Este mecanismo enfrenta a las dos fórmulas más votadas en esa primera instancia. Los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional establecen que un presidente asume su cargo cuando su fórmula ha obtenido más del 45 % de los votos afirmativos, o por lo menos el 40 % de los votos y una diferencia porcentual mayor a 10 puntos con respecto a la fórmula que le sigue en cantidad de votos.

En estas elecciones, el Frente para la Victoria, que llevaba al binomio Scioli-Zannini, obtuvo 36,86 % de los votos, mientras que Cambiemos, que postulaba a la dupla Macri-Michetti, alcanzó el 34,33 %. Como se ve, ninguno superó el 45 % de los votos, y tampoco logró el 40 % y una diferencia de 10 puntos, puesto que la distancia entre las dos fuerzas quedó en dos exiguos puntos y medio.

Como no se cumplen las condiciones establecidas en la Carta Magna, se realizará una segunda vuelta, que se deberá efectuar en los próximos 30 días a partir de la última elección, de acuerdo al artículo 96 de la letra fundamental argentina. La fecha elegida es el domingo 22 de noviembre y participarán las dos fórmulas a presidente y vicepresidente más votadas en primera instancia. Por último, resultará electa aquella que obtenga la mayor cantidad de votos afirmativos válidamente emitidos, tal como establece el artículo 151 del Código Nacional Electoral.