En pleno siglo XXI, en el que se busca reivindicar el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, la lactancia pasó a ser un tema que lleva a múltiples reflexiones. Si bien existen evidentes beneficios nutricionales de la leche materna, muchas mujeres o encargados del cuidado infantil se ven obligados a cumplir un mandato social y son juzgados cuando no la eligen. A su vez, las políticas públicas son ineficientes y existe una gran falta de información sobre la temática.

“El amamantamiento está dentro de ciertas condiciones que se dan en la sociedad patriarcal. Hay factores que influyen ampliamente, como el mandato de que la mujer debe dar la teta, y si no la da, no es buena madre. También se exige que debe darlo todo y sacrificarse hasta el final, aunque sufra y no la pase bien”, destacó a Unidiversidad Victoria Pérez, licenciada en Sociología e integrante de la Organización de Mujeres Autoconvocadas y Organizadas por un Parto Respetado de Mendoza.

La lactancia es un proceso complejo que implica un vínculo con los bebés en el que pueden aparecer dificultades. En este sentido, el acceso a la información y las capacitaciones son necesarias para que quienes decidan afrontar este proceso lo hagan desde la elección consciente e individual.

“La lectura que hacemos las personas que trabajamos en salud es que aún falta que llegue mayor información a las mujeres en todos los centros de salud. Es necesario que se explique de manera clara qué situaciones implica la lactancia y que se destine mayor cantidad de personal hacia esas áreas. Además, como va de la mano de la salud sexual y reproductiva, es importante que se entienda que tiene que existir un deseo por parte de la mujer para ejercerlo”, comentó Pérez.

"La lactancia materna es beneficiosa para la mamá y toda la sociedad"

Al inicio de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, desde Maternidad e Infancia de la provincia no solo ponderaron lo valiosa que es la leche materna para recién nacidos. También sostuvieron que se debe trabajar en el rol de la pareja como ...

De esta manera, uno de los reclamos realizados por los movimientos feministas es promover desde las políticas públicas mayor cantidad de asesorías en lactancia o puericultura que permitan desidealizar y no sacralizar el proceso de amantar. Por otro lado, también se busca que las mujeres puedan poner en relación sus deseos con el contexto y su realidad cotidiana. “Algunas personas que trabajan en salud discriminan a aquellas mujeres que deciden no hacerlo y se las presiona para que lo hagan. De estos existen muchísimos casos, pero en realidad, tiene que ver con una decisión de la mujer sobre su cuerpo”, indicó Victoria Pérez.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, la lactancia materna favorece y fortalece la relación de afecto entre madre e hijo y protege a las mujeres contra múltiples enfermedades. Sin embargo, algunos encargados del cuidado infantil que no son personas gestantes con capacidad biológica para poder generar la lactancia quedan por fuera de ese proceso.

“Sí se puede alimentar a un bebé que no sea nuestro hijo o hija biológica y generar el vínculo de apego que se da durante la lactancia materna. Es decir, no es en sí la lactancia la que genera el vínculo, sino el deseo, la posibilidad de alimentarlo, cuidarlo y acompañarlo. Si la persona decide y puede amamantar, es muy beneficioso, pero si no puede o no quiere hacerlo, también existen leches maternizadas para la alimentación”, concluyó Pérez.

Lactancia vegana: la dieta de la madre y los riesgos para el bebé

Sociedad Unidiversidad por Unidiversidad / Fuente: Diario Página 12 / Publicado el 30 DE SEPTIEMBRE 2019 Especialista en el área de Pediatría del Hospital Garrahan observaron que, durante 2 años, en el hospital se triplicaron los casos de bebés lactantes con deficiencias neurológicas graves como apneas, convulsiones, desconexión del entorno social y retraso madurativo relacionada con la falta de vitamina B12.