En su primera reacción pública tras la condena a nueve años y medio de prisión dictada el miércoles en su contra por corrupción y lavado de dinero, Luiz Inácio Lula da Silva ha proclamado este jueves su inocencia asegurando que ellos a través de esta “mentirosa” condena buscan “sacarlo del juego político”.

Desde la sede del Partido de los Trabajadores (PT) en San Pablo, ha advertido que pese a sus intentos sigue “en el juego” ratificando que será candidato a la Presidencia para las elecciones presidenciales de 2018.

En su opinión, la condena en su contra “tiene un fuerte componente político” y es la culminación del “golpe” iniciado con el juicio político a Dilma Rousseff, la expresidenta brasileña.

Lula da Silva también ha aseverado que es víctima de una “cacería judicial” que está “destruyendo la democracia”. El exmandatario ha asegurado que le han condenado mientras no cuentan con evidencias en su contra. En este sentido, ha lamentado que la base de la sentencia sea las delaciones premiadas de otros ejecutivos.

"Puedo afirmar con casi total seguridad que antes de la elección el caso de Lula ya estará juzgado por el tribunal", advirtió el camarista Carlos Thompson, presidente del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre.

En tanto, el ex mandatario dijo: “La única prueba que existe en este juicio es la prueba de mi inocencia” para luego agregar que dará la pelea en los tribunales y en las calles porque sabe “el tamaño de la mentira”.

Lula luego cerró su intervención con un tono de candidato: “El que cree que es el fin de Lula se va a romper la cara. Quien tiene derecho a decretar mi fin es el pueblo brasileño”.

La sentencia ha sido emitida en momentos en que Lula, líder del PT de Brasil, encabeza actualmente las encuestas para las elecciones presidenciales del próximo año.