La pobreza afectó al 35% de la población durante el primer semestre del año, según estimaciones preliminares del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).  El adelanto fue confirmado al diario La Nación por Eduardo Donza, investigador de la UCA, que forma parte del equipo que realiza este sondeo hace más de 10 años.

“Durante los primeros meses de este año, los aumentos de precios de los alimentos fueron mayores al promedio general. Este proceso de deterioro de la situación social se agravó ya desde inicio de 2018 como consecuencia de la aceleración del proceso inflacionario ligado a una mega devaluación, lo cual tuvo particular impacto sobre los alimentos”, expresó el profesional.

La pobreza alcanzó el 27,3 % y la indigencia, el 4,9 % en el primer semestre de 2018

Según datos del Indec, la pobreza en Mendoza llegó al 27,9 % para el primer semestre, lo que equivale a unas 263 380 personas. La Indigencia en la provincia bajó y alcanzó el 3,8 %.

Este crecimiento del porcentaje significa que 14 millones de personas están en situación de pobreza, sobre un total de 40,5 millones de habitantes en los centros urbanos, ya que la medición no incluye a las zonas rurales del país.

Si se compara esta cifra con los datos oficiales del INDEC, para el primer semestre de 2018, las actuales significan un aumento de tres millones de personas más en situación de pobreza, ya que en ese momento el porcentaje fue de 27,3%.

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Incremento de la indigencia

Según el adelanto que brindó el investigador de la UCA, en el primer semestre también se registró un aumento en la tasa de indigencia que ronda el 7%. Estas son las personas que se encuentran en situación de extrema pobreza, es decir que ni siquiera pueden cubrir sus necesidades alimentarias mínimas.

El investigador resaltó el peso que tiene el aumento en el precio de los alimentos para los más vulnerables. “Es mucho el aumento en poco tiempo, pero hay que tener en cuenta el efecto de la devaluación, porque tenemos una economía que reacciona muy rápido con relación a la cotización del dólar. Cuando tenemos devaluaciones, que son en muchos casos bruscas, tenemos aumentos de precios que recaen sobre una población que se mueve en un mercado de trabajo precarizado”, apuntó el especialista.