Martín Miguel de Güemes, "un paradigma de la nacionalidad"
En el bicentenario de su muerte, el historiador Miguel Ángel Cáseres recordó la gesta del prócer y convocó a la ciudadanía argentina a “difundir su gesta”.
Imagen ilustrativa publicada en salta.gob.ar
El profesor e historiador Miguel Ángel Cáseres manifestó hoy que el general Martín Miguel de Güemes “es un paradigma de la nacionalidad y un prócer de la americanidad”, y convocó a los argentinos a “difundir su gesta”, a 200 años de su muerte rodeado por sus gauchos en la Cañada de la Horqueta, el 17 de junio de 1821.
“Güemes es un paradigma de la nacionalidad y un prócer de la americanidad”, expresó hoy Cáseres, tras lo que sostuvo: “Invitamos a los que habitan este bendito país a fortalecer la metáfora: montemos todos el moro de Güemes y salgamos a cabalgar todos los caminos de la Patria para difundir su gesta”.
El proceso independentista iniciado en 1810 requirió de personalidades indispensables para que el 9 de julio de 1816 se declarara la independencia de nuestro país. Entre ellas, se destacó el general Martín Miguel de Güemes, militar que comenzó su carrera como cadete en el tercer batallón del Regimiento Fijo de Infantería de Buenos Aires y que terminó como gobernador de Salta y general en jefe del Ejército de Observación, designado por el general don José de San Martín.
“Güemes no tuvo solo una aspiración provinciana, tuvo una visión claramente de carácter nacional, proyectada hacia los cuatro puntos cardinales del continente”, sostuvo Cáseres, que consideró que “Güemes, San Martín y Belgrano, el trípode paradigmático de la Patria, tenían absolutamente en claro que ese destino solamente se podía forjar desde un punto crucial, estratégicamente vital, que era el de la unidad”.
Para Cáseres, ellos sostenían que este destino solo se podía concretar desde “el afianzamiento de una concepción de soberanía política, de independencia económica, una conciencia que tenía que llevar a un compromiso pleno de solidaridad, de conciencia nacional, donde el otro tenía la misma importancia”. “Ellos soñaron con la conformación de los Estados Unidos de la América del Sur. Soñaron con la conformación de estos estados", dijo.
Agregó: "Fueron estadistas porque crearon, desde un territorio pleno de colonias, nuevos estados, pero fundamentalmente fueron los que pudieron reflotar un viejo legado, casi ancestral, de espíritu libertario, de una manifestación de derechos en toda su gama, donde cada ser humano manifiesta la existencia de un derecho”. Por eso, destacó la “vigencia de ese legado político” y consideró que “eso es lo que hoy tiene que reflexionar el país: afianzar lo que dijeron los congresales en la Casa de Tucumán, libres de España y de cualquier otra potencia extranjera”.
“Güemes decía: 'Nosotros no perseguimos bienestar individual, porque de donde venimos hay bienestar individual y buen pasar, lo que nosotros buscamos es que ese bienestar se amplíe a través de los derechos y la organización jurídica, para todos los ciudadanos de los nuevos estados'”, concluyó Cáseres.
El 7 de junio de 1821, una partida española, comandada por José María Valdés, entró por sorpresa en la ciudad de Salta y produjo una emboscada de la que participaron los 400 hombres de infantería que conducía, utilizando la información que le prestara Mariano Benítez. Lograron cerrar todas las salidas y esquinas de la plaza, y a Güemes no le quedó otra alternativa que montar en su caballo y saltar por sobre dos pelotones enemigos; sin embargo, al cruzar el Tagarete del Tineo (actual Avenida Belgrano en Salta Capital), recibió un balazo, herida que le provocó la muerte días después.
Güemes murió el 17 de junio de 1821 en la Cañada de la Horqueta, rodeado de sus gauchos.
En Salta, el 17 de junio es feriado provincial por el bicentenario de su fallecimiento, mientras que el feriado nacional fue trasladado, este año, al 21 de junio.
Ensayos, películas y concursos
Rescatada del olvido a principio del siglo XX en el libro La Guerra Gaucha, de Leopoldo Lugones, la figura del patriota Martín Miguel de Güemes, único general argentino caído en acción de guerra exterior, ha ido ocupando durante más de un siglo un merecido lugar dentro de la historia de la Independencia argentina. Por estos días, en coincidencia con los 200 años de su muerte, es recordado a partir de actividades culturales que abarcan una película, un concurso de música, un ensayo histórico sobre su figura y la publicación de un libro del historiador Alejandro Tarruella.
El ministro de Cultura de la Nación, el cineasta Tristán Bauer, encabezará mañana el acto oficial que se realizará en Salta en conmemoración del "Paso a la Inmortalidad del general Martín Miguel de Güemes". En esta fecha, se recuerda que, luego de diez días de agonía, el 17 de junio de 1821, en el paraje salteño Cañada de la Horqueta, moría Martín Miguel Juan de Mata Güemes Montero de Goyechea y la Corte, que había nacido en la ciudad de Salta el 8 de febrero de 1785.
Por estos días, distintas actividades le rinden homenaje al hombre que hace 200 años comenzó a labrar su leyenda. Una de ellas es el Premio Nacional de Ensayo Histórico "Martín Miguel de Güemes: Arquetipo Nacional", una iniciativa lanzada por el Ministerio de Cultura cuyos ganadores se darán a conocer mañana. Se otorgará un primer premio de $ 150 000, otro de $ 100 000 y un tercero de $ 60 000. Paralelamente, se convocó también al Premio Nacional de Música Popular "Martín Miguel de Güemes: un grito de libertad", con un primer premio de $ 100 000, un segundo de $ 75 000 y un tercero de $ 50 000.
