La astrología es una forma de interpretar nuestro comportamiento, según la creencia en la influencia del movimiento de los astros. La fecha, hora y lugar de nuestro nacimiento brinda coordenadas que arrojan luz sobre el autoconocimiento. Una puesta de sol y las primeras sombras de la noche fueron el marco perfecto para conocer el interés minucioso por esta disciplina de Leandro Lacerna, un curioso sagitariano.

- ¿Crees en lo que los astros tienen para decirte?

-  No hay una respuesta muy corta. Siempre me ha llamado la atención, me ha dado curiosidad, está todo muy vinculado con la mitología griega y romana y siempre me ha parecido muy interesante esa "nerdeada". Una vez mi hermana me regaló la carta natal para un cumpleaños y la astróloga era muy piola, me dio mucha información y me gustó lo enroscada que es la astrología en todos los detalles. La profundidad que tienen las personas que estudiaron eso me convencieron, me parece que es un lenguaje muy interesante para entender, para poder hablar de diferentes temas con nombre, pero no me conmueve tanto la parte psicomágica de la cuestión. A su vez, la luna que es el astro que tenemos más cerca, es lo que controla las mareas así que evidentemente algo hace en nosotres.

Claro, me llama mucho más desde el conocimiento, es algo muy antiguo y es muy interesante el nivel de integración que maneja con la astronomía, la cual tiene más que ver con la física y metafísica. Me parece que es interesante y menos boba que otras creencias como los dioses monoteístas que me parece muy extraño.

- Se define a Sagitario como impulsivo, optimista, espontáneo, ¿pensás que eso se traspasó a tu música?

- Sí… en realidad pienso que soy más optimista de lo que creo. O sea, el disco se llama Supersad, no suena a que soy muy optimista, pero me pasó el otro día tocando en el Centro Infantojuvenil de Salud Mental. De repente toqué una que se llama escombros y dice “Quiero ser irradiador de luz, quiero salir de los escombros” y digo che esto es bastante optimista dentro de una visión medio cínica. Y el impulso yo lo tengo más como manija que impulsivo, soy una persona bastante racional, que tiene que ver con otra parte de mi carta, con unos "capris" ahí dando vuelta. Soy muy manija y puede ser que a veces me equivoque por eso, pero también pienso mucho lo que digo. Y el tercer aspecto que dijiste “espontáneo” mmm no sé…

- ¿Pensás que la flecha del centauro sale de tu boca, tus canciones, la dirección de lo que haces?

- Creo que esa flecha es la música y en realidad creo que la sigo más que lo que sale de mí. Cuando me enseñaron sobre Sagitario e hicimos la visualización me contaban que es el signo más complejo de fuego. Es un jinete que carga con información del subconsciente que vendría a ser el caballo, el consciente que es el humano y la flecha es el supraconsciente, que está más allá del entendimiento, pero que tiene una potencia tal que dan ganas de seguirla. Cuando me dijeron eso a mí me resonó mucho con la música, creo que la música es esa flecha que sigo cuando estoy perdido, cuando sé bien qué la música aparece y es una flecha luminosa a la que vengo siguiendo - no voy a decir sin pensar - y donde hay momentos en que me traspasa y me emociona mucho lo que me sucede con la música como persona que escucha. Celebro mucho el poder estar adentro de los discos, siempre fue como un sueño. Decir, bueno ‘cómo se hacen los discos’ y de repente todos los días estoy haciendo canciones y discos de otras personas, para mí esa es como la flecha a seguir.

- Otra característica de Sagitario es encontrar las oportunidades, ¿vos pensás que tenés olfato para aprovechar las oportunidades?

- Siento que no creo mucho en la suerte, en la buena o la mala suerte. Siento que esto del olfato por ahí puede ser algo más instintivo y en realidad creo más en la apertura, como estar disponible para cuando aparece cierta información. Hay veces en la que uno está como muy "blureado", está como sucio el lente, entonces no capta lo que está pasando ahí y hay momentos donde sí siento que estoy como más disponible para entender algo que está pasando a mi alrededor, ya sea que está bueno o no. También el sentido puede ser como ‘acá es momento de irse’ y creo que a veces he tenido una mezcla de suspicacia y tal vez algo de suerte.

