Vamos a los comienzos, desde los grandes medios de comunicación de la provincia la historia se narro desde los comentarios que dejaron caer en conferencias de prensa, y por debajo de la mesa, el Gobierno de la Provincia; pero tal como lo dice la canción si la historia la cuentan los que ganan quiere decir que hay otra historia. Todo comenzó a las 20hs de ayer domingo 6 de marzo horas previa a la primera repetición del acto central; cuando los casi 700 artistas que componen el acto vendimial llegaron a los vestuarios del anfiteatro. A medida que cada uno daba su presente, les comunicaban que las dos entradas que tradicionalmente reciben los artistas, desde hace 20 años, no estaban. Dichas entradas son un derecho adquirido de los artistas, esto que quiere decir, que si bien no está de manera expresa en el contrato, es un agasajo que se les hace a los hacedores culturales de la vendimia tradicionalmente. Este último hecho fue lo que desencadeno toda una serie de reclamos que no han salido a luz, fue la gota que rebalsó el vaso. Los artistas, tanto en la asamblea que se improvisó el domingo a la noche, como en la asamblea que tuvo lugar hoy en la explanada de la Municipalidad de Capital, contaron lo que había ocurrido. La organización de la Vendimia 2011 había tenido muchísimas falencias, tales como dos baños para más de 700 personas, comida en mal estado, un accidente de micro que casi perjudica a 20 artistas, el escenario no se encontraba en optimas condiciones. En la asamblea del domingo a la noche, tres personas del gobierno se aproximaron, entre ellos el coordinador Daniel López, quienes no supieron dar respuestas a los reclamos, quienes no cumplieron con su trabajo como políticos que es brindar respuestas a la gente, al trabajador en este caso a los artistas de vendimia; y sólo escuchaban aceptando la culpa. Pasado un tiempo llegó el Prof. Scollo quien, según cuentan todos los artistas allí presentes, con un desinterés marcado permaneció en silencio ante los reclamos de los artistas. Una vez concluida la reunión, el secretario de cultura Scollo, tomo la palabra y les comunicó a todos los artistas que tendrían las entradas prometidas –promesa que se cumplió, se les entregaron dos entradas por artista aunque con algunos recelos de bailarines y actores ya que los familiares su ubicarían en una grada armada de improviso, al costado del escenario junto a los cerros, sin las medidas de seguridad adecuadas para los familiares. Esto se dispone así porque las entradas que estaban destinadas a los artistas se vendieron-. Además, Scollo se comprometió a hacerse responsable ante el público presente por las demoras. Los artistas aceptaron esta medida y se disponían a ultimar detalles para dar comienzo a la fiesta. Antes de que Scollo saliera a escena para dar las explicaciones pertinentes; el ambiente que se respiraba en el anfiteatro era sumamente hostil. El público había perdido la paciencia y arrojaba todo tipo de objetos al escenario, mientras vociferaban insultos tanto a funcionarios como a los artistas.

La sorpresa vino cuando, al salir a escena para explicar la situación, el señor Ricardo Scollo, tergiversó lo pautado con los artistas y, a manera de excusa, pidió disculpas al público presente  por las demoras aduciendo problemas técnicos a causa de la lluvia y responsabilizando por las demoras a los artistas, comentando que eran los hacedores de la cultura los que rehusaban a salir al escenario por no contar con las dos entradas prometidas, de esta manera lejos de lograr el clima de comprensión y armonía, como debería esperarse de un político elegido en democracia, sus palabras enardecieron a los presentes.  

Al escuchar las escusas del Secretario de Cultura, la reacción lógica de los artistas fue salir, tomar el micrófono y explicar lo ocurrido; pero se encontraron que en las bocas del escenario había un cordón policial que los retenían impidiéndoles el paso y con ello la posibilidad de contar su parte de la historia. Asomados, con parte de los vestuarios en mano, maquillados y con ganas de brindar su trabajo que les ha llevado tantas noches de ensayo, soportando calores y lluvias, veían como la gente se iba del anfiteatro, mojados, indignados, vociferando contra artistas y funcionarios. Mientras esto sucedía, adentro la organización encadenaba los freezer que contenía agua para los artistas quienes estuvieron atrincherados hasta altas horas de la noche sin respuestas, algunos mojándose en los camarines hechos de nylon, hasta que el anfiteatro quedó vacío.

