La orientación vocacional y el encuentro con el propio deseo

La coordinadora del Departamento de Apoyo al Estudiante y Orientación Vocacional de la UNCUYO, Adriana Hunau, recalcó que no hay una fórmula mágica para decidir, sino que se trata de un proceso. Brindan acompañamiento gratuito a los adolescentes y adultos que no tengan este servicio en sus escuelas.

Universidad

#30 - 2019: Odisea del estudio

Edición U

Verónica Gordillo

Publicado el 23 DE JULIO DE 2018

Hay una fantasía instalada en los chicos, en las chicas y en los adultos: que existe un test mágico que les dirá cuál es su vocación. Es solo eso, una fantasía. Quien hace la aclaración es la coordinadora del Departamento de Apoyo al Estudiante y Orientación Vocacional de la UNCUYO, Adriana Hunau, que asegura que no hay respuestas mágicas, sino un proceso de búsqueda que permite a las personas desprenderse de los deseos ajenos, escuchar los propios e identificar aquello que las definen.

Hunau habla desde el conocimiento y –sobre todo– desde la pasión por lo que hace. Es la coordinadora del único servicio gratuito de orientación vocacional de la Provincia, que brinda la UNCUYO a los alumnos del último año de la secundaria en cuyas escuelas no exista este servicio, pero también a los más grandes que no saben si eligieron bien.

Este acompañamiento a quienes buscan definir su vocación se concreta a través de talleres que duran en promedio un mes y que se realizan a contraturno del horario escolar. La demanda es enorme, por eso no van en simultáneo con las fechas de inscripción en la UNCUYO, sino que el sistema funciona todo el año.

Hunau dice que cambian las generaciones, pero no las preguntas de quienes participan en los talleres: "¿Y si me equivoco?"; "¿Hay alguna carrera corta?"; "¿Tendré trabajo cuando me reciba?", son las consultas que se repiten. El equipo de profesionales los acompaña, les brinda herramientas para su búsqueda e insiste en que se capaciten, que aún cuando no sea una carrera, hay muchas posibilidades de aprender, de desarrollar sus capacidades.

 

La búsqueda

¿Cuáles son las expectativas con las que llegan los adolescentes y adultos que participan en los talleres?

Está la fantasía instalada, tanto en los chicos y los adultos, de que hay un test que les va a indicar qué pueden hacer después de la secundaria. En realidad, eso no existe; el test es un recurso que puede ayudar, pero hablar de orientación vocacional es hablar de una situación de búsqueda, de personas en búsqueda. Si bien hay un mandato social que dice que deben elegir cuando terminan la secundaria, esto no es así. Está claro que esa es una etapa de definiciones, pero la posibilidad de elegir, diría que está abierta durante toda la vida. Nosotros los acompañamos en esa búsqueda a través de distintos recursos, pero hay algo fundamental: que los chicos se puedan apropiar, entender cuáles son sus herramientas, sus habilidades. Hay un trabajo fuerte de reflexión sobre sí mismo que se va complementando con la información de la oferta educativa, pero también con la de capacitación laboral de la UNCUYO y de la Provincia.

Ustedes proponen un proceso de reflexión. ¿Es difícil lograr eso en un mundo marcado por la inmediatez?

No es fácil, porque les proponemos un espacio para pensar, algo que no tienen en su vida cotidiana, que se piensen a sí mismos, que se busquen. Teniendo en cuenta esto es que estamos poniendo en práctica otras dinámicas, otros modos, recurrimos a las redes para que trabajen desde ahí. De todas formas, el espacio grupal sigue siendo un lugar privilegiado para pensar. Ver a otros que están en la misma situación es muy importante, la red vincular que se genera es increíble, porque en la segunda reunión ya tienen WhatsApp del grupo. Además, les proponemos actividades fuera del taller para que sean protagonistas de la información, que vayan en grupo a una facultad, que pregunten, que hablen con estudiantes.

¿La búsqueda es de los chicos y chicas o hay una imposición de los adultos?

La búsqueda le pertenece al chico o al adulto que quiere elegir, es su búsqueda. Que haya otros acompañando está buenísimo, pero la decisión es individual. Por eso es tan difícil la elección, porque el chico tiene que poder conectarse con el propio deseo y poder desprenderse de los deseos del otro, poder hacerse cargo de que tiene que complacerse a sí mismo y no a los deseos del otro.

¿Cuál es la mejor forma en que los adultos pueden acompañarlos?

