La nueva Ley de Tránsito sigue trayendo diversas discusiones y polémicas. En este caso, quienes siguen levantando la voz contra esta normativa son los ciclistas urbanos por la obligatoriedad del uso de casco y de luces frontales y traseras. Los ciclistas urbanos consideran que estudios científicos y de distintas entidades europeas y latinoamericanas han establecido que “la protección del casco –pensado para quienes andan en bicicleta– es mínima” en caso de una colisión con un auto, moto o micro.

Además, desde que salió la ley, Lucas Burgos, titular de Probici, asociación que nuclea a ciclistas urbanos, viene explicando que comprar un casco para bicicleta es algo a lo que no todos tienen acceso. Eso juega en contra de quienes quieren y necesitan usar este medio de transporte para trasladarse porque se verán obligados a dejar de usarlo para no recibir multas.

Burgos explicó: “Hemos hablado con Fernando Yapura, director de la Unidad Ejecutiva de Seguridad Vial y autor de la normativa, para proponerle la modificación de esa ley. De ahí la petición online en Change.org, que acompaña el pedido formal de derogación”, sostuvo.

Sus reclamos –aseguran– no surgen de una posición simplemente antagónica, sino que los ciclistas fundamentan la necesidad de cambiar aspectos de la norma en diferentes ensayos científicos, tanto de la comunidad europea como de ciudades latinoamericanas biciamigables. “Hablamos con un ingeniero en transporte de Bogotá que nos comentó de una falsa sensación de seguridad por parte de los gobiernos de querer exigir estas obligatoriedades para los ciclistas”, explicó.

Por otro lado, enfatizó que el inconveniente que hoy tienen los ciclistas no es la falta o no de casco o la posibilidad de algún choque contra algún vehículo, sino que el verdadero problema que tienen es la inseguridad. “El caso de los accidentes de tránsito con ciclistas está sobredimensionado, porque son poco frecuentes. En cambio, el robo de bicicletas es una constante. Los mismos damnificados nos informan que sufren 2 o 3 robos por semana”, sostuvo Burgos.

El gran problema de las distintas gestiones –municipales o provincial–, según sostienen desde esta asociación, pasa por la falta de idoneidad y de cercanía con el problema en particular. “No hay experiencia de usuario por parte de quienes trabajan en el Gobierno. La Ley de Seguridad Vial provincial está pensada desde el automóvil, porque se piden exigencias que están pensadas para quienes conducen autos".

Para adherir a esta petición: https://www.change.org/p/secretar%C3%ADa-de-servicios-p%C3%BAblicos-de-mendoza-derogaci%C3%B3n-de-la-ley-de-seguridad-vial-para-la-bicicleta-en-mendoza