El gobierno argentino sufrió un duro revés en la OEA al no poder incorporar en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al candidato para ocupar un sitial en ese organismo, el abogado mendocino Carlos de Casas, cuestionado por varios organismos de derechos humanos.

Luego de intensas negociaciones del canciller Jorge Faurie en Washington para tratar de sumar el voto de otros países e incorporar a De Casas a la CIDH, los representantes en la OEA decidieron incorporar en el máximo organismo de control de los derechos humanos a Antonia Urrejola, de Chile, al mexicano Joel Hernández y a Flávia Cristina Piovesan, de Brasil.

Bienvenidxs a la CIDH, Comisionadxs electxs hoy por la Asamblea General de la OEA: @JoelHernandezG @totonia68 y Flavia Piovesan.

— CIDH (@CIDH)

21 de junio de 2017

En rigor, De Casas recibió un fuerte cuestionamiento de organismos de derechos humanos internacionales, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que habían objetado al candidato de Mauricio Macri para la CIDH por su supuesta "incompetencia", por la defensa a un militar retirado acusado de delitos de lesa humanidad y por la supuesta falta de conocimientos para ocupar ese cargo.

Había tres cargos disponibles para ocupar en la CIDH de un total de siete. En diciembre asumirán los que se propusieron hoy y para el reemplazo del resto se deberá esperar a 2019.

Según confiaron a Infobae fuentes calificadas de la Cancillería, tanto Faurie como la misión argentina ante la OEA hicieron denodados esfuerzos por imponer el nombre de De Casas. Finalmente, las objeciones que había recibido tanto en el exterior como en la Argentina pesaron en su contra.

De Casas es abogado, egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe), es conjuez de la Justicia Federal de Mendoza, ha sido asesor en materia penal y evaluador para el ingreso de candidatos a la Magistratura. También fue director de Asuntos Penales de Mendoza.

El Gobierno había propuesto a De Casas para la CIDH, pero no hubo consultas a la sociedad civil previo a su anuncio. La excanciller Susana Malcorra había defendido a rajatabla a De Casas como candidato para la CIDH.

Sin embargo, en Argentina, De Casas fue impugnado por organizaciones como el CELS, la Comisión Provincial por la Memoria, Abuelas de Plaza de Mayo, las CTA (Autónoma y de los Trabajadores) y Memoria Activa, entre otras. "El perfil y el desarrollo profesional del candidato no se vinculan con la defensa y promoción de los derechos humanos sino con el derecho empresarial, penal económico y tributario", advirtieron estas organizaciones en una carta que habían enviado a Malcorra y al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.

Los cuestionamientos a De Casas son por su nula trayectoria en el área de derechos humanos, además de su rol como defensor del oficial retirado Enrique Blas Gómez Saa, acusado por delitos de lesa humanidad.

Esta es la presentación que hizo De Casas ante la CIDH para apuntalar su postulación el pasado 18 de mayo: