Al mismo tiempo que las detenciones masivas y crecientes asesinatos de afroestadounidenses, durante las manifestaciones del movimiento Black Lives Matter, la comunidad latinoamericana también sufre la falta de derechos civiles. Un estudio recogido por el diario The Washington Post sostiene que, de las 990 personas muertes a manos de la policía en el año 2015, 494 eran blancas, 258 negras y 172 hispanas. Por lo que entre afroamericanos y latinos, se suman casi tantas muertes como las de los blancos. Estas minorías, no suponen ni el 30% de la población total esatadounidense.

Debido a que estas matanzas no generan el mismo nivel de indignación y movilización como las recientes balaceras contra hombres negros, algunos activistas latinos ya están comenzando a hacer valer su voz.“¿Por qué la comunidad no defiende con la misma fuerza a las víctimas de estos crímenes?”, dice Juan Cartagena, el presidente de LatinoJustice, un grupo de defensa legal, quien encuentra paralelismos en la relación tensa que muchos afroamericanos y latinos viven con las fuerzas del orden.

Según investigadores de justicia criminal, no hay un centro de información federal que rastree los asesinatos relacionados con la policía, por lo que es difícil llevar un conteo oficial de cuántos latinos han sido asesinados en encuentros policiales.. Incluso con las jurisdicciones que incluyen a las personas hispanas o latinas como una opción en sus estadísticas, las cifras pueden ser poco fiables. “No se sabe si las casillas de los expedientes están en lo correcto”, dice Geoffrey P. Albert,  profesor de Criminología en la Universidad de Carolina del Sur, quien añadió que la falta de una base nacional de datos es una “vergüenza nacional”.

Por su parte, Eric Rodríguez, vicepresidente de políticas públicas en el Consejo Nacional de La Raza, declaró que hay muchos incidentes de alto perfil en todo el país que por un motivo u otro, no parecen atraer la misma atención que los de aforamericanos.

Asimismo, activistas y académicos dicen que un rango de factores, enraizados en las diferencias históricas y culturales, podrían explicar por qué estos casos no han tenido un impacto nacional más significativo. Como el hecho de que la palabra hispano no denota una raza, sino una etnicidad. Además, los defensores latinos sostienen que su comunidad no tiene el mismo nivel de organización que los afroamericanos para comunicar sus preocupaciones. “Interactúan con todo el sistema de una manera muy diferente porque tienen menos derechos”, dijo Angelo Falcón, cofundador del National Institute for Latino Policy. “Hay muchos latinos que están viviendo indocumentados, bajo el radar, quienes también sufren abusos de la policía”.

Entre los múltiples asesinatos de latinoamericanos que han tomado lugar el último tiempo, se enumeran la balacera mortal contra un joven de 19 años en Fullerton, California, por parte de oficiales de la California Highway Patrol este mes de julio, lo que provocó protestas menores. Además, el asesinato de una chica de 17 años en Denver en enero de 2015 también desató manifestaciones similares. También la muerte de un hombre de 35 años en 2015 en Pasco, Washington, quien fue baleado después de lanzar piedras a oficiales de la policía, este asesinato fue captado en video, y se le equiparó al caso Ferguson, pero de la comunidad hispana.

Pedro Villanueva, el chico de 19 años mencionado anteriormente, fue asesinado en California el 3 de julio, tan solo unos días antes de la balacera en Baton Rouge, Luisiana por la que protestan desde el movimiento Black Lives Matter. El caso de Villanueva ocurrió cuando Oficiales de la California Highway Patrol siguieron al joven en su vehículo sin placas a lo largo de casi 16 kilómetros. Si bien intentaron hacer que se detuviera, Villanueva dio una vuelta en “u” y condujo en la dirección de los oficiales, quienes abrieron fuego automáticamente.