El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, se reunirán este viernes con la directora gerente y el subdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kirstalina Georgieva y David Lipton, respectivamente, para profundizar la marcha del programa acordado entre la Argentina y el organismo.

El cónclave se realizará después del mediodía en la sede del organismo, en Washington, luego de la sesión plenaria donde los funcionarios argentinos participarán de la Asamblea Anual del FMI y del Banco Mundial.

La intención de la delegación argentina es explicar que las pautas fiscales y monetarias acordadas en el préstamo stand by fueron cumplidas, al tiempo que también se busca analizar la marcha del programa económico después de las elecciones del 27 de octubre.

Este jueves, Georgieva señaló que el organismo multilateral esperará las elecciones en la Argentina que se celebrarán el 27 de octubre para continuar con su plan de asistencia financiera. "Será muy interesante ver qué marco político tendremos", afirmó Georgieva, y destacó que en el organismo "estamos muy comprometidos y la voluntad del FMI será igual de fuerte durante mi mandato que con el de Christine Lagarde", su antecesora en el cargo.

En tanto, el ministro Lacunza manifestó, en declaraciones radiales, que "la deuda de ninguna manera es impagable, es de magnitud razonable para un país como Argentina". En ese sentido, el funcionario aclaró que en el país "no tenemos problemas de solvencia, aunque sí tenemos en este momento un problema de liquidez".

En declaraciones radiales, Lacunza explicó: "Ningún país del mundo puede sostenerse un tiempo prolongado pagando todos los vencimientos, sino que todos los países del mundo renuevan buena parte de su deuda".

"Después de las elecciones primarias al país, no le renovaron nada y eso es una situación transitoria: para cumplir con nuestros contratos y obligaciones, tenemos las reservas", agregó. Lacunza enfatizó: "La deuda argentina es de 310 000 millones de dólares, que representan el 68 % del PBI, no el 100 %. En estos cuatro años aumentó el 29 %, no se duplicó ni nada por el estilo".

Asimismo, explicó: "La variación de la deuda es la suma del déficit del período, que fue un total de 70 000 millones de dólares, a lo que se suma deuda anterior no registrada, como la de los holdouts", y recordó: "Esto es equivalente a lo que pasó en el período anterior, cuando la deuda subió el 21 %, lo que demuestra que no hubo desendeudamiento entre 2011 y 2015". "Después, cada uno hace su juicio de valor de acuerdo a qué partido pertenece, pero los números son sagrados", reflexionó el jefe de la cartera de Hacienda.

Lacunza aclaró: "La definición de este tramo del desembolso del FMI no se va a definir en esta reunión. Esta es la reunión anual del organismo, donde nosotros aprovechamos para conversar el programa económico con el FMI, en un proceso electoral".

"Buscamos que los números estén claros para que después no haya dilaciones. Tenemos la expectativa de que el desembolso sea en este año, porque Argentina cumplió con todos sus compromisos", concluyó.