El segundo día de votación en las elecciones parlamentarias de Egipto abrió hoy con significativa participación ciudadana, tras una jornada inicial básicamente pacífica, aunque con cierto caos y más de 160 quejas por irregularidades menores.

Después de ser gobernados por Mubarak durante tres décadas, más de 17 millones de personas estaban llamadas a ejercer su derecho a voto en la primera de las tres fases en que está dividido el proceso electoral para elegir la Asamblea Popular (diputados). Casi 50 de los 85 millones de egipcios están habilitados para decidir quiénes ocuparán las 498 bancas del parlamento entre los 2.357 candidatos registrados.

En medio de temores de que los militares que sustituyeron en febrero al mandatario traten de aferrarse al poder, los votantes hacían largas colas desde antes que abrieran las urnas en nueve de las 27 provincias del país, entre ellas El Cairo y Alejandría.

El miembro del CSFA Mohamed Assar advirtió que las violaciones ocurridas en el primer día no se repetirán, básicamente la demora en trasladar papeletas a las mesas de votación, el proselitismo y reparto de propaganda fuera de los colegios electorales y la compra de favores.

Por otro lado, la ACJE, presidida por el juez Abdel Moez Ibrahim, decidió distribuir tres mil urnas transparentes, adicionales a las 18 mil instaladas en las nueve provincias, debido a que muchas se llenaron ayer por el tamaño de las papeletas y la masiva concurrencia.

El parlamento que surja de las urnas nombrará una comisión para redactar una nueva Constitución, paso decisivo para poder votar luego en los comicios presidenciales y culminar así el proceso de transición democrática.

Después de las elecciones en Túnez y en Marruecos, Egipto, el primer estado en firmar un acuerdo de paz con Israel (1979), es el tercer país que celebra elecciones en una región conmocionada por la "primavera árabe".