres, ahora es tiempo de ser contadas por nosotras mismas ya que el enfoque es completamente otro.

-¿Cómo define hoy la temática de una maternidad con perspectiva de género?

-Es hacerse la pregunta sincera con una misma de si tenemos el deseo o no de ser madres y desmenuzar ese deseo con otra pregunta: ¿Ese deseo es genuino o es impuesto culturalmente? Encontrar la respuesta lleva tiempo. Vivimos en un sistema capitalista salvaje que no da el tiempo para hacerse cuestionamientos y aún peor, no da tiempo a encontrar las respuestas. Nos distrae con artilugios tecnológicos, de entretenimiento y con un sistema laboral que no nos da el espacio para este proceso reflexivo. Darse tiempo es un acto revolucionario en este sistema opresivo.

-¿Qué busca transmitir "La lupa"?

-Busca poner "la lupa" en la identidad femenina, así como en dejar libres nuestros deseos, en visibilizarnos a las mujeres con nuestros testimonios reales, sin estar teñidos de mecanismos manipulatorios con los que el sistema patriarcal ha querido tergiversar nuestra esencia femenina. Despojarnos del relato romántico, de la mujer sumisa en estado de perpetuo sufrimiento silencioso y culposo, y pasar a una mujer empoderada y que eso no significa perder esa maravillosa amorosidad y sensibilidad que tenemos. Mi faro era la idea de que lo personal es político y desde esa convicción me plantee hacer esta película.

-¿Cuál es su visión de la maternidad y del feminismo luego de esta experiencia?

-Con los años y gracias al feminismo pude detectar que optar por caminos alternativos al modelo dominante, en cuanto a la maternidad o su postergación, genera incomprensión y hasta despierta reacciones agresivas en los grupos sociales hegemónicos porque la mujer libre asusta. Muchos creen que la maternidad y el feminismo son nociones antagónicas pero esta visión conlleva un profundo error, una maternidad feminista es respetarse el deseo con los tiempos y las formas personales de cada una.

-A partir de este trabajo de investigación, ¿cree que la sociedad actual tiene otra mirada sobre la maternidad?, ¿cambiaron los mandatos sociales?

-En una región donde se mata a una mujer por día, donde la interrupción voluntaria del embarazo se penaliza, donde los lugares de poder son ejercidos mayoritariamente por hombres que ganan más que las mujeres y donde el machismo aún impera, demuestra que estamos aun atrasadísimos en cuestiones de género. Tenemos que reaccionar frente a esa herencia cultural dominante desde el lugar en el que cada persona elige vivir su vida. Quien no se deconstruye a futuro quedará marginado.