Escuchándolos, acompañándolos en presencia, conteniéndolos, recibiendo sus preguntas. No es supliendo, no podés reemplazar la voz del chico, sino que hay que acompañarlo y motivarlo, pero no preguntar por él. También hay una actitud de indiferencia, soy enemiga de homogeneizar, pero hay una cierta actitud de indiferencia en los chicos, en la que también nosotros tenemos mucho que ver por la vorágine en que vivimos. ¿Cuánto tiempo les podemos dedicar? ¿Cuánto los acompañamos? No lo pregunto desde una cuestión culpabilizante, sino desde un lugar de poder pensar juntos.

 

Las mismas preguntas

¿Cuáles son las dudas que plantean en los talleres?

Hay algo que no deja de sorprenderme: cambian las generaciones, las situaciones, pero las preguntas son las mismas, porque tienen que ver con la crisis y el desconcierto propio de la etapa, y se agudizan porque hay un contexto que hace que se agudicen. Hay tres o cuatro preguntas que se repiten: "¿Tendré trabajo cuando me reciba?"; "¿Y si me equivoco en la elección?"; "¿Hay alguna carrera corta?".

¿Existen cambios respecto de la elección de carreras?

Las carreras tradicionales siguen teniendo su demanda, pero también hay mucha demanda de otras, como Policía o Enfermería, que no tienen que ver con la vocación, sino con la posibilidad de trabajo. También son muy demandadas las carreras del ITU.

¿Cuál es su definición de vocación?

El otro día les dije a los chicos que es amar lo que se hace y tener ganas de hacerlo todos los días y disfrutarlo. Creo que uno no nace con eso, se va haciendo y construyendo con la historia de vida; tiene que ver con las preferencias, con los intereses, también con las habilidades, porque si no, me frustro. También algunos chicos te dicen que ven que su mamá o su papá tienen pasión y ellos no sienten eso, porque hoy cuesta mucho la cuestión de los sentimientos, de las emociones; son contactos efímeros, transitorios, la solidez está debilitada, pero es muy difícil trabajar en lo que a uno no le gusta. Entonces sigo defendiendo que la vocación tiene que ver con aquello que me identifica, que me ayuda a ser quien soy. Nosotros insistimos en que no pierdan la posibilidad de capacitarse en algo, que no tiene que ser una carrera, porque muchos no pueden y otros no quieren. Esta realidad te acerca dos conceptos fuertes: el de incertidumbre y el de desigualdad, y te los acerca todos los días de tu vida. Le estamos pidiendo a un chico de 17 años que construya un hacer para el después en un medio que no lo está ayudando, en un contexto psicosocial y económico que no lo está ayudando ni le acerca propuestas. No podemos paralizarnos con eso, hay que estimular a los chicos a que hagan lo posible hoy, pero eso posible hoy no los determina para siempre.

 

(Recuadro 1)

Oferta gratuita

El Departamento de Apoyo al Estudiante y Orientación Vocacional de la UNCUYO brinda una oferta gratuita de talleres, información sobre las carreras de las Universidad y sobre la oferta de capacitación laboral en toda la Provincia. A continuación, el detalle de las propuestas.

* Orientación Vocacional: dirigido a estudiantes secundarios del último año. La inscripción se realiza el primer día hábil de cada mes. Si ya se completó el cupo, te ofrecen un lugar para el próximo taller.

* Reelección Vocacional: destinado a alumnos que cursan una carrera en la UNCUYO y tienen dudas sobre su elección.

* Estrategias de Aprendizaje: en este taller se brinda asesoramiento con respecto a la organización y formas de estudio.

*Ansiedades y temores: este taller está dirigido a los estudiantes que experimentan estas emociones antes de los exámenes o en situaciones de estudio.

Contacto: el Departamento funciona en el mismo edificio del Comedor Universitario (predio universitario). Teléfonos: 4494056 – 4135000, internos 4056 -2704. Direcciones de correo electrónico: orvocac@uncu.edu.ar y ahunau@uncu.edu.ar.

 

(Recuadro 2)  ///Este es el recuadrito que se puede sacar///

Un espacio preventivo

La psicóloga Adriana Hunau planteó que los talleres de orientación vocacional son, además de un lugar de acompañamiento y escucha, un espacio preventivo, teniendo en cuenta que el contacto directo con los jóvenes les permite realizar derivaciones, por ejemplo, para que tengan apoyo psicológico.

“Hay muchos chicos que no pueden elegir, no porque no sepan qué estudiar, sino porque hay otras problemáticas, otros aspectos emocionales implicados en la elección que los están trabajando. Por eso, estoy convencida de que somos un espacio de prevención”, fueron sus palabras.

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