Este martes 10, específicamente a las 14 (hora argentina), será la hora D para Cataluña. Es que el líder de la Generalitat, Carles Puigdemont, dará a conocer qué postura tomará la organización independentista. Esta definición la develará ante el Parlamento regional “si avanza de forma unilateral declarando la independencia de Cataluña, una decisión a la que el Ejecutivo español tiene previsto responder con contundencia. Ahora bien, ¿qué gana y qué pierde Cataluña si decide separarse de España y convertirse en un país independiente?

Mirá el discurso de Puigdemont en vivo:

Ganancia para Cataluña

Según explican expertos en política internacional y replica la cadena de noticias BBC, la economía juega un papel clave en el proceso independentista catalán. Los números son uno de los principales argumentos que esgrime el sector soberanista a la hora de defender la secesión; en especial, los que evidencian que su región aporta a las arcas españolas más de lo que recibe a cambio.

Según el gobierno catalán, su región aporta a las arcas españolas unos 16 000 millones de euros (unos USD 18 766 millones), lo que supone el 8 % de su producto bruto interno (PBI, al mismo tiempo que tendría un déficit del 0,78 % como Estado regional.

Los contrarios a la independencia también recurren –y hoy más que nunca– a cifras para tratar de contener el anhelo soberanista. Hoy, sobre todo, los argumentos que se esgrimen están en dos puntas contrapuestas. 

Según a quien se haga caso, Cataluña será un país próspero o fallido y España quedará dañada por la secesión. Pero el presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), José Luis Feito, dejó en claro que, cuando dos partes que forman una sola entidad se separan, es inevitable que ambas pierdan algo.

Perjuicios

La pertenencia a la Unión Europea sería una contra para Cataluña, según plantean especialistas consultados por diario español El País. La gran mayoría de estudios sobre qué repercusiones tendría la independencia en la economía catalana toman como base una Cataluña que permanece en la Unión Europea (UE) o, por lo menos, en el Espacio Económico Europeo, que da acceso al mercado único sin necesidad de pertenecer a ese bloque supranacional.

Sin embargo, desde la BBC han advertido en muchas ocasiones que eso no sucederá. Es que si Cataluña se convierte en un nuevo Estado, deberá solicitar su ingreso a la institución y cumplir las condiciones rigurosas que esta exige. Es un proceso que demora años pero que, si se cumple, tendrá iguales beneficios. 

La moneda. El ejecutivo catalán dice que Cataluña no dejará de utilizar el euro incluso si queda fuera de la Eurozona. Como hace Ecuador con el dólar estadounidense, el gobierno catalán lo declararía moneda de curso legal para dar "seguridad jurídica a las transacciones empresariales de sus compañías". Así lo estipulan los informes elaborados por el Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), el organismo que la Generalitat creó para estudiar y diseñar el camino a la fundación de un nuevo Estado.

Feito, el presidente del IEE, aseguró que esto sería "imposible". También auguró que una Cataluña independiente nacería con una fuga de empresas y capitales que no le permitiría hacer frente a pagos como los sueldos de sus funcionarios "ni los primeros 100 días".

Al quedar fuera de la Eurozona, Cataluña perdería la red de seguridad que supone el Banco Central Europeo (BCE), que durante la crisis rescató a varias entidades españolas.

Ambos líderes, Rajoy y Puigdemont han tenido una tensa relación durante estos últimos años, debido a la serie de reclamos del líder catalán hacia el primer ministro español.

España, la gran perdedora

España también pierde a su región más rica por los millones de euros que le aporta, pero no solo es eso. También perdería una notable fuente de innovación y emprendimiento, pues Cataluña es una región que ha invertido mucho en este tipo de proyectos y ha desarrollado industrias pioneras en España.

De las 108 963 publicaciones científicas producidas por universidades españolas entre 2006 y 2015, el 25,68 % salieron de Cataluña. Le sigue Madrid, con casi seis puntos porcentuales menos (19,91 %), según los datos de la Alianza 4 Universidades. 

Con la salida de Cataluña, España perdería el puerto más importante del Mediterráneo: el puerto de Barcelona, que tiene 22 kilómetros de muelles y amarres, y en 2016 tuvo un tráfico de toneladas superior a los 48 millones. El puerto resulta clave también para el turismo: casi cuatro millones de pasajeros pasaron por ahí el año pasado. Además, cruceros como el Harmony of the Seas, el más grande del mundo, lo tienen de base.

El patrimonio cultural y turístico es clave también para el país y uno de los mayores atractivos en estos aspectos es la región catalana. España es una potencia turística y el año pasado batió récords con 75,3 millones de visitantes extranjeros, casi un 10 % más que en 2015. Pero casi una cuarta parte (el 22,5 %), tiene como destino Cataluña, que en 2016 recibió a 17 millones de viajeros foráneos, unos 4 millones menos que la región que ocupó la segunda posición: las islas Baleares. Así lo indicó el informe de la BBC. 

Por eso no es casual que el mandatario español, Mariano Rajoy, haya asegurado que impedirá que "cualquier declaración de independencia se plasme en algo",  en una entrevista al diario El País. "España va a seguir siendo España y lo va a seguir siendo durante mucho tiempo", agregó Rajoy.

Análisis desde Mendoza

En Señal U, de Unidiversidad, el analista internacional Pablo Patiño hizo un repaso histórico y analizó situaciones políticas que podrían generar diferentes consecuencias en caso de una declaración independentista por parte de Puigdemont. Mirá el video.