La audiencia comenzó a las 9.30 (hora argentina) de hoy viernes 4 en el Palacio del Planalto. Acompañan a Macri el futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la designada canciller, Susana Malcorra. 

Más tarde, el jefe de Estado electo se trasladará a San Pablo para compartir un almuerzo con empresarios locales nucleados en la patronal industrial FIESP. En tanto, por la tarde partirá hacia Santiago para reunirse a la noche, alrededor de las 20.30, con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

El presidente electo llegó a Brasilia al final de una de las semanas más complicadas para la heredera política de Lula Da Silva. El miércoles último, el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, aceptó una solicitud para iniciar un proceso de impeachment (juicio político) en su contra por irregularidades en su gestión. El juicio político se suma así a una pesada crisis económica y social que la acompaña desde que comenzó su segundo mandato, a principios de este año.

En su agenda con Dilma, Macri tiene previsto abordar por lo menos tres temas: el relanzamiento de las relaciones bilaterales entre la Argentina y Brasil, deterioradas por las trabas a las importaciones; el futuro del Mercosur y su trabado acuerdo con la Unión Europea; e insistirá con su intención de suspender a Venezuela de ese bloque regional al invocar la cláusula democrática, para lo cual necesita el apoyo de sus socios.

Rousseff llamó a Mauricio Macri al día siguiente del balotaje en el que Cambiemos se impuso sobre el Frente para la Victoria. También hubo ya una comunicación telefónica entre el canciller brasileño, Mauro Vieira, y Malcorra.