La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció las propiedades medicinales del cannabis y lo eliminó de la lista de las drogas más peligrosas.

La decisión se tomó por mayoría simple de los 53 estados que forman parte de la Comisión de Estupefacientes, que introdujo modificaciones en lo dispuesto en la Convención sobre Drogas de 1961.

El Gobierno nacional legalizó el autocultivo de cannabis para uso medicinal

Pasaron casi cuatro meses desde aquel mediodía de 15 de julio en que el ministro de Salud, Ginés González García, y su vice, Carla Vizzotti, presentaron en privado la nueva reglamentación de la Ley de Uso Medicinal del Cannabis a referentes de la ciencia y el activismo.

En la lista de drogas, incluida en el documento de esa convención, el cannabis estaba clasificado como una de las más peligrosas, como la heroína, y se le otorgaba escaso valor medicinal. Esos dos aspectos sustanciales fueron los que se modificaron, tomando como base las recomendaciones e informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la normativa internacional, el organismo mantuvo la prohibición del consumo con fines recreativos del cannabis, por lo que seguirá consignada como sustancia “bajo control”, pero con propiedades terapéuticas.

Para lograr la mayoría simple, fueron clave los votos de los estados de la Unión Europea –con excepción de Hungría–, así como los de toda América. En contraposición, los votos negativos fueron de países de Asia y África, con excepción de India y Marruecos.   

En qué casos hay evidencia científica de los beneficios del cannabis medicinal

Diego Sarasola, psiquiatra especialista en neurociencias, habló en Radio U sobre los beneficios del cannabis medicinal en algunas enfermedades y explicó en qué casos hay evidencia científica para su uso. En el país, desde hace unas semanas, están legalizados el autocultivo y el expendio de aceites en farmacias.

Aval para la investigación

La decisión facilitará las investigaciones que están en curso en todo el mundo sobre los usos terapéuticos del cannabis, algunas de las cuales mostraron resultados prometedores para el tratamiento de algunos efectos del parkinson, la esclerosis, la epilepsia y el dolor crónico, entre otros.

Argentina es uno de los países que investiga desde hace tiempo el uso medicinal de la droga. A esto se suma que, en noviembre, el Congreso legalizó el autocultivo para uso medicinal y permitió la venta de sus derivados con fines terapéuticos.