Llegó el frío a Mendoza y poner las estufas en condiciones puede costar hasta 40 mil pesos

Al igual que los acondicionadores de aire, los calefactores requieren un "service" antes del inicio de la temporada invernal. El precio varía según el gasista matriculado y el equipo. Para calefaccionarse a leña, el costo es mayor: una familia necesita unos 52 mil pesos por mes.

Llegó el frío a Mendoza y poner las estufas en condiciones puede costar hasta 40 mil pesos

Llega el frío a Mendoza y poner las estufas en condiciones puede costar hasta 40 mil pesos

Sociedad

Unidiversidad

Ernesto Gutiérrez

Publicado el 08 DE JUNIO DE 2023

El frío se instaló finalmente en Mendoza y las bajas temperaturas ya se hacen sentir y hasta se espera que sean bajo cero en los próximos días. Además de pensar en sacar camperas, bufandas y frazadas del placard, es momento de comprobar el estado de las estufas para garantizar que funcionen en óptimas condiciones. 

De hecho, cada vez más personas toman conciencia de la importancia de hacer el chequeo y evitar los peligros que puede implicar un desperfecto. Para eso, este año habrá que desembolsar un poco más que en 2022, ya que el costo del servicio en Mendoza parte de los 5000 pesos y puede llegar hasta los 40 mil pesos. La gama de precios es variada y depende del aparato y del profesional que haga el trabajo, entre otras cosas.

 

Estufas en condiciones 

Del mismo modo que los acondicionadores de aire, que necesitan una revisión antes de comenzar la temporada cálida, las estufas a gas deben tener un mantenimiento regular. Suelen ser las más usadas en las viviendas particulares porque son las más efectivas; sin  embargo, si sufren algún desperfecto, pueden poner en riesgo la salud de quienes habitan la casa.

Como todos los años, las autoridades sanitarias provinciales recomiendan que al arrancar del invierno, un técnico o técnica especializada inspeccione todos los aparatos domésticos que utilizan combustible: calderas a gas, calentadores de agua, hornos, estufas u hornallas de gas, secadoras a gas, calentadores a kerosén o gas, y también las chimeneas y estufas a leña.

Marcelo Guajardo es gasista matriculado y aseguró a Unidiversidad que cuando las estufas a gas se dejan de utilizar juntan polvo, grasa y otras partículas del ambiente, lo que provoca una mala combustión. "Toda esa suciedad se junta en los inyectores de los calefactores, se tapa la salida del gas y no puede realizar la combustión con el aire que toma del exterior", explicó el gasista, quien a su vez destacó la importancia de solicitar el aval a un experto matriculado al momento de realizar el trabajo en nuestro hogar.

"Deben pedirle al gasista su matrícula para saber si la certificación sigue vigente. Hay gasistas que tienen su matrícula vencida y no la renuevan. Debemos ser responsables y pedir toda la documentación en el momento. Un gasista profesional es un trabajador con matrícula que cumple con la función de instalar, reparar y controlar aparatos a gas, como así también las pérdidas en los conductos de entrada y salida del fluido, y tiene que identificarse como corresponde. Hay personas que saben hacer el trabajo, pero no están matriculadas. Por eso, debemos hacer hincapié en que la persona contratada para el trabajo sea un profesional matriculado”, remarcó.

 

Cuánto sale contratar un gasista matriculado

Si bien cualquier persona puede hacer el trabajo de limpieza y puesta a punto de las estufas a gas, siempre se recomienda acudir a un gasista matriculado, que se formó para eso y es responsable por diez años del trabajo que realice. 

"Un gasista matriculado marca la diferencia entre que ocurra una desgracia o no cada vez que comienza el invierno. Este trabajo lo puede hacer cualquiera, pero luego vienen los lamentos cuando nos enteramos de familias muertas por monóxido de carbono. Lo que  siempre recomendamos es observar el color de la llama, que debe ser de color azul. Si es amarilla, implica que hay monóxido de carbono y es fundamental el 'service' de quienes saben del tema”, argumentó Guajardo.

Existen en Mendoza asociaciones de gasistas que determinan el monto sugerido del trabajo de este profesional: la Asociación Centro de Gasistas y Afines Mendoza (Acegam) y la Asociación Gasistas e Instaladores Matriculados Mendoza (Agimm). 

El trabajo de un gasista matriculado en Mendoza ronda entre los 5000 y los 10 mil pesos para la limpieza y puesta a punto de una estufa, mientras que los trabajos que requieran mayor complejidad figuran entre 10 mil y 20 mil, incluso hasta los 40 mil pesos, dependiendo del artefacto y mantenimiento del lugar. Cabe aclarar que este precio es sin repuestos.

