Los candidatos pidieron tranquilidad, pero sube la ansiedad en Buenos Aires

Con bocas de urna rondando las redes, ya votaron Alberto Fernández y el presidente Macri. La tendencia sería irreversible.

Los candidatos pidieron tranquilidad, pero sube la ansiedad en Buenos Aires

Nacional

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Unidiversidad

Ezequiel Derhún/ Noelia Delgado, enviados especiales

Publicado el 27 DE OCTUBRE DE 2019

Una tenue llovizna dio marco a la apertura de mesas en las escuelas de Buenos Aires. Pasadas las 10, las gotas desaparecieron y las calles de la CABA fueron tomando ritmo hasta el mediodía, cuando ya había votado el 40% del padrón nacional y los principales candidatos a quedarse con el sillón de Rivadavia desde el 10 de diciembre.

Tanto el presidente Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) como Alberto Fernández (Frente de Todos) fueron cautos a la hora de hacer declaraciones, pero marcaron la cancha según su conveniencia. Si bien los dos solicitaron “tranquilidad” a la ciudadanía, el jefe de Estado puso en duda los sondeos que empezaron a dar vueltas por las redes sociales y en consonancia con lo que había declarado su jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que es posible que haya que esperar el escrutinio definitivo para saber el resultado final. Esto fue para mantener la esperanza en llegar a un balotaje con el principal candidato del peronismo y favorito en las encuestas.

Por su parte, Alberto dijo que no le parece “afortunado” instalar la versión de que este domingo no puede haber resultado definitivo. Fernández votó en la sede de la UCA en Puerto Madero acompañado por Fabiola Yáñez y por el exministro de Salud, Gines González García. 

Minutos después, votó Macri en la escuela Posse de Palermo, donde una centena de personas lo esperaron y recibieron al grito de “sí se puede” cuando el mandatario arribó junto a su esposa, Juliana Awada.    Macri votó y luego habló con la prensa, tras regalarle a los periodistas dos docenas de factura. 

Relajado, el Presidente dijo que iba a almorzar en su quinta de Los Abrojos y luego se iba a trasladar a Olivos. Sostuvo que la ansiedad va creciendo minuto a minuto, pero insistió con la tranquilidad. También se refirió a la “falta de rigor científico” de los boca de urna y pidió aguardar los resultados, después de las 21.  Luego, Macri dejó la escuela y volvieron los gritos de apoyo y el lema de la gira de la campaña “sí se puede”.

En los alrededores de la escuela Posse, los simpatizante de Macri sostuvieron que “no querían más corrupción” y que quieren un país “decente”.

Pasado el mediodía, la CABA retomó su ánimo cansino de un domingo sin actividad comercial, con los residentes haciendo su vida normal de cafecito por la mañana y paseo por Palermo por la tarde.

Por la noche, se espera que la Plaza de Mayo sea epicentro de los festejos que, por ahora, parecen teñirse de celeste.