- La Luna en Aries te hace muy impulsivo, varios planetas en Capri - Mercurio, Venus, Neptuno - ¿aprendiste a equilibrar entre el realismo y el sentido de los signos de fuego?

- Creo que la astrología es una herramienta de comunicación y de consciencia de algunas cuestiones pero con el tiempo he aprendido a que uno no es que pueda controlar los planetas o manejar todo a su antojo, tipo como “pokemones”, no sé cómo decirte. No sé si he logrado ese equilibrio, para mí fue muy interesante en realidad como estaban ahí sobre el papel algunas contradicciones muy fuertes de algunas energías mías que a veces se peleaban y cuando entendí que eran parte de mí me dejé de pelear un poco con eso. Por ejemplo yo soy mucho fuego-tierra, tengo Tauro, mucho de Capricornio y a la vez ese Sagitario y el Aries, así más “manija”. Cuando me dijeron que era ascendente en Tauro dije “uh qué embole! no quiero pensar en la plata y en lo material” y me di cuenta que venía hacía muchos años siendo una persona muy manija pero concretando mucho: “quiero vivir de la música”, “quiero producir”... Por ahí hay otras personas que son más de aire, más de flashear… a mí llega un punto en donde podemos estar… digo soy muy manija y se me ocurren muchas ideas desde la música, audiovisuales y puedo estar mucho rato hablando de eso, pensando en eso, pero en un momento me gusta concretar. Creo que me ha ayudado "esa tierra" un poco a concretar y no sentirme como mal con eso, tratar de no ser demasiado “terrenal”. La verdad es que si no podés pagar tu renta, no podés hacer música, tu cerebro está en otro lado, tenés que acomodar las cosas más mundanas, el “universo AFIP” tenerlo como en orden para estar sin esas cuestiones en el cerebro a la hora de hacer música.

- Hay una característica también de Sagitario que es la del gusto por contar historias - por ahí más divertidas que “Supersad” - pero muchas de tus canciones, no sólo en este disco tienen pequeñas narrativas. ¿Te gusta contar historias, pensás que eso también viene de los astros”?

- El arquetipo de Sagitario tiene que ver con Júpiter que es como el maestro, el filósofo, la expansión… entonces es como un arquetipo de alguien que está hablando y los demás están escuchando y está compartiendo está información. Obviamente que esto del maestro es una cuestión medio jerárquico que mucho no me divierte, pero sí suele suceder que cuando estoy trabajando produciendo, o voy a dar un taller de producción, cuando voy a una radio o estoy a veces en una juntada, me doy cuenta que soy una persona que estoy hablando y los demás están escuchando y me gusta.

Soy muy ñoño de muchas cosas, eso sí es una parte de Sagitario que medio le interesan los sistemas de creencias y entonces a mí me interesa la astrología, como me interesan los pedales, como me interesan los personajes de Dragon Ball. Me gusta mucho la ficción, veo muchas películas, series, antes leía mucho, ahora por culpa de Youtube no leo.

En los discos anteriores - “Último Reset” (2014) y “2036“ (2016) - había muchísimo de esto, de hecho “2036” es una especie de peli que me imaginé donde hay un robot doméstico que se rebela contra sus amos, en el año 2036. Una especie de peli de ciencia ficción que no pude hacer peli entonces lo hice disco. Y en “Último reset” son como historias medio oscuras, rozando más el policial negro, gente medio rota, problemas con balas. Y ahora en este disco hay narrativa, para mí toda canción es ficción igual, aunque vos estés hablando de algo que te pasó, a la hora de escribir, a la hora de cantarlo, ya lo estás ficcionando. En este disco tenía ganas de hablar de cosas que me pasaron a mí, pero siempre tiene un condimento para hacerlo más dramático, hay canciones que le faltaban un poquito de “sad” entonces le puse ahí el “sadímetro” (risas).

-¿Cuál es el límite al hecho de pensar que podés hacer todo vos solo?