Por otra parte, Juan José Gil, otro gasista matriculado y miembro de Agimm, sostuvo a este medio que él prefiere regirse por los precios que establece la asociación a la que pertenece. Según él, en Mendoza, el trabajo de un gasista matriculado ronda entre los 5000 y los 10 mil pesos para limpieza y puesta a punto de una estufa.

"Está el que lo quiere aumentar y el que se mantiene en ese precio. Siempre me mantengo con esa referencia. Si hay que aumentar, es porque te encontrás con algún desperfecto más complejo y le avisás al cliente. Para la gente que busca algún gasista matriculado, en Mendoza existe un página de Ecogas donde figuran todos los especialistas de la provincia. Entre, busque según su zona e infórmese. La gente, por ahorrarse unos pesos, termina de la peor manera", indicó. 

En tanto, las instalaciones de estufas a gas nuevas parten de los 14 mil y pueden alcanzar los 36 mil pesos.

Lo cierto es que no todos los gasistas matriculados cobran lo mismo y que cada caso tiene sus particularidades. Los presupuestos son personalizados y las tareas se realizan según las necesidades del calefactor. Sin embargo, todos coinciden en la importancia de estos controles periódicos, no solo de calefactores, sino también de termotanques, calefones y cocinas, entre otros. La prevención puede evitar envenenamientos por inhalación de monóxido de carbono.

 

Cuánto sale un calefactor con tiro balanceado

Los calefactores de tiro balanceado tienen una doble comunicación al exterior, por medio de la cual toman el oxígeno del exterior y despiden los productos de combustión. Pueden instalarse en todo tipo de ambientes, inclusive baños y dormitorios.

En Mendoza, el precio de este artefacto ronda entre los 50 mil y los 70 mil pesos, con la posibilidad de abonarlos en tres cuotas sin interés en las principales casas de venta de productos para el hogar. 

Un calefactor con tiro balanceado de 5700 kcal/h cuesta entre 67 mil y 100 mil pesos, mientras que uno de 2500 kcal/h sale de 50 mil pesos en adelante. Por su parte, un calefactor 3800 kcal/h ronda los 55 mil pesos, mientras que uno de 2000 kcal/h sale 45 mil pesos como precio base.

Cuánto cuesta calefaccionarse con leña

Con el precio de la electricidad disparado, el del gas y el gasoil por las nubes y sin previsiones de descender en el corto plazo, son cada vez más los usuarios que utilizan la estufa a leña. Para muchos, este sistema de calefacción tradicional representa una alternativa más accesible a la hora de calentar sus viviendas, sobre todo si ya tienen el hogar adaptado a estos métodos de calefacción y lo único que han de hacer es comprar la materia prima combustible.

Sin embargo, la principal ventaja económica de usar leña para calentar la casa se ha ido perdiendo progresivamente en los últimos meses a medida que crece la demanda, suben los precios del transporte para llevarla a las viviendas y disminuye la disponibilidad de materia prima. ¿Ya no es tan rentable como antes usar la estufa de toda la vida? Según advirtieron comerciantes del sector, son varias las personas que, por la situación económica que afronta el país, buscan leña para calefaccionarse. 

“Aquí se perciben varias cuestiones: la primera tiene que ver con la gente que puede comprar leña y lo hace para aprovisionarse. En este segmento, te diría que la demanda aumentó. En el otro extremo, tenemos la gente de bajos recursos a la que la garrafa ya no le alcanza para calentarse. Esa es la gente que ya no vemos o se ve poco, ya que ha tenido que salir con su hacha y su sierra a buscar madera en el piedemonte o el parque. A ese panorama, se le suma el desabastecimiento de leña, principalmente de los troncos de algarrobo que provienen de La Rioja, por la falta de hachadores. Pese a esto, hay leña, solo que es 60 % más cara que en 2022”, detalló Héctor, propietario de un importante corralón de calle Lamadrid, en Dorrego, Guaymallén.

En esta época, la demanda crece: la bolsa de 10 kilos llega a los 950 pesos en las estaciones de servicio y a casi 800 pesos en los hipermercados. "Más allá de las bolsas que se pueden conseguir en cualquier kiosco, en los galpones se comercializa la leña a granel por unos 350 o 400 pesos el kilo. La diferencia radica en el tamaño del tronco. Otro de los productos requeridos son las tablitas, cuyo atado se vende a 450 pesos, y el carbón, a 300 pesos el kilo", sostuvo el propietario del corralón. Daniel Núñez, oriundo de Blanco Encalada, utiliza este recurso a diario. Afirmó que el costo para calefaccionarse este año será mucho mayor.

