En un marco perfecto y emocionante, la selección argentina volvió a jugar frente a su público. Después de la obtención de la Copa América, la albiceleste levantó el título con un triunfo ante Bolivia por 3-0. ¿Lo mejor del partido? El show del capitán argentino.

¿Qué más se puede decir del “10”? Si está todo dicho o por lo menos, eso creemos. Hoy Messi reafirmó lo que el mundo ve y dice hace 15 años: es el mejor de todos. El genio, el extraterrestre, el mejor del mundo, disfruta y es feliz en su país. Si Leo está bien, todo funciona alrededor.

Con 34 años, el astro argentino transita su mejor momento en el seleccionado. Hoy lo dejó claro. Suelto, liberado y sin la mochila que le cargaron durante años.

Frente a Bolivia el astro del fútbol mundial rompió una marca histórica, de más de 50 años. En el día de hoy, Lionel Messi superó al mito del fútbol, Pelé y se transformó en el máximo goleador en la historia de las selecciones sudamericanas. Nada mal. Además, ya lo dejó en el recuerdo, por qué gracias a su triplete, lleva 79 goles y contando.

Pero, eso no fue todo porque faltaba la emoción. Como nunca se lo vio al capitán, una vez que el árbitro marcó el final del partido, el “10” se quebró y entre lágrimas dijo: “Tenía muchas ganas de poder disfrutarlo. Esperé mucho tiempo esto, lo busqué y lo soñé. Es un momento único por cómo se dio después de tanto esperar”.

Y como si fuera poco, Lionel agregó: “No había mejor manera de poder celebrar que estar acá. Está mi mamá, mis hermanos en la tribuna... Ellos sufrieron mucho y hoy están acá celebrando. Estoy muy feliz”, cerro a pura emoción el capitán de la selección.

Declaraciones que emocionaron a un país y alguna que otra lágrima nos hizo rodar (no voy a mentir) nadie más que el siente la camiseta. Criticado injustamente. El amor que le tiene a estos colores no tiene explicación. Disfrutémoslo que es nuestro.

Hoy fue la noche del 10. Hoy el mejor jugador del mundo nos hizo emocionar con otra descollante actuación, como siempre nos mal acostumbró hace más de 12 años y hasta el día de la fecha nos sigue regalando esas pinceladas que nos dibujan una sonrisa en la cara.