El ciclo conmemorativo contempla el estreno –previsto para mañana a las 22 en Canal Encuentro– de Ensayo para Güemes, un mediometraje de ficción dirigido por Daniel Rosenfeld y protagonizado por Leonardo Sbaraglia, además de contar con las actuaciones de Mercedes Morán, Martina Garello y Walter Jakob. En el film, cuatro personajes intentan desentrañar el enigma detrás de Martín Miguel de Güemes a partir de la famosa pintura de Antonio Alice La muerte de Güemes.
También a propósito del bicentenario, el sello Marea acaba de publicar el libro Güemes: el héroe postergado, en el que el periodista e historiador Alejandro C. Tarruella recorre la figura del caudillo y resignifica su impacto en el presente. "Con Güemes existe una construcción centralista de su historia y, diría sobre todo a partir de los últimos años del siglo XIX, un avance de un relato que parte de historiadores de Salta para reivindicar su papel desde las Invasiones Inglesas, cuando Santiago de Liniers le encomienda tomar a caballo el buque británico Justina, hasta su muerte", señala a Télam.
La colección en la que se inscribe el texto está dirigida por el politólogo e historiador Hernán Brienza, que destaca cómo la cultura porteñocéntrica logró convencer a la mayoría de los argentinos de que la independencia nacional tuvo origen en Buenos Aires: "En realidad, fue el Alto Perú el teatro de operaciones más importante de la guerra de emancipación en nuestro territorio", señala el actual titular del Instituto Nacional de Capacitación Política (Incap).
"Digamos que no fue en el Plata donde se produjeron los sacrificios necesarios, sino en esa vasta región que va del Tucumán a Desaguadero. Fue allí donde, durante 15 años, se combatió en una guerra de guerrillas incesante que dejó miles de muertos, de mutilados, de mujeres violadas y asesinadas. Pero se trata de una misma patria, porque durante casi dos siglos, los escritores de las patrias chicas –Argentina y Bolivia– quisieron inventar una frontera ficticia en Salta y Jujuy y ubicaron allí la 'guerra gaucha'", agrega.
Por su parte, Tartuella aclara que Bartolomé Mitre logra elaborar una ficción exitosa a tal punto que la impone. El historiador decimonónico dice de Güemes: "Los ejércitos regulares no eran su teatro de acción, que era enemigo de la disciplina, huía de ellos, así es que, salvo la batalla de Suipacha, a que concurrió por un acaso, no se ha hallado en ninguna de las grandes batallas de la Independencia". "Nada de eso era cierto", enfatiza el historiador nacido en Vicente López en 1948.
Según Brienza, muchos patriotas de la independencia de las Provincias Unidas fueron olvidados por los relatos porteñocéntricos: Antezana, Ávila, Camargo, Hidalgo, Hinojosa, Indaburu, Muñecas, Murillo, Warnes, Padilla. "Entre los nombres de esos mártires, se encuentra el del gaucho salteño Martín Miguel de Güemes, líder entre los suyos y traicionado por los poderosos de esa provincia durante un siglo", dice.
Tarruella aclara que Güemes y San Martín iban detrás de la unidad territorial que denominamos Patria Grande: "Y es ahí donde Mitre interviene para dar vuelta las cosas, porque el puerto no quería una unidad territorial, se conformaba como una dependencia cómoda y recaudatoria. Por eso el conductor salteño va a ser el héroe postergado. Lo tenemos héroe en las Invasiones Inglesas, en Suipacha, donde Castelli lo va a negar para que paulatinamente fuera poco menos que echado de la historia". "Arenales, Azurduy, Belgrano, Dorrego, Güemes y San Martín fueron protagonistas de la lucha de un mismo territorio y de una misma causa", explica Brienza, y sostiene que separarlos es hacerles el juego a los cronistas de los Estados Nación de fines del siglo XIX, a los narradores de los países chicos, que surgieron después del desmembramiento de la Patria Grande: "Incluso la declaración de la Independencia Argentina en julio de 1816 confirma la verdad histórica de que nunca hubo frontera y de que Argentina y Bolivia estaban convocadas a ser una misma nación", asegura el autor de El loco Dorrego y del poemario La terrible sonrisa del vencido.
Tarruella explica que, cuando Castelli expulsó del ejército a Güemes, luego de algunos años de estar al frente de sus milicias, lo rescató San Martín que, además, le dio sus ascensos de grado, y trabajó codo a codo con Belgrano en las luchas por la independencia. Bernardo Frías, historiador salteño, define su rol. "El trípode donde se asienta la libertad de América tiene tres pilares fundamentales: Simón Bolívar, San Martín y Martín Güemes".
A su vez, Vicente Fidel López rescataría que San Martín no erraba al calificar a sus oficiales y "miraba a Güemes con una predilección marcadísima" por su papel de conductor y su saber de baqueano en los territorios de los valles, quebradas, puna y altiplano, donde trabajaba con sus hombres para sofocar varias veces las invasiones realistas. Tarruella, autor además del libro Historia política de la Sociedad Rural, explica que Güemes les dio también un papel a las mujeres y que su hermana Macacha fue su principal colaboradora en la gobernación de Salta y el trabajo de inteligencia con otras mujeres: "Entonces, rescatarlo hoy es una tarea común para hacer de la historia un lugar donde vamos a desarrollar, además, la Patria Grande que nos debemos en el presente. Güemes, en ese sentido, nos alienta a hacerlo y a lograrlo", señala el historiador.
"Güemes fue un guerrillero maldito para los poderosos, defensor de la frontera norte argentina para los historiadores del país chico, líder popular para los revisionistas del siglo XX", concluye Brienza.
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