“En las épocas de crisis, las mascotas pasan a un segundo plano”, afirmó a Unidiversidad Leandro Ríos, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Mendoza. Así lo demuestra la baja en la actividad de las veterinarias, que alcanza el 40 %. Los dueños de perros y gatos realizan menos consultas y disminuyen la calidad del alimento que le compran a su animal. 

Hace años que la mascota se convirtió en un integrante más de la familia al que se le presta mucha atención. Cada vez hay más accesorios para satisfacer sus necesidades y cuidados, a la vez que crece el servicio especializado de peluquería y guardería canina. Todo esto implica que los animales integren la lista de gastos hogareños, algo que en los últimos meses se vio dificultado por la situación económica, que llevó a que la gente ajuste su economía en distintos aspectos, uno de ellos, sus animales domésticos.

“En las veterinarias bajó la actividad más del 40 %, sobre todo en consultas y cirugías; también la gente disminuye la calidad del alimento que compra. En las épocas de crisis, las mascotas pasan a un segundo plano dentro del núcleo familiar, todo hogar va priorizando gastos”, comentó Ríos.

Obras sociales y coberturas médicas

Algunas veterinarias buscan tener un ingreso fijo de sus clientes ofreciéndoles planes similares a los de las obras sociales de las personas, al mismo tiempo que los mascoteros acceden a los servicios de consulta y atención médica, entre otros, a un menor precio. Sin bien la mayoría de los afiliados son perros y gatos, también existe la cobertura para conejos y aves.

“Estos planes siempre ayudan, pero el sector que más accede a ellos no es el más afectado por la crisis. Las personas de bajos recursos no realizan gastos en la mascota. Los que más se preocupan por atender mejor a su animal son los que tienen un mejor poder adquisitivo”, opinó el presidente del Colegio de Médicos Veterinarios.

Por un pago de entre 200 y 450 pesos por mes, los animales obtienen su propia credencial, con la que acceden a distintos servicios, como consultas clínicas o a domicilio, urgencias, ecografías, electrocardiogramas, cirugías, medicación, análisis, pero también a accesorios y alimentos. En algunos casos, la cobertura es completa y en otros, los descuentos van del 10 al 60 %.

Aldo Cappa, de la veterinaria maipucina Fauna, comentó a Unidiversidad: “Ofrecemos un plan social que es un sistema preventivo de salud para realizar el proceso de vacunación de perros y gatos”. Este incluye la desparasitación cada tres meses y descuentos en cirugías de urgencias del 50 %, entre otras cosas. “La gente no se acostumbra a tener un gasto fijo, no hay interés, pese a que significa mucho ahorro. Una consulta cuesta entre $ 150 y $ 500, una desparasitación sale más de $ 100 más la consulta. Por $ 200 tenés todo incluido”, señaló el veterinario.

Hernán Garzón, de Petit Salud, que funciona también en San Juan y Córdoba, contó a Unidiversidad que en la provincia tienen 300 afiliados. Los planes van de los $ 350 a los $ 450, según la edad de la mascota. Además de la atención gratuita con los médicos veterinarios de su cartilla, esta obra social permite que el dueño reciba el reintegro del gasto realizado en otras veterinarias, incluso fuera de Mendoza.

Foto: Geety Images

Argentina, país mascotero

Somos el país con más mascotas por habitante del mundo. ONG's en Red estima que hay alrededor de 20 millones de perros y gatos viviendo en casas y en la calle. Siguiendo con los números, el 60 % de los argentinos tiene animales domésticos y, en promedio, hay dos en cada vivienda, según un estudio de Booking y Voices.

Sin embargo, la cantidad de animales que no tienen una familia es alarmante. En Mendoza, los municipios tienen programas de esterilización gratuitos, acción que contribuye a que el número de perros “callejeros” disminuya al no poder reproducirse, pero cada vez son más los ciudadanos que abandonan a las mascotas o que se desentienden cuando tienen crías.

Solo se castra al 30 % de los perros callejeros del Gran Mendoza

Para proteccionistas, es un problema de salud. La cantidad de canes sueltos involucra a todos los municipios. Incluso, abogados luchan por hacer cumplir los derechos de los animales.