“Para los que usamos esta materia prima para calefaccionar, cocinar o calentar agua para bañarse, la situación se hace cada vez más complicada. El invierno pasado gasté unos 30 mil pesos de leña. En lo que va de este año, ya llevo más de 15 mil pesos. Antes, un kilo de leña costaba unos 250 pesos; hoy, sale casi el doble y más tal vez, dependiendo del corralón en el que la comprés”, remarcó. 

Lo penoso aquí es que el 31 % del total de las casas mendocinas no cuentan con gas de red. En la zona rural, este porcentaje es del 73,9 %, de acuerdo con el último relevamiento del censo 2022.

 

Consumo diario en leña

Según los comerciantes, dependiendo de las dimensiones del hogar y el tamaño del artefacto, una familia puede gastar, al menos, 5 kilos de leña por día solo para calentar dos ambientes. Es decir, más de 52 mil pesos mensuales. Como consecuencia, son muchos los que recorren fincas o parajes abandonados en busca de restos de poda.

 

Garrafa Social, una alternativa poco disponible

El programa de Garrafa Social, dependiente del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes de la provincia, tiene como objetivo garantizar el acceso a gas en tubo para las familias más necesitadas y con menos recursos. Con un precio mucho más bajo que el de la garrafa en cualquier punto de venta, cada 7, 15 o 20 días, los camiones de Desarrollo Social visitan los puntos de encuentro para venderlas a las familias que viven en las zonas más críticas y no disponen de conexión al gas de red.

“El programa ha ido creciendo durante los últimos años. En 2022 distribuimos más de 80 mil garrafas en invierno, y este año probablemente se supere esa cantidad. Es importante destacar que la garrafa en abril pasado tuvo un pequeño incremento, por lo que costará unos 1300 pesos al usuario”, destacó el subsecretario de Desarrollo Social de Mendoza, Alejandro Verón.

Más allá de este programa, la demanda siempre suele ser mayor a las garrafas disponibles, por lo que suelen quedar familias sin conseguir la suya. Para poder adquirir la garrafa social al precio subsidiado, la gente tiene que presentarse en el lugar al que llega el camión se avisa con anticipación con su documento y el certificado de la Anses que demuestra que no es empleado público. En este sentido, Verón explicó que, de acuerdo con el nivel de consumo en las zonas, se fija la periodicidad con que se programa la visita del camión. 

“En las últimas dos semanas, ya hemos recorrido 17 departamentos y hemos dispuesto unos 103 puntos de venta de la garrafa social. El camión llega a una hora que se publica, se difunde previamente, y la gente puede adquirir las garrafas que esté necesitando. Lo más normal es que la gente compre de a dos. Una garrafa para familia tipo, de cuatro personas, dura entre 10 y 15 días, teniendo en cuenta que no la utilizan solamente para cocinar, sino también para calefaccionar y bañarse”, detalló.

Para concluir, el funcionario sostuvo que en las zonas donde se mantuvieron los puntos de ventas de la garrafa social bajaron los niveles de accidentes con braseros, estufas con ladrillos y otras alternativas más riesgosas a las que se recurre para calefaccionar.

 

Cómo prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono

  • Controlar con frecuencia el funcionamiento de las instalaciones y artefactos que utilizan gas o combustible;

  • Ventilar los ambientes;

  • No dormir con brasas o llamas encendidas dentro de la vivienda;

  • No usar el horno o las hornallas de la cocina para calefaccionar;

  • Colocar el calefón en ambientes abiertos o ventilados;

  • No encender motores a combustión (grupos electrógenos) en lugares cerrados;

  • Controlar que el color de las llamas de hornallas y estufas sea azul. Si es amarillo o naranja, se puede pensar en la presencia de monóxido.

 

Síntomas

  • Dolor de cabeza;

  • Mareos;

  • Somnolencia;

  • Debilidad o cansancio;

  • Náuseas y vómitos;

  • Pérdida de conocimiento;

  • Convulsiones;

  • Palpitaciones;

  • Dolor de pecho.

En ocasiones, los síntomas se parecen a los de una intoxicación alimentaria o una gripe. En bebés, niñas y niños pequeños, produce irritabilidad, llanto y rechazo de alimentos.

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