Abriéndose camino entre el viento zonda, las hojas, el polvo y la mirada de mendocinos que transitaban la ciudad, los campesinos de Mendoza marchaban por las calles. De manera pacífica, munidos de un alta voz y algunos panfletos los trabajadores de la tierra decían a todos los transeúntes “no nos tengan miedo, somos campesinos, queremos tierra, agua y justicia para poder producir alimentos sanos para todos”. Con su andar tranquilo, niños, hombres, mujeres y jóvenes cantaban las consignas que históricamente han acompañado la lucha campesina de todo el mundo, “alerta, alerta que camina la lucha campesina por América Latina”.

Desde ayer, las distintas comunidades campesinas provenientes de Lavalle, San Rafael, San Martín, el sur de San Juan, entre otros lugares del país; emprendieron una caravana para confluir en San Martín y Barcala, lugar desde donde comenzó la marcha. La movilización pasó por el Departamento General de Irrigación, Bodegas Argentinas, IPV, tribunales y Casa de Gobierno, instituciones que año tras año, gobierno, tras gobierno, hacen oídos sordos a las palabras del campesino.  “Hoy nos manifestamos por tierra y agua para campesinos y de esta manera producir alimentos sanos para el pueblo.  Nos están negado la tierra para producir alimentos, nos están negado el agua para poder regar. Necesitamos tierra y agua para poder producir alimentos sanos sin los venenos con los que usa el agro negocio”; decía Belén Arena y Griselda Suarez  voceras de los Trabajadores Rurales sin Tierra.

El día 17 de abril se conmemora el Día Internacional de la Lucha Campesina, en memoria de los 19 campesinos del Movimiento Sin Tierra asesinados por la Policía brasileña durante una acción de movilización para acceder a ciertas tierras en el año 1996. Esta fecha se conmemora en todo el mundo, miles de campesinos nucleados en el movimiento internacional, que coordina organizaciones campesinas, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, comunidades indígenas, trabajadores agrícolas migrantes, jóvenes y sin tierra llamado “La Vía Campesina”. 

El movimiento “Vía Campesina”, fundada en abril de 1992, tuvo su origen en una reunión realizada en Managua, Nicaragua, cuando agricultores y campesinos de Europa, América Central y Norteamérica se reunieron en el Congreso de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos. La primera conferencia de la Vía Campesina tuvo lugar en 1993 en Mons, Bélgica, donde fue efectivamente constituida como una Organización Mundial. Es una coalición de 148 organizaciones, en 69 países del mundo, defendiendo una agricultura familiar y sustentable. Esta coalición lanzó el concepto de soberanía alimentaria como el derecho de los pueblos a definir sus políticas agropecuarias y de producir alimentos a nivel local. La Soberanía Alimentaria da prioridad a las economías y los mercados locales y nacionales, y otorga el poder de la gestión de los recursos a los campesinos y agricultores familiares, destacando también la pesca artesanal y el pastoreo tradicional, colocando la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la sostenibilidad medioambiental, social y económica de los pueblos. Además de una Soberanía Alimentaria, los objetivos de la Vía Campesina son: reforma agraria, biodiversidad y recursos genéticos, mujeres campesinas, derechos humanos, migraciones y trabajadores rurales, agricultura campesina sostenible.