Parecía un tema olvidado bajo las sombras del fallido intento del Gobierno por ampliar el número de miembros de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. Pero la llegada de diciembre y las urgencias de fin de año reordenaron las prioridades del Poder Ejecutivo, que ahora deberá enfocar sus fuerzas en la obtención del consenso necesario para la aprobación del Presupuesto 2018.

La Corte deberá esperar y a la bancada oficialista en la legislatura provincial le tocará la tarea de retomar el diálogo con el justicialismo y el resto de la oposición a fin de llegar a un acuerdo sobre las cuentas proyectadas por el gobernador Alfredo Cornejo para el año entrante. Si bien el principal interés del Gobierno yace en la aprobación de la toma de deuda, el eje del debate estará en los fondos destinados a obras públicas y su repartición en los 18 departamentos.

La Ley de Leyes volverá a cobrar centralidad. Néstor Parés, presidente de la Cámara de Diputados, aseguró que el diálogo con las fuerzas de la oposición será retomado "esta semana", lo cual implicará una reactivación de la negociación con los intendentes peronistas por la distrubución de las obras públicas en las distintas comunas. En realidad, es algo que se supone que ocurrirá, a pesar de Cornejo que siempre se manifestó en contra de este tipo de negociaciones.

El problema radica en los 1 918 millones de pesos que el Gobierno pretende tomar como nueva deuda en el próximo ejercicio. Para su aprobación se requiere del voto de las dos terceras partes de la cámara, un número al cual el oficialismo y sus aliados no llegarán sin el apoyo de algunos legisladores peronistas. Habrá que saber persuadir.

El PJ provincial ya jugó sus primeras cartas de intención y dejó en claro cuál es su principal preocupación. “Si hay una propuesta equilibrada de obra pública para todos los departamentos, charlaremos. Hasta ahora la obra pública se ha concentrado en el Gran Mendoza”, dijo a Los Andes el intendente de Maipú, Alejandro Bermejo. En la misma línea también se expresó el diputado Jorge Tanús, que aclaró: "Entre los diputados hay mayor predisposición a no apoyar endeudamiento, pero hay que ver si a los municipios peronistas les toca algo. Hasta ahora, hemos votado tres endeudamientos para Cornejo y no les ha tocado nada a las comunas".

Lo que más parece preocupar al peronismo no es la toma de deuda en sí, sino quiénes serán los beneficiados tras la aprobación de la misma. Se supone que gran parte del endeudamiento solicitado será volcado en obras públicas. La propuesta actual contempla gastos aproximados por 8 000 millones de pesos en materia de obra pública. Se trata de una gran cantidad de obras viales, la construcción de la nueva Cárcel Federal e inversiones en hospitales y centros de salud, entre otras. El problema es que muchos de esos proyectos están concentrados en el Gran Mendoza, gobernado en su mayoría por intendentes oficialistas. Algo que, naturalmente, inquieta a todo el arco del PJ.

El Presupuesto 2018 ya cuenta con el control de la comisión de Hacienda y Presupuesto de Diputados. El debate que viene tendrá por objeto una serie de acuerdos que, a la luz del estado de la situación actual, Cornejo intentará tensar hasta su límite de elasticidad.