La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó este miércoles medidas para contrarrestar "la difusión de rumores y la desinformación” en referencia al coronavirus, y consideró que todavía no es una “pandemia”, mientras que el gobierno de China instó a los países a valorar la epidemia de forma “racional" con respuestas "basadas en la ciencia”. "La difusión de rumores e informaciones inexactas es un fenómeno real con el que hay que lidiar desde el principio", dijo hoy la directora del área de preparación para urgencias infecciosas de la OMS, Sylvie Briand, según la agencia EFE.

Los casos en todo el mundo ascienden a 20 630 confirmados y la mayoría de los contagios siguen produciéndose en China, donde los muertos se elevaron al menos a 490, luego de que las autoridades de la provincia de Hubei reportaran 65 nuevos decesos ocurridos hoy, según la agencia ANSA.

En su actualización cotidiana, los datos de la Comisión Sanitaria de Hubei, provincia azotada duramente por el virus, mostró un crecimiento en las infecciones confirmadas con 3156 casos, agregó el servicio latinoamericano de la agencia italiana. En el resto del mundo, 23 países reportaron casos, aunque todavía no hay contagios confirmados ni en África ni en Latinoamérica.

Por esta razón, la OMS considera que no se puede hablar aún de una pandemia, término que se utiliza cuando una nueva enfermedad se propaga por todo el mundo. “Es una epidemia con múltiples focos e intentaremos frenar la transmisión en cada uno de esos focos”, precisó Briand.

Briand explicó, además: "Cuando hay cuestiones que todavía se desconocen –como es el caso del nuevo coronavirus–, la gente intenta llenar esos vacíos con diferentes tipos de información". También subrayó que es "una información inexacta indicar que el virus podía ser transmitido por personas sin síntomas, creando la impresión de que el virus se encuentra en el aire".

Para contrarrestar esta ola de desinformación, el equipo de OMS intenta ofrecer mensajes adaptados a las audiencias de los distintos sectores de la economía, de la agroalimentación, de los viajes y del turismo de diversos países a los que les expuso los mensajes correctos que deben hacer circular entre sus empleados y los consejos que deben transmitirles para proteger la salud.

Sobre el transporte aéreo, por ejemplo, que reaccionó severamente ante el coronavirus y varias compañías internacionales cancelaron sus viajes a China, la directora dijo que la OMS "definirá con las aerolíneas recomendaciones específicas para que su personal se sienta protegido y puedan reanudar los vuelos a China".

Briand ubicó al coronavirus como una enfermedad "entre el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave, por su siglas en inglés) y la gripe", sobre todo porque su forma de transmisión es a través de pequeñas gotas que el infectado expectora cuando tose o escupe y que pueden contaminar una superficie, donde se ignora cuánto tiempo el virus puede mantenerse activo. En una rueda de prensa, la especialista sostuvo que la Organización no tiene pruebas de que el virus esté mutando, sino que es “bastante estable”. También advirtió que circuló información errónea de que podrían usarse antirretrovirales para el VIH o tratamientos contra el ébola para tratar el coronavirus.

Con respecto a las medidas que tomaron varios países para contrarrestar el brote del coronavirus, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, criticó a Estados Unidos por haber reaccionado de “manera inapropiada” en contra de los consejos de la OMS. En los últimos días, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que “no hay ninguna razón para tomar medidas innecesarias que restrinjan los viajes y el comercio internacional”. Hua señaló que "el gobierno de Estados Unidos no nos brindó ninguna ayuda sustancial, pero fue el primero en evacuar al personal de su consulado en Wuhan, el primero en sugerir la retirada parcial de su personal de la embajada y el primero en imponer una prohibición integral a los viajeros chinos".

Tedros recordó hoy que el 99 % de los casos de coronavirus están en China y el 97 % de las muertes se registran en la provincia de Hubei: “Esto es, ante todo, una emergencia para China", dijo.