Luc Montagnier: la universidad como ámbito de investigación científica

El Premio Nobel de Medicina Luc Montagnier recibió el Doctorado Honoris Causa de la UNCuyo en un acto en el que convocó a la Universidad a involucrarse en la investigación científica para la cura de enfermedades como el Sida.

Luc Montagnier: la universidad como ámbito de investigación científica

El Dr. Luc Montagnier recibe el Doctorado Honoris Causa de la UNCuyo

Sociedad

Unidiversidad

Elizabeth Auster

Publicado el 19 DE ABRIL DE 2013

Ante autoridades universitarias y de Gobierno, entre otras, se entregó la mañana del jueves 18 de abril el Doctorado Honoris Causa al Dr. Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina 2008 por el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) como causa del Sida. El reconocimiento, promovido por la Facultad de Ciencias Médicas,  aprobado por el Consejo Directivo y entregado por el decano de esa facultad, Dr. Roberto Vallés, se fundamenta en la trayectoria de más de cinco décadas de trabajo científico.

El Dr. Luc Montagnier nació en Chabris, Francia y estudió en las Universidades de Poitiers y La Sorbona de París, donde se doctoró en medicina en 1960. Desde el comienzo, su carrera se enfocó en la investigación, la que desarrolló en primer lugar en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de París; más tarde, en el Medical Research Council de Carshalton, Londres, y posteriormente en el Instituto de Virología de Glasgow, Escocia. Al regresar a Francia fue nombrado director de laboratorio en el Instituto del Radio de París y tiempo después, director de la recién creada Unidad de Oncología Viral del Instituto Pasteur.

Su nombre se hizo mundialmente conocido en 1983, cuando su equipo logró aislar y describir, tras meses de estudio, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) como causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), que ya se había cobrado más de 150 vidas. “Este descubrimiento”, detalla la resolución del Consejo, “posibilitó el desarrollo de test diagnósticos que permitieran identificar personas infectadas, conocer los pasos epidemiológicos de la enfermedad a nivel mundial, así como el descubrimiento de fármacos efectivos y de investigaciones en la búsqueda de desarrollar una vacuna que logre, finalmente, prevenir la enfermedad. A partir de ese descubrimiento dedicó su vida a luchar contra esa enfermedad, y descubrió en 1986 una segunda forma del virus, el VIH2, con expresión más frecuente en África”.

Además de continuar su carrera en el nuevo departamento SIDA y Retrovirus del Instituto Pasteur y en el Centro de Biología Molecular y Celular en el Queens College de Nueva York, participó en 1993 en la creación de la Fundación Mundial para la Investigación y la Prevención del Sida, organización no gubernamental auspiciada por la Unesco, destinada a la conformación de una red mundial que enlace la cooperación internacional y facilite la transferencia de los avances en la investigación y en la prevención del VIH/Sida.

Entre los numerosos premios cosechados a lo largo de su carrera de investigación y publicación de libros y artículos científicos, además del Premio Nobel de Medicina, recibido en 2008 junto a su colaboradora, Françoise Barré-Sinoussi, hay que mencionar el Premio Rosen de Oncología (1971), como Caballero de la Legión de Honor Francesa (1984), Orden al Mérito Nacional (1985), Premios Lasker (1986), Gairdner (1987), de la Fundación Científica y Tecnológica de Japón (1988), el internacional Rey Faisal de medicina (1993) y el Príncipe de Asturias de investigación científica y técnica (2000) y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de La Habana, Cuba.

Recibido el diploma que acredita el reconocimiento a su labor, el homenajeado, a través de un intérprete, invitó a participar del trabajo de investigación científica que posibilite la erradicación del virus: “Me siento muy honrado de estar en esta Universidad, sobre todo por el hecho de que se sigue hablando de Sida todavía, que ha sido el tema de toda mi vida. Existen tratamientos bastante eficaces, pero no se ha logrado aún erradicar el virus. Existe también un problema de acceso a esta medicación para muchos pacientes. Con respecto a los medicamentos, hay una gran variedad con un grado de resistencia en el organismo cada vez más fuerte.

"Otro problema muy importante en el tema del acceso a los medicamentos, es que son cada vez más caros. Es un problema que puede tener América Latina y, por qué no, Argentina. Hay que intentar producir nuevos medicamentos; algunos países lo pueden llegar a lograr. Por eso es importante continuar con la investigación, que podría encontrar una cura que ayudara a eliminar definitivamente el virus. Es por eso que el equipo que conformé y que sigue trabajando en este tema podría extenderse a otros países para intentar lograr la cura y la erradicación de la enfermedad. La fundación que yo cofundé para la investigación busca avanzar en este sentido, en la búsqueda de un tratamiento de erradicación. Espero ver algún día la eliminación completa de la enfermedad. Me parece que este trabajo sirve de modelo para poder encontrar la cura a otras enfermedades que tienen el mismo grado de presentación. Es el trabajo de las instituciones como esta universidad, llevar a cabo el avance científico en la búsqueda de una cura”.

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