Desde los medios de comunicación la versión fue la que salió de la boca de Scollo, esa misma boca con la que les dijo a los artistas que él saldría a dar explicaciones según lo acordado.

El hecho tomo relevancia mediática y desde los distintos medios de comunicación se hacían eco los comentarios de los mendocinos. Uno de los reclamos que más resonaba entre la población es que cada hacedor cultural de la vendimia sabía con tiempo las condiciones de trabajo y una vez firmado el contrato ya no pueden peticionar más. Hay quienes suponen que el gobierno era un promotor de buena fe de la “Fiesta Nacional de la Vendimia”, y se vieron embaucados por los artistas. Otros hablan de artistas inmorales, otros hablan de que esto es una vergüenza que no se puede explicar a los turistas ni al pueblo mendocino que espera durante todo un año “su” fiesta.

En horas de la mañana, en conferencia de prensa a puertas cerradas, el ministro de gobierno, Mario Adaro, suspendió de manera arbitraria y sin explicaciones contundentes, la segunda repetición del acto central pero permitiendo que las bandas musicales pautadas para la fecha realizaran su show. Adaro, también detentando su lugar de poder, sin consultar con delegados de vendimia, sin buscar una respuesta desde la gestión, sin pretensiones de consenso alguno, tomó esta decisión.   

En la asamblea de hoy lunes, en la explanada de la Municipalidad de Capital, los artistas contaron su parte de la historia. Contaron que son más de tres millones de pesos en sueldos de artistas sin contar, traspuntes, técnicos, camarinistas y demás hacedores vendimiales, los que el Gobierno tiene que pagar. Contaron que eso tres millones no salen del dinero recaudado por entradas sino del presupuesto de cultura, al cual ellos también pagan como contribuyentes; dijeron además que tanto el secretario de cultura, Ricardo Scollo, como el secretario de turismo, Luis Böhm, sabían que se produciría un conflicto con los artistas y aún así esperaron hasta último momento, esperaron hasta la repetición que no es trasmitida al mundo. Entonces ya que hablamos de vergüenza veamos si no es vergonzoso que el Gobierno Provincial esconda la mugre debajo de la alfombra cuando el mundo lo ve, veamos quien embaucó a quién, veamos qué es inmoral y que no lo es. En lo personal, creo que negarla la oportunidad de expresarse a una persona es un acto inmoral y vergonzoso.

Además de contar, a los pocos medios que nos apersonamos en la Municipalidad de Capital, su versión, contaron acerca de las medidas legales que ha iniciado la gestión ante esto. Desde el Gobierno se llevaran adelante acciones legales ya que entienden que ha habido un incumplimiento de contrato y daños. Se intentará que la entidad de los artistas sea sancionada con la quita o suspensión de la personería gremial. Además, se está estudiando cuánto de los $4.450 pautados con los artistas por las tres noches se les pagará a los artistas. Si prosperan las acciones legales, los artistas quedarán fuera del registro de proveedores del Estado y, por lo tanto, no podrán actuar nunca más en Vendimia ni en ningún espectáculo organizo por éste u otro gobierno provincial o municipal.

Ante esta situación, tanto actores, actrices como bailarines y bailarinas, contrataron una escribana para certificar que ellos cumplieron con las clausuras que figuran en el contrato llegando en tiempo y forma a su lugar de trabajo, encontrando que el Gobierno ha retirado la movilidad hasta el anfiteatro como la posibilidad de ingreso. Pese a esto, decidieron asistir en la noche de hoy lunes al Teatro griego Frank Romero Day por sus propios medios. Al llegar a las cercanías del anfiteatro, los artistas se encontraron con personal policial formando cordones de seguridad hasta las puertas del anfiteatro. La policía le permitía el paso a todos aquellos que tuvieran las entradas como publico para asistir a los recitales dispuestos. para tal efecto no servia la credencial que tenían los artistas, por lo que no pudieron ingresar al predio. Aún así, aunque el personal policial les haya permitido el acceso a las puertas del anfiteatro, se encontrarían con Gendarmeria que tenían ordenes expresas, por parte del Gobierno, de prohibir el ingreso a los artistas.