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21 DE NOVIEMBRE DE 2024
En la UNCUYO, hay posibilidades de acceder a un departamento. En el Centro, todo es cuestión de costos y comodidades.
Foto: Uncuyo
Unidiversidad / Ernesto Gutiérrez
Publicado el 16 DE MAYO DE 2019
Cada año, Mendoza recibe a cientos de estudiantes de cabeceras regionales, enclaves rurales y pueblos de todas las latitudes de la provincia y zonas cercanas. Las familias hacen un esfuerzo para envíar a sus hijos para que inicien la trascendental etapa de los estudios terciarios. En este marco, la UNCuyo es el principal destino para los jóvenes que pasan el secundario.
A principios del mes de marzo se reavivan los albergues, campus y edificios del micro y macrocentro mendocino con la llegada de estos chicos y chicas de entre 17 y 18 años que inician una carrera lejos de sus amigos y familias. Sin embargo, la elección de ese nuevo hogar y el presupuesto indispensable para llevarlo adelante son incógnitas que afectan a los protagonistas y a un mercado inmobiliario que fija sus reglas a lo largo de cada ciclo lectivo.
Como ejemplo, tomamos el caso de Antonella Zano, estudiante de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que vive hace un año y medio en las Residencias Universitarias con las que cuenta la UNCuyo en su campus. Esta joven buscó esa opción porque es de Ugarteche, distrito al sur de Luján de Cuyo. Para asistir a la Facultad, viajaba cuatro horas al día y debía tomar cuatro colectivos, lo que dificultaba sus estudios.
“La idea de vivir aquí surgió por una amiga que había pedido esta beca, de la cual yo no tenía conocimiento. Ella empezó a vivir acá (por las residencias) y yo pasaba tardes de estudio en su departamento. Al año siguiente, decidí inscribirme. Este es mi segundo año acá y creo que ya cumplí una etapa, el año que viene tomaré otro rumbo”, relató la joven estudiante a Unidiversidad.
Si bien los estudiantes del denominado "interior provincial" terminan arreglándoselas muy bien socialmente, el tema de la vivienda resulta complejo. Alquilar requiere buscar con quién compartir la vivienda para disminuir gastos y depositar en el o la joven estudiante responsabilidades que podrían afectar su rendimiento.
Para Sabrina Monafo, que cursa cuarto año en Trabajo Social, el motivo de estar en las residencias fue poder llevar al día la carrera. “Viajaba y trabajaba todos los días desde Rivadavia y se me complicaba un montón”. La joven expresó que comparte el departamento con cinco chicas de distintas carreras. “Este es nuestro segundo año juntas, hemos coincidido en varias cosas y el vínculo es genial”, agregó.
“Todas tenemos Progresar (beca que otorga el Gobierno nacional), pero para poder llevar el mes, ponemos todas 350 pesos, por ahora, para hacer las compras. Entre cosas, para la cena, productos de limpieza y demás, ya que en almuerzo no gastamos porque vamos al comedor de la universidad, del cual también tenemos beca. Con el tema de la plata se sufre, pero lo sabemos llevar; no pagamos alquiler ni impuestos, eso es algo bueno”, afirmó la estudiante.
Por otro lado, Facundo López, de tercer año de Ingeniería, buscó una opción fuera del campus: “Vine de Junín buscando un departamento, pero me cobraban entre 10 000 y 12 000 pesos en el Centro, les era imposible a mis viejos. Por un amigo, me enteré de un monoambiente cerca de la facultad, me cobran 6800 y me gusta. El lugar es muy cómodo y tiene ventajas: cocina, ducha caliente, wifi".
Para este joven, las residencias tienen una desventaja: "No se puede ingresar gente que no sea del campus. No podés hacer nada, muchas restricciones, un bajón. Sin embargo, las residencias son una buena iniciativa para chicos que no pueden costear un departamento”.
Estos tres testimonios grafican de alguna manera el caso de cientos de estudiantes y de sus familias, que a la hora ayudar a buscar un alquiler se hacen las mismas preguntas: ¿dónde va a vivir?; ¿estará cómodo?; ¿cuánto cuesta?; ¿es cerca de la Universidad?; ¿podrá manejarse solo? Así, pensiones y departamentos son dos de las opciones clásicas a evaluar entre los recién llegados a Mendoza, opciones que hacen que los padres suelan redoblar esfuerzos para costear una residencia con algo más de confort.
Vamos al Centro
Entre los ingresantes, un alto porcentaje busca como vivienda un departamento pequeño. En este sentido, Fernando Martínez, propietario de la inmobiliaria que lleva su nombre, explicó: “En general buscan el clásico departamento de un dormitorio y preguntan por el más económico. El alquiler promedio ronda de 6000 a 6800 pesos, dependiendo del tamaño y la zona. No se utiliza, como todo el mundo cree, el alquiler colectivo. Son individuales”.
El área que la mayoría busca es cercana al campus y a la zona céntrica, de fácil acceso a paradas de colectivos, supermercados y seguridad. “Otros jóvenes, de mayor recurso, buscan otra gama de departamentos, algo cercano a los 8000 pesos”, expresó el propietario.
Por supuesto, alquilar no es solo desembolsar una mensualidad. Aunque no se requiere de mes de depósito, sí se pide garantía propietaria. En los departamentos cuyo precio de alquiler es muy bajo, solo se pide un recibo de sueldo a modo de garantía.
“Respecto a otros años, en 2018 se mantuvo estable la demanda de los estudiantes que vienen a Mendoza y buscan una vivienda. Todos los años comienzan a preguntar y averiguar en noviembre, cierran el acuerdo en diciembre y durante enero y la primera quincena de febrero se quedan en sus casas. Ya entrado febrero vienen a estudiar”, detalló Fernando, y agregó: “Todos hacen un primer contrato por 2 años, pero la mayoría renueva y permanecen hasta que termina su carrera”.
Las becas
Desde la Dirección de Acción Social-Secretaría de Biernestar de la Uncuyo, dialogó con Unidiversidad la directora Verónica Giunchi, que nos pudo aseverar que la beca de Residencia de la UNCuyo cuenta con 70 plazas.
“Para obtener la beca, hay que realizar la inscripción en las convocatorias que anualmente realiza la Secretaría de Bienestar. Los estudiantes e ingresantes pueden postularse. La beca, además del lugar en la residencia, consta del almuerzo y una ayuda económica”, argegó la directora.
Asimismo, informó: “No hay preinscripción, todos se inscriben al mismo momento en las convocatorias correspondientes, ya sean estudiantes o ingresantes (octubre o febrero); en abril se asignan las becas y duran 2 años, sin posibilidad de renovación luego de esos dos años”.
Residencia universitaria
El predio donde se encuentra la residencia universitaria ofrece un alojamiento confortable y seguro.
Su edificio alberga en la planta superior a los estudiantes becados, mientras que las plantas bajas están destinadas a usuarios temporarios, como estudiantes y profesionales nacionales e internacionales que cursan sus estudios de postgrado o asisten a eventos educativos.
¿Quiénes pueden alojarse?
Todo estudiante de grado de la UNCuyo, menor de 30 años, que tenga una beca de residencia. Cada estudiante se aloja con cinco compañeros más.
Todos los departamentos cuentan con dormitorios con camas, colchones y almohadas, sillas, mesa de estudio, ventiladores, estufas y placares. Además, tienen servicio de wifi, teléfono y un quincho cerrado como espacio de esparcimiento común, con televisor y juegos.
Comodidades y costos
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