Mucho tuvieron que esperar las chicas del Lobo para poder acceder al partido que las colocaría en la final de la Copa de Oro del torneo femenino organizado por  Liga Mendocina. Ante todos los inconvenientes que surgieron del partido que les entregaba rival; esto es, del duelo que debían disputar Independiente Rivadavia y Atlético Argentino  y que mucho tardó en darse por, en principio, casos de Covid y, luego, acusaciones cruzadas que debieron resolver instancias institucionales superiores, Gimnasia esperó y esperó y por fin tuvo su compromiso en cancha y fue con resultado a favor.

En el Víctor Legrotaglie, nada más ni nada menos que a la altura de las circunstancias que merecen las futbolistas también, las Lobas derrotaron por goleada al equipo femenino del Boli y sacaron su pasaje a la final que ahora deberá esperar por el ganador de la segunda semifinal entre Godoy Cruz A y Las Pumas. Julieta Tieppo, Candela Giovarruscio (x2) y Agostina Morales (x2) marcaron para la goleada del Mensana. Antonella Ávila anotó el descuento de la visita desde el punto penal.

Justamente, Candela Giovarruscio, con trece goles anotados en su cuenta personal a lo largo de la competencia, reflexionó sobre el pasar del equipo en estos últimos meses.

Sobre el recorrido del equipo hasta instalarse en la final Candela manifestó que ya en la pretemporada habían dejado en claro que “el primer objetivo era ganar”. Siguiendo con esa idea, además, detalló: “Dentro de ese objetivo  entran un montón de cosas: dar lo mejor de cada una, mantener la unión del grupo, siempre todas siendo una, y cumplir nuestro sueño, pelear por él. Nuestro sueño es salir campeonas y desde la pretemporada nos basamos en eso”.

Largo fue el trayecto y exigente en la labor diaria, por eso es que a la hora de hacer una mirada retrospectiva la delantera analizó: “Las primeras fechas nos fue bien pero teníamos errores a la hora de definir, tuvimos que hacer varios cambios. Corregimos y estuvimos en cada detalle en los entrenamientos”. Remarcando el trabajo y sacrificio diario, a pesar de los muy buenos resultados, al equipo también le tocó pasar momentos difíciles. “Cuando perdimos contra Godoy Cruz fue una derrota dura. Fue una piña que dolió pero nos paramos y supimos dar pelea”. Por eso, es que luego afirmó: “Hoy estamos mucho más fuertes. Trabajamos mucho en las falencias que tuvimos en ese partido y lo que fuimos en ese momento no somos lo que somos hoy”.

Por otra parte, pero no menos importante, fue el hecho de tener localía, en algunas fechas, en el Víctor Legrotaglie y no en el predio que Gimnasia tiene en las cercanías del aeropuerto. Jugando en la cancha principal, las chicas vivieron una gran alegría y gratitud. “Jugar en el Víctor es hermoso, es una sensación que no se puede explicar. Estamos muy agradecidas con el club porque nos apoyan un montón. Han estado al cien con nosotras, saben lo que nos sacrificamos en cada entrenamiento”.

Respecto al rival de la final, Giovarruscio  confesó: “Si tengo que elegir mi respuesta es que venga cualquiera que vamos a darle pelea. Tal vez elegiría más a Godoy Cruz porque me gustaría demostrar que ya no somos las mismas con las que se enfrentaron aquella vez y eso quisiera demostrarlo en la cancha. El fútbol siempre da revancha y eso me deja tranquila”.

En unas últimas líneas y dialogando respecto a la demora que tuvieron que atravesar para jugar la semifinal, la jugadora sostuvo: "Queríamos jugar, nos daba un poco de bronca, pasó mucho tiempo para tener rival en semis. Pero nosotras nos concentramos en nosotras y nuestro juego. Trabajamos muchísimo y nos sacrificamos mucho para llegar hasta acá”.

Finalmente y a modo de cierre, la goleadora de las Lobas, expresó: “Estoy muy agradecida con mis compañeras por darlo todo siempre y con el club porque nos apoyaron siempre. Le agradezco también a los hinchas por siempre hacernos llegar su cariño. Esto también es de ustedes”.

Escuchá a continuación la entrevista completa.