Cuando la crisis social empeora, un nuevo movimiento político cobra fuerza, las mujeres buscan conquistar sus derechos y la igualdad, el sindicalismo y el gobierno viven en la corrupción y los militares empiezan a colmar las calles sin más intención que reprimir, nada bueno puede suceder. Este es el contexto que muestra La sombra de la ley (Dani de la Torre, 2018) en Barcelona, el previo a la dictadura del catalán Miguel Primo de Rivera y que, años después, le abriría paso al fascismo de Francisco Franco.

Netflix parece estar luciéndose más con sus películas que con sus series y La sombra de la ley demuestra este hecho: actuaciones estelares, fotografía destacada y tomas de cámara sumamente artísticas hacen de esta producción una verdadera joyita del nuevo cine español. El guion también es un elemento excepcional y estuvo a cargo de Patxi Amezcua, quien dirigió la película Séptimo (2013), en la que actuó el argentino Ricardo Darín.

La sombra de la ley o Gun city, como la llamaron en inglés, se centra en la Barcelona de la década del 20 y sus elementos: la Catedral de la Sagrada Familia alzándose; un grupo de policías corruptos; un gobierno que ya no encuentra (o no quiere encontrar) la manera de amortiguar la crisis social de forma democrática; un sector del anarquismo que dice querer justicia, igualdad y la revolución, pero no busca otra cosa que monopolizar el sindicalismo regional; clubes nocturnos con la música de charleston sonando; paros y movilizaciones de trabajadores de fábricas con salarios miserables y una élite cada vez más rica y poderosa.

En ese contexto y luego de un atentado con robo de armas del Ejército, el gobierno busca inculpar a los anarquistas, un movimiento que tomó fuerza en los años 20 tanto en España como en otros países del mundo, entre ellos, Argentina. Mientras un grupo de Policías investiga el caso, llega Aníbal Uriarte (protagonizado por Luis Tosar), de la Brigada de Información de Madrid y este personaje terminará por descubrir y revelar qué fue lo que realmente pasó en el atentado.

No es una moda

Esto ya se ha dicho: Netflix parece haber entendido que una producción sin al menos una pequeña dosis de perspectiva de género no tendrá buena recepción. En el caso de La sombra de la ley, se muestra el movimiento feminista de la época, la Segunda Ola. Si bien la película no hace foco en las sufragistas (el voto femenino en España se logró en 1931), sí lo hace en las manifestaciones pacíficas en reclamo por igualdad de derechos e igualdad de salarios, y en las represiones que sufrían las mujeres por expresarse. No, el feminismo no es una moda. La represión, tampoco.

Estrellas españolas (y una argentina)

Uno de los fuertes que tiene La sombra de la ley es su reparto. Además de Tosar, vemos a Michelle Jenner, quien ha actuado en Julieta (Pedro Almodóvar, 2016) y en la serie Los hombres de Paco (Daniel Écija y Álex Pina, 2005-2010), además de su participación en la reciente serie La catedral del mar (Jordi Frades, 2018). Por otro lado, tenemos al gran Paco Tous, quien también protagonizó la serie de Écija y Pina, además de La casa de papel (también de Pina, 2017) y, finalmente, a Jaime Lorente, a quien se lo ha visto en esa misma producción, en Élite (Darío Madrona y Carlos Montero, 2018) y en Todos lo saben (Asghar Farhadi, 2018).

Finalmente, tiene un papel secundario, pero digno de destacar, el argentino Ernesto Alterio, que ha participado en grandes producciones como Vientos de agua (Juan José Campanella, 2006) y Las chicas del cable (Ramón Campos y Gema R. Neira, 2016).