- Ha sido un aprendizaje de muchos años entender cuáles son los límites. Yo creo que un poco no hay, que el límite te lo da el entrenamiento en determinada cuestión. Me pasa con la música que hay mucha gente que dice “yo soy malísimo para cantar”, y es probablemente porque la cantidad del tiempo que le dedicás es menor que la de otras personas, puede ser que haya gente que tenga una magia. Entonces, en las cosas que creo que necesito pedir ayuda, son cosas en las que no tengo ese entrenamiento, pero a la vez, es el compartir con otras personas, coproducir o lo que sea, es un aprendizaje en sí mismo. Al compartir tareas con otras personas, si sos medio curioso, medio ñoño como yo, estás siempre atento a lo que pasa. 

En un disco que se llama “101010” (2010), que fue el único en el que grabé casi todo yo, fue un poco como “tengo ganas de hacerlo, puedo hacerlo, voy a hacerlo” para probarme a mí mismo y fue justo en un momento donde se había disuelto la banda -Los Coholins- y yo estaba medio introspectivo. En realidad en mis discos siempre me ha gustado compartir, abrir a la coproducción, tener un feedback. Entonces, por más de que pudiera, porque tengo los conocimientos para hacer un disco desde el principio hasta el final, la visión de otras personas, incluso que no necesariamente estén vinculadas con la música, para mí es fundamental, es algo que me divierte mucho. En este disco nuevo hay una persona que coproduce por canción, o sea que hay diez personas diferentes, con visiones diferentes, con conceptos diferentes y lo disfruto muchísimo.

-A su vez, Sagitario también es como un signo de la libertad, ¿pensás que la vas buscando?

Sí, totalmente. Creo que eso es lo que más me resuena, de alguna manera he ido configurando, “trabajando” - diría mi ascendente en Tauro - , he ido armandola bien, luchando - ahí la Luna en Aries acompaña - para que mi vida no sea una cosa rutinaria, ni estática, ni, sobre todo, aburrida. Algo que tiene Sagitario es que le gusta mucho la vitalidad, yo me aburro fácil y me divierto fácil, pero cuando empiezo a sentir que hay cosas que se empiezan a estancar o tener una forma muy dura, muy rígida, me da como la pálida, me agoto. 

Entonces, en esto del ‘freelance’ - justo la palabra remite a la libertad - que yo haya buscado eso, tiene su costo. Ahora, en un punto, estoy más tranquilo porque vengo trabajando hace un tiempo, militando el "homestudio", pero al principio fue bastante duro porque si vas a dedicarte a la música, o tenés que tocar en vivo, o ser sesionista o si vas a ser productor trabajar en un gran estudio. Y yo pensé “quiero grabar en mi casa, esta forma me parece”, ahora está más estandarizado pero fue muy difícil. Me fui a Buenos Aires y quería seguir produciendo y por ahí muchos chicos de la banda estaban en un bar, yo a veces no tenía ni un mango pero trataba de inventarme algo, ir a un lugar, hablar con bandas y decirles “che, yo te produzco”. Pero es muy importante para mí esto de tratar de ser mi propio jefe, que también es un problema. Para mí, es importantísima la no rigidez en mi trabajo. Quiero divertirme básicamente, todo el tiempo que pueda.

- Si redactaras tu horóscopo en el diario ¿Qué te gustaría leer en “amor”, “salud” “dinero” “clave del día”?

- Verdaderamente es donde me sucede que esa parte de la astrologías la que no me atrae, la que en un punto me da un poco de risa o me suena más al chicle de Bazooka. A mí me interesan más los aspectos más generales de las personas, los procesos, el retorno de Saturno, los septenios… creo que esa superficialidad de abarcar esa astrología como inmediata, de un diario o una revista, le ha hecho mala fama a la astrología. Todo bien igual, debe ser uno de los trabajos más divertidos del mundo escribir esas cosas, pero cuando a mí me llegó la astrología desde un lado más nerd, más estudioso con todo eso, me pareció una herramienta increíble como la música. Evidentemente con la música sucede algo inmediato, alguien puede tocar tres acordes en un fogón y ya más o menos sucede pero para enroscarse hay toda una vida de aprendizaje y acá es más o menos lo mismo. Entonces me llama más ese mundo que el de la inmediatez de las revistas.

La noche cae por completo y la luna llena ya brilla en el cielo. Las luces de la urbanidad no nos permiten ver con claridad a las estrellas, pero si sabernos más resguardados en conocer un poco más de sus designios.