Los 1063 artistas que este sábado subirían al escenario mayor del teatro griego Frank Romero Day tendrán esta tarde una asamblea para definir si, después de la caída de la grúa y la parrilla de luces, se animarán a trabajar como si nada hubiese ocurrido. No obstante, muchos de ellos temen que la decisión de no asistir a la gran fiesta y las repeticiones signifique un costo político y monetario "muy alto" para ese gremio.

Es que, comentaron extraoficialmente a este portal de noticias, no sólo podrían perder el contrato por no presentarse, sino que sufrirían la condena social y la posibilidad de no volver a ser contratados por el Gobierno el próximo año.

Por su parte, y tras mantener una extensa reunión esta mañana con funcionarios de diferentes ministerios y los responsables técnicos y artísticos de la Fiesta Nacional, el Ejecutivo decidió dos cuestiones clave: no se utilizará ni grúa ni parrilla, para garantizar seguridad a los artistas, y no se sancionará a los artistas que no quieran actuar o bailar. Eso, en caso de que acrediten estar en estado de shock y no tengan ánimo para subir al escenario.

Diego Gareca, secretario de Cultura, aseguró este mediodía a los medios que ya está a disposición de los artistas un equipo del Ministerio de Salud para brindar acompañamiento psicológico a las víctimas (psicológicas, ya que no hubo heridos) del fuerte incidente ocurrido en la noche del jueves durante un simulacro de evacuación que se realizó en el Teatro Griego tras la realización de un ensayo.

"Hablamos con profesionales del Ministerio de Salud que estarán dispuestos para ofrecer el apoyo psicológico a quienes no se animen a trabajar durante las noches de Vendimia", dijo Gareca, y enseguida aclaró que no habrá sanciones para aquellos que, pese al acompañamiento, no quieran participar de la gran fiesta: "No será sancionado aquel que no quiera bailar, no por el riesgo de la grúa, sino por el estado mental tras el incidente; es comprensible".

Después de los peritajes que se realizaron en las últimas horas, se confirmó que el problema fue técnico y no humano, ya que se detectó una falla en la grúa. La idea es poner en marcha otros recursos técnicos que ayuden a potenciar la imagen, el sonido y las luces del Acto Central pero prescindiendo de los artefactos fallados.

Según trascendió,  esta tarde, y previo a la asamblea de los artistas, el Gobierno quiere presentar un informe acerca de las condiciones de seguridad que tendrá la Fiesta. Esto, con el objetivo de calmar los ánimos tanto de los trabajadores de la Fiesta como del público en general que asista al teatro griego.

Por su parte, el director de Producción Cultural y Vendimia, Alejandro Pellegrina, planteó que la estructura edilicia ubicada detrás del escenario tiene una capacidad para contener a unos 600 artistas, mientras que actualmente hay más de 1000. Esto, además de revelar hacinamiento, no deja de ser una presión más para los trabajadores a la hora de votar en la asamblea, pues si la mitad no sube al escenario, este sábado habría incluso más seguridad detrás de escena.
 

La dignidad artística

Uno de los artistas presentes en la reunión con Gareca y Pellegrina, cuya identidad se reserva, advirtió sobre la posibilidad de que el Gobierno decida realizar la Fiesta de la Vendimia en las fechas pautadas pero que los artistas confirmen en asamblea no hacerla. También es probable que la mitad de los artistas suba al escenario y la otra no.

Pero hay un aspecto que, en este sentido, el Gobierno no está teniendo en cuenta: cómo cambiaría la calidad del espectáculo si el grueso de los artistas decidiera no actuar. “Yo tengo también mi dignidad artística”, aseguró el representante, y agregó que no desea mostrarle a la gente un espectáculo empobrecido.
 

Asamblea y paritarias: igual a peras y manzanas

"Si los bailarines no aceptan bailar en la Vendimia, será decisión de ellos. Pero no puedo dar respuesta si no lo ha decidido aún el grupo de artistas", dijo Gareca. En tanto, en el conflicto paritario que aún no se resuelve con los hacedores de Vendimia, el funcionario reconoció que "hay muchas cosas por debatir sobre cómo se trabaja en Vendimia", pero pidió no mezclar la discusión horas antes de realizarse la fiesta más importante de los mendocinos. "Me parece que es oportuno poder generar la discusión, pero en otro contexto, y ahí sí generar un debate necesario sobre cómo se produce la fiesta", deslizó.