Los negocios barriales motorizaron el empleo

Los integrantes del Observatorio Laboral, dependiente del Instituto del Trabajo y la Producción (ITP) de la UNCUYO presentaron un informe que analiza la situación del empleo y el desempleo en la provincia. Una de sus conclusiones es que los emprendimientos de hasta cinco empleados motorizaron la tasa de empleo durante los últimos meses del año pasado. Subsiste el problema de la informalidad. Mendoza está por debajo del promedio nacional del salario mínimo. Los desafíos de educar con nuevos parámetros y de impulsar la economía social. 

Los negocios barriales motorizaron el empleo

Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 11 DE MAYO DE 2014

El mecánico, el verdulero, el carpintero y el dueño de la pequeña fábrica motorizaron el aumento de la tasa de empleo durante el último trimestre de 2013 en Mendoza, mientras las empresas de mayor envergadura mostraron un estancamiento.

La potencialidad de los pequeños establecimientos y su incidencia en la creación de puestos de trabajo es uno de los datos que se desprende del informe del Observatorio Laboral, dependiente del Instituto del Trabajo y la Producción (ITP) de la UNCUYO.

El secretario general del ITP, Roberto Roitman, y la coordinadora del Observatorio, María Eugenia Martín, presentaron el documento que analiza la situación del empleo a nivel provincial entre 2003 y 2013; destacaron su intención de que se transforme en un aporte para la toma de decisiones y la planificación de las políticas públicas.

Los integrantes del Observatorio trabajan con una mirada multisectorial y multidisciplinaria, analizando estadísticas de diversas fuentes relacionadas con el mundo del trabajo y la producción, en base a las cuales elaboran sus propios índices y conclusiones.

La fuerza de los chicos

Uno de los datos que se destaca en el informe es la importancia que tuvieron las empresas con plantas de 0 a 5 trabajadores en el aumento de la tasa de empleo provincial. A esta conclusión arribaron los investigadores luego de comparar los datos del segundo trimestre del 2012 con los del mismo período de 2013 de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).  

El análisis de las estadísticas también permitió advertir el estancamiento que mostraron en el aumento de la tasa de empleo los establecimientos de mayor envergadura, que en otros momentos fueron los grandes impulsores.

El licenciado en Economía Roberto Roitman explicó que la importancia de los pequeños emprendimientos en el aumento de la tasa de empleo reflejaba la incidencia de las políticas públicas orientadas a fortalecerlos, políticas que se impulsaron en los últimos diez años.

Roitman recalcó que el desafío a futuro es que se visualice este fenómeno para que los esfuerzos de todos los estamentos, desde el gobierno central hasta los municipios, estén enfocados en fortalecer estos emprendimientos, ya que hoy no son vistos como generadores de empleo.

El docente universitario recalcó que las acciones que se implementan para fortalecer a los pequeños comerciantes tienen un efecto multiplicador mucho más profundo que si se enfocaran a los establecimientos de mayor envergadura.

El economista también planteó el lado negativo de este fenómeno. Dijo que los empleos que generan estos pequeños establecimientos suelen tener un mayor grado de precariedad que los que ofrecen los de mayor tamaño. Y ese es otro de los desafíos a enfrentar.

La intervención del Estado

Los investigadores del Observatorio señalan en su informe que luego de la crisis económica mundial del 2008 se plantearon dos visiones opuestas, que siguen en puja. La primera fue la concepción neoliberal de que la intervención del Estado en los mercados es el origen de la crisis; la segunda defiende el argumento inverso y asegura que la presencia del Estado mitiga los efectos perjudiciales de los procesos de liberalización económica.

En el informe se destaca que estos procesos de liberalización económica dieron paso a la flexibilización de las regulaciones laborales, al punto de que el trabajo se convirtió en una mercancía más. En este contexto se ubicó al salario como la variable preferida de ajuste. Argentina fue uno de los países donde se aplicó de manera más integral la mercantilización del trabajo, lo que visualizaron los profesionales al analizar las estadísticas oficiales.

El análisis de los datos del período 2008-2013 para el total de los aglomerados urbanos del país reflejó esta situación. Los contrastes más amplios se observaron entre el tercer trimestre de 2009 y el cuarto trimestre de 2011, con tasas de desempleo del 9,1 y el 6,7 por ciento respectivamente. En cuanto a la Región Cuyo y Gran Mendoza, ambas registran sus cifras extremas superiores e inferiores para los mismos trimestres: el segundo de 2009 para el superior, con el 7,1 y el 7,3 de desempleo respectivamente, y el cuarto del 2011 para el inferior, con el 3 por ciento para ambas regiones.

