La pandemia por Covid-19 se convirtió en una situación inesperada en la historia. Sin embargo, si bien existen otras enfermedades similares, como la peste negra, algunos historiadores consideran que “lo inesperado” es recurrente en la evolución. En este sentido, en un encuentro virtual realizado en homenaje al Día del Historiador, se destacó la importancia de la perspectiva del oficio en estos procesos.

“Los historiadores no construimos la historia ni la modificamos. A veces, sucede que se reinterpretan los hechos. Sin embargo, lo que pasó, pasó. Y algunas situaciones escapan a toda voluntad humana porque son cosas que no están previstas o decididas por alguien”, expresó la historiadora María Estela Lepori.

De esta manera, así como la pandemia por COVID-19, existieron durante toda la historia distintos procesos que fueron inesperados. Para Lepori, uno de ellos fue la peste negra, y para el historiador Juan Pablo Ramis, la irrupción de las redes sociales como vehículo de cambios sociales y políticos.

Aportes académicos para pensar lo inesperado en la Historia

¿Es acaso una contradicción pensar sobre lo inesperado en la Historia? El tiempo de la Historia es el pasado, ¿puede ser imprevisible lo que ya pasó? Partiendo de esa inquietud, la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCUYO se propone reflexionar sobre la relación entre lo imprevisto y la Historia.

“Lo inesperado es justamente eso, porque no tiene su origen en voluntades o decisiones humanas. Es lo que se suele llamar el azar o destino para algunos historiadores. Existe una gran dificultad, una tentación en la historia de buscar causas y consecuencias en los hechos, de establecerlos linealmente. Lo inesperado destruye esta acción”, comentó Lepori.

En este sentido, desde la perspectiva del historiador, la cuestión del azar ha preocupado en el análisis de la historia, porque estos fenómenos han eliminado huellas fundamentales para su reconstrucción. Además, algo que es azaroso hoy, puede no serlo mañana, por esta razón, entran en juego dos factores: los tiempos históricos y los espacios sobre los que se registran los acontecimientos.

“Si ponemos un ejemplo de lo que estamos viviendo, podemos hablar sobre el coronavirus, ese enemigo invisible. Para comprender, hay que tener en cuenta al sujeto y al objeto, si no es muy fácil hablar sobre el azar. En el caso del coronavirus, esta irrupción epidemiológica tiene un efecto universal, pero también encontramos una actitud humana, y eso es lo que nos interesa a nosotros. Nunca hay que perder de vista el objetivo, que es el hombre”, indicó el historiador Hernán Silva.

Para Silva, en momentos inesperados o de azar, se deben seguir las huellas que va dejando la humanidad, aquella que se enfrenta a esa incertidumbre y toma actitudes, pasivas o activas, en relación a su angustia.

“Más allá de que sea una incidencia azarosa universal, nos toca estar presente en la diversidad como producto de la historicidad, es decir, estar en el antes, en el durante, y en el después del momento azaroso”, describió Silva.

Infografía: las epidemias más letales de la historia

La peste de Atenasazotó la ciudad de Atenas en el 431 a.C., en medio de guerras entre los griegos y los romanos, y acabó con un tercio de la población de esa ciudad.

Las redes sociales, otro ejemplo de lo inesperado en la historia

Está claro que internet ha cambiado diversos aspectos de nuestras vidas, desde la forma de escuchar música, ver cine y leer, hasta modos de comprar y pagar. Desde la entrada en vigencia de la web 2.0, el mundo cambió y las sociedades siguieron este ritmo.

“Hoy, las redes son una gran caja de resonancia donde las personas se encuentran virtualmente, incluso sin conocerse. Suelen ser espacios de apasionadas confrontaciones. Sin embargo, como dice Castells, los movimientos direccionados por redes sociales se originaron cuando nadie los esperaba”, expresó el historiador Juan Pablo Ramis.

Cuando la vida se vuelve frágil: la cuarentena reconfiguró nuestras prioridades

A nivel mundial, la cuarentena no solo nos protegió del enemigo invisible que se encuentra afuera, sino también nos hizo reflexionar sobre nuestra vida y lo fugaz de la existencia. En este sentido, algunos conceptos como libertad, apego o distancia, que en la posmodernidad parecían claros, con esta nueva situación se desdibujaron.

Aunque para Ramis no es posible conocer el devenir de los movimientos sociales en la historia, considera que el presente y el futuro no pueden construirse si no es sobre la base de la comprensión del pasado.

“La historia es imprescindible para que lo inesperado no nos tome por sorpresa, y podamos dar respuestas que se hallen a la altura de aquello que está por venir”, concluyó Ramis.