"A nivel semiótico, las puestas en escena del cuerpo son ricas en significados. No solo se nos habla de cuerpos 'limpios' (depilados y sin grasa), también se acentúan las formas correctas (curvas y músculos abundantes), poses que acentúan las formas, cuerpos casi desnudos (en traje de baño) para apreciar mejor el espectáculo del cuerpo que se brinda a la mirada. Se juega con los títulos y símbolos de la nobleza (Reina, Princesa, Dama de compañía, Corte de honor, Miss, Mr.), cetros, joyas, coronas, trofeos, medallas y capas". Este fragmento del libro Cuerpos perfectos. Sociología de la construcción corporal en reinas de belleza y fisicoculturistas, de Francisco Javier Cortázar Rodríguez, forma parte de los fundamentos esgrimidos por la diputada Gloria Bidegain (FpV-Buenos Aires) para prohibir, mediante una ley, que se nombre "reinas" a las participantes de concursos de belleza.

El proyecto, que lleva la firma de su colega mendocino Guillermo Carmona, pretende regular las competencias en las que se elijan representantes de fiestas nacionales, provinciales y municipales. En su artículo 7.º, la iniciativa –que ya tiene el dictamen favorable de la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados–, establece que los responsables de la organización de estos concursos "cuidarán que los títulos y las distinciones que reciban las personas ganadoras y las prácticas que se sigan en dichos concursos, no postulen estereotipos de género, ni criterios denigratorios para las mujeres, conforme lo establecido en la Ley 26485 (Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales)".

“La violencia no empieza con el crimen, que es la forma más extrema. Comienza con la cosificación y la violencia simbólica. La movilización #NiUnaMenos demostró que estamos en un momento terrible y esta es una de las formas para propiciar cambios culturales”, dijo a Infojus Noticias la legisladora Bidegain. La diputada contó que la idea del proyecto surgió cuando la invitaron a ella y a sus pares, Luis Basterra y Juliana Di Tullio, a una fiesta popular en una provincia. “Quedamos shockeados viendo que a las chicas se las trataba como en un remate de ganado. Ahí dijimos: 'Tenemos que hacer algo' y comenzamos a trabajar en la propuesta”, relató.

De aprobarse la norma, las misses, princesas y reinas serán reemplazadas por la figura de “representantes”. No es el fin de los concursos pero sí de las coronas, los cetros y las bandas de las reinas.  “Se acaba con todo ese lenguaje monárquico”, dijo la diputada del FpV. Y detalló: “No es una prohibición sino una regulación. Estas celebraciones forman parte de las fiestas populares y de la identidad. Son motivos de orgullo. No queremos prohibirlas sino regularlas”.

El proyecto pasará ahora a la comisión de Familia de la Cámara Baja y, de aceptarse, pasará al recinto para su discusión.

Podés leer el proyecto completo aquí.