Luego de analizar la tasa de desempleo en los últimos diez años, los investigadores establecieron que tanto para el Gran Mendoza, Cuyo y el total de los aglomerados del país es similar la tendencia decreciente del desempleo. Este índice marca un descenso entre 2003 y 2008, un leve repunte en 2009, producto de los efectos locales de la crisis internacional, y un amesetamiento a partir del tercer trimestre de 2010. 

El estudio de la serie estadística permitió detectar que solo en 2007 hubo un comportamiento dispar entre el país y Cuyo, especialmente en el Gran Mendoza. Mientras que en el total de los aglomerados urbanos continuó la tendencia a la baja del desempleo, en Mendoza hay un incremento de más de dos puntos porcentuales.

Otro de los datos que se analizó fue la tasa de desempleo, comparando las cifras del segundo con el tercer trimestre de 2013. A nivel nacional se registró un descenso del desempleo, al pasar del 7,2 al 6,8 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), formada por las personas que tienen una ocupación o que no la tienen pero la buscan, es decir que suma a empleados y a desempleados. 

Esta tendencia a la baja no se repite en Mendoza, ya que la tasa de desempleo para el tercer trimestre de 2013 fue del 4,2 por ciento, por lo que subió un punto respecto del segundo trimestre del mismo año.

Otra de las conclusiones del informe, luego de analizar los ingresos medios declarados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), fue que porciones significativas de la población se encuentran lejos de alcanzar el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) fijado anualmente por el Consejo del Salario. El mismo estaba estipulado hasta el segundo trimestre del año pasado en 2875 pesos y fueron los aglomerados del Sur argentino y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los únicos próximos a esa cifra. En el resto, el ingreso medio alcanzó cifras muy inferiores, con un promedio nacional de 1318 pesos.

Esta problemática también afecta al Gran Mendoza, donde el ingreso promedio fue de 1209 pesos, aún por debajo de la media nacional que se estableció en 1318 pesos.

También se tuvieron en cuenta las estadísticas de subocupación demandante (trabaja menos de 35 horas y busca empleo) y de la subocupación no demandante (no busca empleo) durante el período 2003-2013. Para el caso de Mendoza, el porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA) con subocupación demandante ronda el 6 por ciento, mientras que el de los subocupados que no buscan empleo se elevó hasta el 3 por ciento.

El trabajo destaca uno de los problemas más graves que afectan al mercado laboral, que persisten y para el cual el Ejecutivo Nacional lanzó una serie de medidas: la informalidad laboral. Para este caso específico, los investigadores analizaron este índice en Mendoza solo para el período 2009-2011. En el primer caso, la informalidad representaba al 39,4 por ciento de los trabajadores, mientras para 2011 el índice disminuyó un 2,4 por ciento, abarcando al 38,5 por ciento de los trabajadores.

Un nuevo escenario

Pese a que el informe del Observatorio intenta aportar una mirada integral analizando las estadísticas de los últimos diez años, Roitman advirtió que en 2014 hubo algunos cambios significativos que consideró importante contemplar. Enumeró la devaluación de la moneda, las políticas económicas para frenar la inflación y el alza de las tasas de interés, todas medidas que, entiende, tienen impacto en el mercado laboral, especialmente en un período en que se están cerrando acuerdos paritarios.

El economista también habló sobre la persistencia de la informalidad en el mercado laboral, ya que un tercio de  los empleados argentinos están en esta situación, mientras en Mendoza afecta al 33 por ciento de la población. 

Para el profesor universitario, este escenario genera una especie de “parate” en las expectativas y produce que todos los estamentos se vuelvan más cautelosos, situación que también tiene impacto en el mercado laboral.

Roitman planteó la necesidad de pensar dos aspectos que aparecen en el análisis de las estadísticas. El primero es la fuerza que adquirió la economía social y las grandes expectativas que tiene a futuro. El segundo, la necesaria reflexión para los centros educativos, en especial para las universidades, sobre la formación de sus estudiantes, ya que el nivel de estudio mejora la posibilidad de obtener un empleo pero no lo garantiza. Frente a esto, dijo, es imprescindible formar personas capaces de aprender a aprender, de actualizarse en forma permanente.


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