Cuáles son los desafíos que debe afrontar la nueva Ley de Educación
La virtualidad, lo remoto, lo asincrónico son parte de la realidad postpandemia. La opinión de la decana de Educación
La decana consideró que es necesario modificar la norma provincial. Foto: Pixabay
La decana de la Facultad de la Educación de la UNCUYO, Ana María Sisti, consideró necesario modificar la Ley Provincial de Educación, pero con base en un proyecto consensuado en el que se escuche la voz de todos los sectores. Dijo que la iniciativa que el Ejecutivo presentó en 2020 carece de un diagnóstico y de fundamento, y que plantea volver a un modelo de los 90, sin una mirada prospectiva.
El 18 de septiembre de 2020, el Ejecutivo dio a conocer la propuesta de modificación de la Ley Provincial de Educación, pero nunca la presentó en la Legislatura. Las razones fueron múltiples; entre ellas, las críticas que recibió desde diversos sectores, tanto por el momento poco propicio para la discusión, en medio de la pandemia, como por la letra en sí del texto.
Las autoridades modificaron el borrador original con base en las propuestas y críticas que recibieron, pero, finalmente, postergaron el debate. Ahora, la idea vuelve a cobrar fuerza, luego de que el director general de Escuelas, José Thomas, asegurara en una entrevista que concedió a Sitio Andino que insistirán con la reforma. "Cuando propusimos el debate, entendimos poco después que no era el momento, recibimos muchas críticas y hubo desinformación en el medio; intencionada, pero hubo. Lo que nosotros no vamos a dejar de hacer es proponer el debate, y este año lo haremos de nuevo", le dijo a la periodista Florencia Rodríguez.
Frente a la decisión del Ejecutivo de plantear nuevamente el debate, Unidiversidad consultó a Sisti, que consideró necesario modificar la norma. Además, compartió algunas conclusiones del análisis del proyecto original, que hicieron representantes de las seis facultades de la UNCUYO que forman docentes.
Sisti aseguró que, desde la Facultad de Educación, tienen mucho que aportar en la elaboración del proyecto. Foto: Unidiversidad
Con mirada prospectiva
¿Cree que es necesario modificar la Ley de Educación provincial?
Creo que hace falta, porque hay que avanzar en el uso de la virtualidad, de las estrategias virtuales, el trabajo de poder dar este vuelco, de decir: "Pasamos de lo enciclopédico a una enseñanza que plantee cómo me sirve esto en lo cotidiano, que yo entienda el sentido de esto", para que no sea una cuestión que guardo en mi memoria, sino que sea algo de lo que realmente me pueda apropiar. El tema de la comprensión lectora es otro aspecto: todo lo que tiene que ver con los proceso de producción y comprensión, creo que es necesario revisarlo, porque los chicos llegan a la universidad sin esa comprensión, y es grave que un adolescente no comprenda lo que lee. Por eso, es importante empezar a trabajar en una actitud crítica, no todo lo que aparece en los medios es cierto, no todo lo que aparece en las redes sociales redes es cierto, y te encontrás con adolescentes que creen que todo lo que aparece ahí es cierto. Hay chicos muy chicos conectados a un dispositivo, y están los youtubers, que empiezan a hacer estos desafíos sociales que llevan a un montón de preadolescentes a hacer cosas tremendas, entonces, tiene que haber una forma de que ellos puedan analizar las cosas. Eso tiene que ser una cuestión que podamos trabajar desde las instituciones y, obviamente, desde la familia. ¿Pensar la escuela desde un lugar donde tenés un chico que tiene abiertas en la pantalla 25 ventanas y 48 hipervínculos, y vos seguís con tiza y pizarrón? Hay algo ahí que no está.
Ustedes analizaron el proyecto de ley que el Ejecutivo presentó en 2020. ¿Contempla estos aspectos?
Lo primero que hicimos fue leer el borrador que conseguimos, porque no fuimos invitados a participar como facultad. Lo hicimos juntos las seis facultades que formamos docentes, a través del Observatorio que se generó en la Facultad de Educación. Lo que vimos fue que había un modelo que era como volver a la década de los 90 en mucha terminología, en muchas perspectivas, situaciones, y no trascendía a una educación, o al menos a una mirada de educación, más prospectiva.
¿Era una mirada vieja en lugar de plantear un nueva?
Exacto. Para mí, era repetir un modelo de los noventa hasta terminológicamente, hablando de eficacia, de eficiencia en la educación, que me parecía fuerte. Nos parecía difícil poder pensar un proyecto sin un diagnóstico de base. Creo que, para un cambio, tenés que tener un diagnóstico. En síntesis, en función de ese análisis, se marcó la necesidad de contar con un diagnóstico, en la necesidad de clarificar cuáles son los principios en los que se basa la propuesta, qué tomo como principio rector para poder decir: "Por acá vamos", y tener realmente las voces que confluyen en esa elaboración, porque no podés cerrarte y hacer una ley que salgo y la impongo. También es necesario que sea una ley pensada prospectivamente, hacia generaciones que vienen, y no una ley pensada para ayer.
¿No había un diagnóstico en los fundamentos del proyecto?
No, no hay fundamentos, es un proyecto que va derecho a un articulado, pero tampoco hay fundamentación desde donde vos te parás a hablar de esto, de cuáles son los principios que subyacen a esta ley. De pronto, te puedo decir en un artículo que entiendo la educación como un derecho, pero, cuando vas desagregando los artículos, te das cuenta de que hay algo que se contradice con eso. Entonces, creo que hay cosas para discutir fuertemente, creo que hay que revisar otras, porque también entiendo que la Ley de Educación nacional estaba en un proceso de análisis, entonces, me parece difícil poder pensar en modificar una Ley de Educación provincial si la nacional está siendo analizada, porque también está descontextualizada y creo que hay que darle un giro para poder avanzar. Me parece que también es importante escuchar a todas las voces, y no están todas las voces escuchadas en esta propuesta de ley.
Usted comentó que no fueron invitados como facultad a debatir el proyecto. ¿Por qué es importante que participen?
Nosotros queremos participar, no desde un lugar destructivo, porque creo que eso no ayuda absolutamente a nadie ni a nada. Creo que podemos sentarnos a una mesa a discutir qué vemos y cómo apoyar el proceso. No es que la Universidad lo sepa todo ni sea la dueña del saber, esa conducta de omnipotencia no la comparto, pero sí creo que hay cosas que uno puede aportar desde lo que ve, desde lo que recibe, desde las formaciones que uno tiene. Creo que podemos hacer aportes y elaborar algo interesante pensando en la educación de acá a muchos años hacia adelante.
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