“Hoy estamos tres pasos más cerca de las Islas Malvinas”. Así se manifestó Julio Cobos, senador nacional por Mendoza y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y de Culto de la Cámara Alta del Congreso, al informar ayer domingo 5 de noviembre sobre la recuperación de tres cartas que intercambiaron en 1767 los entonces gobernadores de Buenos Aires y de las Malvinas, Francisco de Bucarelli y Ursúa y Felipe Ruiz Puente, respectivamente.

“Excelentísimo: Son muy propios del celo de usted las disposiciones que dio a su arribo a esa Colonia para la erección de otra capilla en mejor proporción y decencia de nuestras costumbres que las encontró establecidas en el comedor de la casa destinada a la habitación de V. S. y siendo también este objeto uno de los primeros de mi atención, convengo en que se practique, y perfeccione todo lo que falte para ello a cuyo fin remito los vasos sagrados y ornamentos que constan en la relación adjunta con una imagen de Nuestra Señora de la Soledad para que se coloque y declare por Patrona de la Población con lo que satisfago la carta de usted del 29 de abril que trata de este asunto. Muchos años a Usted salve y guarde”.

Esa es la última de las tres cartas recuperadas de 1767, en la que el entonces gobernador de Buenos Aires declaraba a la virgen de la Soledad como patrona de las Malvinas. Para Cobos, “quizá sea esta la única pieza en donde se descubra el origen de nombre de la Isla Soledad, así como también la única pieza en donde se habla de que hubiera existido una virgen patrona de las Islas Malvinas”.

En la segunda carta (anterior a la citada), el gobernador de las islas le explicaba a Bucarelli de Ursúa la necesidad de levantar una capilla en Malvinas “para todo el pueblo”, porque sólo había una muy precaria, con una imagen de San Luis. Cabe recordar que el Puerto Soledad se bautizó, como Saint Louis cuando fue descubierta por los franceses.. Además, se solicita un pequeño sagrario o tabernáculo con un su copón correspondiente y una imagen de quien se considerara apropiado como patrono.

En tanto, en la primera, de las cartas recuperadas, de febrero de 1767, el gobernador de Buenos Aires le informaba a Felipe Ruiz sobre el envío de ocho prisioneros “a ración y sin sueldo” como mano de obra para la reciente gobernación de Malvinas, creada cuatro meses antes por orden de Carlos III.

Estos textos llegaron a Cobos a través de un hombre -cuya identidad se reserva- que se los acercó en un acto de conmemoración a los caídos durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, en el Congreso Nacional a fines de 2016. Luego de una audiencia, el exgobernador de Mendoza se reunió con la entonces canciller Susana Malcorra y convocaron al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que fue el organismo encargado de analizar los documentos y que determinó la veracidad de los mismos. Las cartas originales quedarán en el Archivo General de la Nación.

La importancia de la recuperación de estos documentos tiene, para Julio Cobos, dos pilares fundamentales. La primera radica en que es algo sumamente extraño la recuperación de un patrimonio histórico, cultural y político de la época colonial. Por otro lado, estas cartas reafirman el reclamo sobre el territorio malvinense y confirman la presencia del país en su época de colonia en las islas.

El próximo paso es que Cancillería decidirá cómo y en qué ocasión se va a presentar este patrimonio. Para Cobos, lo más probable es que se presente ante el Comité de Decolonización de la ONU, que se reúne anualmente.