Las crónicas marcan, conjuntamente o por separado, dos hechos de violencia de género vinculados con dirigentes políticos que son investigados por la justicia local. Parece una secuela del caso que obligó a Rubén Giacchi a renunciar como ministro de Salud.

Por un lado, llamó la atención la actuación del diputado peronista Mario Díaz, quien está acusado por su expareja de amenazas de muerte. El parlamentario de Guaymallén, que preside la Comisión Bicameral de Seguridad, anunció su decisión de renunciar a sus fueros legislativos si el fiscal de la causa lo requiere. La posición de Díaz está condicionada por la exigencia de sus pares, en especial del presidente de la Cámara baja, Néstor Parés, de que abandone su protección legal para responder ante el requerimiento judicial.

La actuación gestual de Diaz (se quebró mientras hacía su intervención desde la banca) hizo que llamara más la atención, desde que asumió tras ser electo y llevar adelante la campaña de Luis Lobos, el malogrado exintendente de Guaymallén.

A la par, también creció el caso del presunto abuso que denuncia una chica jugadora de rugby de 24 años a manos de un grupo de colegas varones durante una fiesta en la casa del manager de la selección Unión de Rugby de Cuyo. El evento en el que se denuncia que ocurrió el crimen fue una celebración de la obtención de un logro deportivo. En este caso están acusados seis rugbiers, además del dueño de casa. En ese grupo se encuentran un hijo y un sobrino del diputado César Biffi, jefe del bloque oficialista. Coincidentemente, se destaca que en esa misma fiesta estuvo Facundo Biffi, también hijo del legislador radical y titular de la DEIE. Por eso el fiscal de la causa ha citado a este funcionario como testigo. El parlamentario oficialista no hizo declaraciones sobre el asunto y así se mostró como la contracara de su par Díaz.

El presidente de la Unión de Rugby de Cuyo habló en MDZ Radio y anunció que la entidad deportiva se hará parte en el caso para deslindar responsabilidades.

Como antecedente político, Díaz y Biffi comparten una vida legislativa en común. Ambos fueron diputados en 1995, cuando gobernaba el peronista Arturo Lafalla. Díaz llegó a presidir el bloque oficialista y el radical se constituyó en un referente opositor, en especial en finanzas públicas.