La historia de las encomiendas que debían llegar a Malvinas y terminaron en un basural

Sociedad

Pero estas situaciones no tienen nada de nuevo para el país británico. Se trata de una nueva agresión: si en 1833 Inglaterra invadía las islas para colonizar el territorio buscado, hoy, en el nuevo panorama geopolítico global del imperialismo, avanza “en profundidad” sobre los dominios de los recursos naturales de esa zona invadida. Y en este caso, el de las Islas Malvinas, estamos hablando de la explotación ilegal más grande del planeta.

Pero este proceder que tiene el imperialismo inglés, y el cual se podría decir en cierto modo que también lo tiene Europa, se debe principalmente a la globalidad.

Es que ese primer mundo, que solo reúne al 20 ó 25% de la población mundial, consume el 80% de la energía que se produce en el planeta y, por lo tanto, para abastecerse ha establecido una estrategia de dominación que es también global.

Por eso, este nuevo avasallamiento a nuestra soberanía sobre Malvinas e islas del Atlántico Sur no lo debemos ver como un hecho aislado sino como parte de medidas coordinadas y actualizadas por la crisis capitalista que buscan imponer a América latina las reglas de juego del poder imperial.

Hablar del petróleo en el Atlántico Sur no es pavada. El potencial petrolero de esta zona del territorio argentino se estima entre unos 180.000 y 200.000 millones de barriles, es decir, muchísimo más de lo que aún guarda la parte continental de nuestro país. Por lo tanto,podemos afirmar que, en un mundo donde la energía y los recursos naturales ganan cada vez más valor geopolítico, las empresas y el gobierno ingleses actúan con prepotencia por sobre los derechos argentinos.

Vale aclarar que esta situación de tantas décadas se ha transformado en el principal desafío geopolítico que Argentina y América latina enfrentan en su historia, después de la gesta de su independencia. Nuevamente enfrentamos un agudo conflicto territorial con la principal potencia europea, con una extensa zona en disputa de por medio, que posee enormes riquezas hidrocarburíferas, mineras, e ictícolas.

Para entender más de esta terrible problemática internacional, NU Digital dialogó con el político experto en el tema Islas Malvinas, Mario Cafiero, que explicó el porqué del proceder inglés, como debe actuar el gobierno ante esta embestida; y como los argentinos tenemos que entender y tratar el tema.

A continuación exponemos los puntos más sobresalientes de esta riquísima e interesante charla con un experto en recursos naturales:

¿Cuántas empresas petrolíferas actúan hoy en día en las Islas Malvinas?

 Son 5 empresas británicas que han obtenido permisos del gobierno de las Islas para explorar y explotar el petróleo de la plataforma continental que rodea las Malvinas. Las empresas son Rockhopper,  Desire, Argos, Border& South y FalklandOil& Gas. Estas empresas están registradas en la City londinense en el  AlternativeInvestmentMarket (AIM), que es un submercado ,  que permite a compañías pequeñas acceder a los mercados bursátiles y poner en circulación su capital bajo un marco regulatorio mucho más flexible. Este submercado fue calificado como de “casino” y existe serias sospechas que pueda ser origen de operaciones de lavado de dinero. Hay que considerar además que las Islas Malvinas desde el punto de vista impositivo para la Corona Britanica son un paraíso fiscal. 

¿Cree que el petróleo fue la cusa principal tanto de la guerra como de su soberanía actual? ¿Por qué?

Hay una historia que nunca nos contaron alrededor del conocimiento, por parte de los ingleses, de la existencia de enormes yacimientos petroleros, descubiertos en la década del 70 (MisiónShackleton) y de la provocación de una guerra en 1982 para consolidar  el poderío militar británico en el área. A la Ex premier Thatcher en vez de “Dama de Hierro” deberían haberla llamado la “Dama del Petroleo”, también habría que quitarle el título de Dama por haber cometido ese criminal acto de hundimiento del Crucero General Belgrano.  

¿Por donde habría que encarar el reclamo hacia la explotación de los recursos naturales de Malvinas? ¿Qué es lo primero que habría que hacer?

Darle la prioridad que tiene un asunto de tanta importancia y trascendencia para el presente y futuro argentino.

Si se tienen en cuenta los territorios marítimos en disputa y su proyección a la Antártida, la pretensión británica alcanza los 5 millones de kilómetros cuadrados: casi el doble del territorio continental argentino. Esto lo convierte en el conflicto de soberanía territorial más importante del planeta, que abarca aspectos políticos, jurídicos, económicos, militares y ambientales.

¿Es firme la posición del gobierno nacional frente a los reclamos?

En las últimas tres décadas, el Reino Unido (R.U.) ha ido consolidando su despojo territorial burlándose de resoluciones de la ONU e incluso de acuerdos con nuestro país, desplegando una poderosa base militar en las islas.

Ilegítimamente están explotando áreas de pesca y en los últimos dos años comenzando la  exploración y explotación del inmenso yacimiento de petróleo offshore que rodea a las Islas Malvinas.

También en 2007 los ingleses lograron que la Unión Europea incorporara en su Constitución, como territorio de ultramar a las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich y el “territorio Antártico Británico”.

Lamentablemente los gobiernos nacionales demoraron inexplicablemente una reacción acorde con estos graves atropellos.

Recién en el año 2011, el Congreso reacciona votando por unanimidad la LEY 26.659. Esta Ley, de autoría e impulsada por Proyecto Sur, establece pautas para la exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina y sanciones a las empresas localizadas en nuestro país que tengan vínculos con las corporaciones que explotan el petróleo de las islas Malvinas.

¿Está reglamentada la Ley 26.659?

Esta ley fue Sancionada el Marzo 16 de 2011 y promulgada de Hecho el Abril 12 de 2011. No fue aun reglamentada, ni aplicada.

Al ser Inglaterra un país imperialista y tener pocos recursos, ¿cree que ha sido apañado en su proceder por Europa en general, sabiendo que en todo el continente tienen ese mismo problema?

Los ingleses están ejecutando un plan estratégico para asegurar acceso a recursos naturales a su población. Hasta los escoceses le discuten la soberanía del petróleo del Mar del Norte. Quieren llevar en esta política colonialista a sus socios europeos. Esa es la razón de Estado. Por la cual no debemos sorprendernos su política de anexión y militarización de territorios del Atlántico Sur. La frase que fundamentó el expansionismo alemán fue que  «los alemanes tienen el derecho moral de adquirir territorios ajenos gracias a los cuales se espera atender al crecimiento de la población. Donde dice “alemanes”, hay que remplazar por “ingleses” o “europeos”, para entender lo que está pasando.

¿En qué nos equivocamos los argentinos con respecto al reclamo y al pensamiento de los recursos humanos? ¿Qué es lo que tenemos que entender y en qué nos tenemos que interiorizar?

Ya lo advirtió el genial SunTzu: “Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla”. Tenemos que partir de la importancia geopolítica estratégica que las Malvinas tienen para los ingleses, de la proyección hacia sus pretensiones en la Antártida y a partir de allí  pensar nuestra estrategia.

La estrategia argentina tiene que tener en cuenta que una cuestión de esta magnitud solo puede ser encarada a nivel regional y global. Teniendo en cuenta el legitimo y natural deseo de vastos sectores de la sociedad mundial de favorecer en el Atlántico Sur un clima de paz, desmilitarización, desnuclearización y transparencia, que permita evitar daños irreparables al medioambiente; un ecosistema prístino y frágil. Frente a ello denunciar a los que pretenden una voraz explotación de recursos no renovables, sin testigos, sin medidas precautorias, es decir ideal para convertirse en basurero del mundo.