"Los objetores de conciencia no salvan vidas, provocan muertes"

Stella Maris Manzano fue una pieza clave para lograr que la Justicia diera amparo a los abortos no punibles en Argentina. Asegura que toda mujer corre riesgo cuando se embaraza y que por ello tiene que ser debidamente informada. Se opone con firmeza a las declaraciones de objeción de conciencia para la práctica de la medicina.

"Los objetores de conciencia no salvan vidas, provocan muertes"

Stella Maris Manzano / Foto: Página 12.

Sociedad

Aborto legal

Unidiversidad

Ignacio de Villafañe / Unidiversidad

Publicado el 22 DE JUNIO DE 2018

Stella Maris Manzano es especialista en tocoginecología y medicina legal y se ocupa en Chubut de hacer las intervenciones que la actual ley autoriza. Intervino en el conocido caso F.A.L., que derivó en una histórica sentencia de la Corte de la Nación sobre abortos no punibles. Vino a Mendoza para abrir el 4.° Seminario sobre Derecho al Aborto, Violencia Obstétrica y Violencia contra la Libertad Sexual y Reproductiva.

La sala estaba llena de mujeres. No sé si siempre que das una conferencia pasa eso, pero da pie para preguntar: ¿cuál es el lugar que les toca a los hombres en la discusión del aborto legal?

La participación que les cabe a los varones es la de respetar nuestras decisiones. El aborto es un tema totalmente femenino porque la vida que se juega, la salud que se juega, el cuerpo donde transcurre el embarazo es el cuerpo de las mujeres. En la antigua Roma, el aborto no era entendido como un delito si era por orden del patriarca. Solo constituía un delito si la mujer decidía abortar por sí misma. Igual, tampoco es una cuestión de varón o mujer.

¿En qué sentido lo decís?

No es que todos los varones son malos y todas las mujeres son buenas. Hemos escuchado a muchas legisladoras ser terribles en cuanto a su deseo de control sobre los cuerpos de las mujeres. No se dan cuenta de que se están volviendo cómplices del opresor, como decía Simone de Beauvoir. Lo cierto es que si no estuviéramos en una sociedad machista, no estaríamos discutiendo si un aborto es delito. Ya lo habríamos sacado del Código Penal.

¿Por qué estás segura de eso?

Porque las mujeres morimos en los partos. Porque es mentira que se puede salvar las dos vidas. Si no estuviéramos en una sociedad machista, ese habría sido siempre el punto de discusión.

¿Cambió en algo la presión de los antiabortistas sobre vos a partir del fallo F.A.L.?

No. En ese momento, no. Pero sí después, cuando vieron que las mujeres que abortan son muchas más de las que creían.

¿Y qué hacían?

Oprimían. Siguen oprimiendo. Sobre todo a las colegas y los colegas más jóvenes.

¿Y tienen éxito?

Lamentablemente, sí. En muchas ocasiones, sí. El año pasado, sin ir más lejos, en nuestro hospital murieron dos mujeres y las dos por parto y posparto. En un caso, el hijo quedó huérfano apenas nació, porque el bebé pudo nacer, pero ella murió. En el otro murieron la mamá y el bebé.

Sos una férrea opositora a la objeción de conciencia a la hora de practicar un aborto. ¿Por qué?

Porque es inconstitucional. Porque no estás objetando hacer algo que te imponen, como podría ser el caso del Servicio Militar Obligatorio. La medicina es una actividad voluntaria, rentada. Los objetores de conciencia no salvan vidas, provocan muertes.

¿Tan peligrosos son los partos?

Tienen riesgos. Por eso nadie debería forzar a las mujeres a poner en riesgo su vida si no quieren. Según la Organización Mundial de la Salud, el 80 % de las mujeres que mueren por complicaciones de embarazo lo hacen al final del mismo, ya sea por hipertensión, por hemorragia posparto o por infección posparto. Cuando eso pasa, todos dicen que fue por mala praxis y la verdad es que no siempre es así. Los partos son peligrosos y esto es algo que todo médico tiene que informar.

Acá, en Mendoza, algunos médicos pidieron que, en lugar de hacerse una lista de objetores de conciencia, la ley tome a todos como objetores y que la excepción esté constituida por quienes se dispongan a realizar abortos.

Pretenden siempre hacer lo inverso. Es para estigmatizarnos. En Chubut lo intentaron en 2010, cuando yo hice el aborto del fallo F.A.L., pero es algo ridículo. Si hay que hacer una lista, tiene que tener los nombres de los que violan la ley, no de los que la respetan.

Durante tu charla dijiste que a los opositores lo que les molesta no es practicar abortos, sino no decidir ellos cuándo practicarlos.

Es así. Siempre, todo ginecólogo ha hecho abortos, solo que no se los suele llamar así. Cuando tenemos una mujer que rompe bolsa al cuarto mes y se infecta, como sabemos que va a morir y el feto también, directamente terminamos el embarazo. Nadie dice que está haciendo un aborto, dicen: “Hay que terminar el embarazo” y no hay ningún problema. Y es algo que jamás se cuestionaron como algo malo. En esos momentos no piensan en ese pobre fetito.

¿Qué queda ahora si llega a aprobarse la ley en el Senado?

Garantizar que se cumpla, y eso nos va a costar muchísimo trabajo. La Ley de Anticoncepción es de 2003, por ejemplo, y todavía muchísimas mujeres no pueden acceder a los métodos anticonceptivos porque las médicas y médicos les ponen barreras absurdas. “No te pongo el DIU sin examen de Papanicolaou”, dicen, o argumentan que son muy jóvenes, o muy viejas. En Jujuy, las ligaduras de trompas empezaron a hacerse recién hace seis meses. Con el aborto va a pasar lo mismo. Tendremos que empezar a hacer juicios para que den información, para que deriven o para que cuando haya muertas en parto, aquellos que influyeron sobre la decisión de la mujer prometiéndole que iban salvar las dos vidas se hagan cargo.  

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