El jueves 13 de agosto, en el cine Universidad, después de un multitudinario BAFICI, se hizo una proyección especial. El proyector de esta nueva Nave Universitaria fue cómplice de la psicomagia de Alejandro Jodorowsky. El mismo cineasta declaró que su último film, La danza de la realidad, fue un acto psicomágico. ¿Pero qué es la psicomagia? Es una técnica creada y ejercida por el polifacético artista chileno. Lejos de situarse en el terreno científico, esta terapia hunde sus raíces en el chamanismo, el tarot, el psicoanálisis y el efecto del teatro. El fundamento de esta metodología se sostiene en la premisa de que el inconsciente toma los actos simbólicos como si fuesen hechos reales, de manera que un acto mágico-simbólico-sagrado podría modificar el comportamiento del inconsciente, y por consiguiente, si estuviese bien aplicado, curar ciertos traumas psicológicos.

Pero lo que realmente hizo especial esta proyección fue la presencia de Christophe Richart Carrozza, discípulo y asistente personal de Jodorowsky. Con un gran conocimiento y experiencia sobre el arte, la psicomagia, el tarot y la metagenealogía, Christophe llegó por primera vez a Mendoza. Luego de la película, Carrozza se dedicó a responder preguntas del público para ayudar a desenredar y descascarar los mensajes del último film de Alejandro. Un espectáculo con un contenido particular, de los que pocas veces podemos ser testigos.

En un intento de captar en palabras la esencia de este evento, las preguntas toman protagonismo. Antes de empezar la función de cine, Christophe, un hombre alto, con ojos gentiles y voz suave con un fuerte acento francés, nos contó, desde su lenguaje intuitivo, sobre su andar en este camino que al fin y al cabo es el de “sembrar conciencia”.

¿Cómo fue que encontraste la psicomagia y el tarot?

Fue en el año 92. Estaba bastante perdido y depresivo, así que una amiga me invitó a ver a (como lo dijo ella) “el viejito que habla de cosas simpáticas”, me dejé convencer y entré a mi primer Cabaret Místico (serie de encuentros o conferencias) de Jodorowsky. Fue algo mágico, porque justo cuando entré a la charla, él estaba hablando de mi nombre, Christoph. Ese fue mi primer encuentro con la psicomagia.

Al tarot lo encontré cuando tenía 12 años. Carrozza es mi apellido, que traducido es la carta del tarot: el carro. Lo descubrí en una ciudad que se llama Sept, que en francés significa siete, el número de la carta que es el carro. 12 años después de ese encuentro entré al Cabaret Místico, y si continuamos con los ciclos, 12 años después entré al servicio de Jodorowsky, y ahora se han cumplido otros 12 años así que no sé que pasará.

¿Cómo fueron esos años junto a Jodorowsky?

Es un genio, también es un ser humano, un maestro espiritual, son todas esas personalidades juntas en la misma persona. Como ser humano tiene sus defectos, pero como maestro espiritual es una persona muy buena, llena de bondad y generosidad. Es un artista realizado, y eso es muy importante para mí, que ahora me dedico a la búsqueda artística. Fue para mí un gran catalizador de algo en potencia que tenía adentro.

¿La psicomagia puede servirle a todos?

Sirve para quien la encuentra. Cuando algo te sirve, hay una parte de nuestro inconsciente, que se llama el supraconsciente, y tramita toda la información, toda tu realidad para que encuentres lo que estás buscando, si te es útil después la utilizas o no, es tu responsabilidad. Si la persona está buscando, necesita algo, su parte luminosa se va a meter en su camino. La psicomagia es algo fascinante, es algo muy fuerte, porque la persona que está en ese camino tiene que distanciarse de su personalidad y estar listo o lista a transformarse y encontrar cosas que el consciente seguro va a rechazar.

Llama la atención ver la cantidad de jóvenes que se acercan a estas actividades...

Después de trabajar mucho con genealogía, con los árboles, me he dado cuenta de que hay muchas personas que se encarnan ahora, que son muy fuertes y muy abiertas de espíritu. Es necesario porque cuando miramos esta sociedad humana de hoy, hay una gran necesidad de cambio, de nuevas formas de funcionar, de nuevas maneras de pensar, de portarse. Este trabajo que hago no podría tener el éxito que tiene hoy hace un siglo. Cuando hablamos del tema con Alejandro, le dije: "La psicomagia es el psicoanálisis del el próximo siglo".

¿Porqué elegiste dedicarte a esto?

Me encanta el arte, me encanta la poesía, me encanta esa forma diferente y me doy cuenta de que hay muchas personas que quieren liberarse, y hasta cierto punto me siento liberado de bastantes cosas y estoy compartiendo lo que practico. Todo se resume a esa expresión que una vez escuché de Jodorowsky que es eso de sembrar conciencia. Muchas personas sienten que algo no anda bien, y hay que cambiar, dedicándome a este trabajo las personas se sienten más aliviadas. Me gusta compartir, trabajar en público, trabajar con un grupo y que también es mi trabajo. Si piensas tu arte como una manera de hacer dinero, se pierde tu arte.

¿Es tu primera vez en la provincia?

Es mi primera vez en Mendoza, hace casi un año que estoy viajando por Argentina. Hay un potencial en este país de gente que les encanta el trabajo personal y Jodorowsky, seguramente es porque la madre de Alejandro era Argentina (risas), pero igual no existe ninguna coincidencia.

¿Qué te llevás de Mendoza?

Los árboles. Hoy vi una pintura que dice “los árboles son sagra2”. Es un buen resúmen también del trabajo con metagenealogía. Encontré esa pintura caminando por Mendoza hoy día, así que es una cosa linda, un buen símbolo.

Para más información psicomagia22@gmail.com

Autora: Paula Janín, del servicio de producción audiovisual del Cincunc