Llegan USD 200 millones del BID para descarbonizar la energía en Argentina

Medio Ambiente

“En primer lugar, debemos abandonar los combustibles fósiles. Pero, más allá de eso, está la problemática que implican las emisiones de gas de efecto invernadero y el cambio de clima, que es hoy la principal amenaza socioambiental que tenemos en el planeta”, expresó.

Para Bertinat, la transición energética pasa, en primer lugar, por dejar o disminuir la utilización de combustibles fósiles, aunque existen otros aspectos que requieren más atención energética.

“Si pensamos en un proceso de transición, tenemos que pensar en lo que quisiéramos cambiar, qué es lo que vemos mal del sistema energético, entendiéndolo como algo más complejo. En ese sentido, hay que atender, por un lado, toda la temática de las fuentes, que es una condición necesaria, pero no suficiente. Otro punto es tender a utilizar cada vez menos combustible fósiles. El último y más complicado pasa por la desigualdad energética que hay en el planeta, en nuestro país, en nuestras ciudades”, detalló.

En la historia de las transmisiones energéticas, contó el investigador, la sociedad humana tuvo tres procesos de transiciones.

“Este es el primer proceso de transición energética que vamos a vivir como sociedad, en el cual vamos a un estadio en el que vamos a tener menos energía disponible porque se terminan los fósiles o porque el mismo tamaño de matriz no se podrías sostener con renovables, porque los minerales y materiales son escasos en el planeta. El tema central es que vamos a un momento en el cual vamos a disponer de menos energía y eso requiere cambios culturales, políticos, económicos y sociales para adaptarnos a una realidad con menos energía. Los cambios son fuertes pero necesarios”, selló.

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