Dos periodistas alemanes decidieron compartir 11,5 millones de documentos con el Consorcio Internacional de Periodistas en vez de trabajarlos en soledad. Así comenzó la mayor filtración en la historia del periodismo y una de las responsables de esa investigación fue Mar Cabra, editora de la unidad de datos del ICIJ. “En vez de quedarse con esa información y practicar el periodismo Gollum, quedarse con el anillo y no compartirlo, decidieron compartirlo con el Consorcio, porque entendieron que era un tema global que tocaba a más de 200 países”, dijo Cabra.

Los Papeles de Panamá se transformaron en un punto de giro en la historia del periodismo. Esta gran investigación involucró a más de 360 periodistas de 80 países diferentes que trabajaron colaborativamente durante más de un año sin siquiera poder comentárselo a sus familias. Esto provocó un gran esfuerzo para quienes lideraron el proyecto, ya que tuvieron que capacitar a los periodistas en herramientas encriptadas para evitar las filtraciones y tomar las precauciones necesarias para preservar los datos.

El procesamiento de los volúmenes de información que se desprendieron de los Papeles de Panamá sólo fue posible con la incorporación de perfiles tecnológicos al equipo de trabajo, algo que comienza a ser cada vez más frecuente en el periodismo de datos y en algunas redacciones. “Debemos dejar de pensar que el periodismo sólo lo hacen periodistas. Ya están entrando nuevos perfiles en las redacciones. En el Consorcio, parte del equipo está formado por desarrolladores informáticos. Es muy importante incorporar nuevos perfiles para poder llevar adelante esa transformación digital que sufrimos los medios y poder enganchar a los lectores”, sentenció Cabra.

Finalmente, la periodista se atrevió a recomendar a todo aquel que quiera incursionar en el mundo del periodismo que se especialice en algo ya que “no basta con saber escribir”, y ese algo debe estar relacionado con el mundo digital, ya que esto incorporará un diferencial dentro de las redacciones que puede ser determinante.