El 51 % de las personas migrantes perdió su fuente de ingresos a raíz de la pandemia. Es la conclusión de la primera Encuesta Nacional Migrante de Argentina (ENMA), que realizó un grupo de científicos y científicas de Conicet en alianza con más de treinta organizaciones sociales.

El grupo de profesionales, que conforman la Red de Derechos Humanos del Conicet, realizó el trabajo entre octubre y noviembre.

Los primeros resultados de la encuesta se dieron a conocer el 18 de diciembre, el Día Internacional del Migrante, una fecha establecida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). El objetivo fue reafirmar el compromiso con la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares.

“Queremos festejar este Día Internacional del Migrante difundiendo los primeros datos, porque entendemos que solo puede defenderse aquello que se conoce”, señaló la investigadora Ana Paula Penchaszadeh, que coordinó el trabajo junto a Natalia Debandi y Julieta Nicolao. Las investigadoras expresaron que, 20 años después de esa declaración y en medio de la pandemia de la COVID-19, la situación de las personas migrantes en el mundo sigue siendo desigual.

“A lo largo de los años, hemos visto cómo la desinformación y la falta de lecturas críticas y responsables de los pocos datos disponibles han favorecido la construcción de estereotipos y prejuicios respecto de personas cuya única ´falta´, en el caso de los migrantes de nuestro país, es no haber nacido en Argentina”, señaló Debandi.

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El impacto de la pandemia

Los primeros datos de la encuesta dieron cuenta de que el porcentaje de personas migrantes diagnosticadas con COVID-19 es del 5 %. Sin embargo, se estima que el porcentaje de contagios podría ser más alto, ya que a ese dato se le suma que el 6 % de las personas encuestadas informó haber tenido síntomas compatibles con la enfermedad, y el 4 % convivió con personas que contrajeron el virus sin declarar que se contagiaron.

“Cuando se analiza el impacto de la COVID-19 por origen migratorio, se observan algunas variaciones significativas: la tasa de contagios de connacionales peruanes (el 9,3 %), paraguayes (el 7,6 %), haitianes (el 7 %) y bolivianes (el 6,2 %) es mayor, en comparación con la de colombianes (el 0,5 %), chilenes (el 2 %), senegaleses (el 4,6 %) y venezolanes (el 5 %)”, señalan en los primeros datos desagregados de la encuesta, que estará totalmente procesada entre marzo y abril de 2021.

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Acceso a la ayuda estatal

Los datos iniciales mostraron que sólo 20 % de las personas migrantes declaró haber accedido al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). También en este aspecto existió un acceso diferenciado según país de origen: las personas provenientes de Paraguay, Bolivia y Perú, que integran los tres colectivos migrantes con mayor presencia histórica y numérica en el país, presentan un mayor porcentaje de IFE otorgados que denegados, es decir, son quienes han tenido “mayor éxito” en su acceso. En cambio, entre las personas provenientes de Venezuela, Senegal, Haití, Colombia, Chile y Brasil, “se observa la tendencia contraria: el porcentaje de solicitudes es llamativamente más bajo, y el nivel de rechazos, claramente superior”.

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Enfoque de derechos humanos

El enfoque de derechos humanos, que define el rasgo distintivo de esta encuesta en relación con otros sistemas de recolección de datos, se evidenció en la incorporación de un conjunto de interrogantes dirigidos a mensurar el acceso efectivo a derechos de este colectivo e identificar problemas o barreras que encuentran en la sociedad de acogida para su materialización.

Las profesionales pretenden que la  encuesta se convierta en un mecanismo complementario a la información estadística oficial disponible, teniendo en cuenta que Argentina es el país con más población migrante de todo el Mercosur.