Dos escenarios mostraron a Alfredo Cornejo en las últimas horas como actor principal, en las que demostró que esta primera etapa es árida desde lo político y lo económico. Por un lado, el mandatario estuvo en la inauguración del año judicial. Allí fue espectador privilegiado de las pericias coreográficas de las nietas del presidente de la Corte, Pedro Llorente. Por eso, en ese acto institucional –de acuerdo con la observación irónica de algunos asistentes al Salón de Actos del Palacio de Justicia–, se evidenció como nunca la “familia judicial”. La alusión viene a cuento por la actuación –inadecuada para las circunstancias– de las nietas bailarinas del titular del Máximo Tribunal de Justicia de Mendoza.

Momento llamativo en el inicio del año judicial. Cornejo y Llorente observan a una de las dos nietas bailarinas del presidente de la Corte que danza en Tribunales. Foto Gobierno de Mendoza.

De todos modos, lo que se puso en relieve a través de los discursos de los jefes del Poder Judicial y del Ejecutivo fue un contrapunto entre ambos, como si estuvieran en una reunión donde expusieron sus posiciones encontradas en cuanto al manejo de los recursos públicos y la eficiencia estatal.

En este contexto, Cornejo ratificó que no destinará más dinero para los tribunales ante el reclamo de Llorente. En cambio, le recomendó que gestione mejor su área.

Pero además, avaló la tarea del procurador de la Corte, aún cuando criticó que no era eficiente la investigación criminal. Cornejo salvó a Rodolfo González al apuntar: “No es de ninguna manera responsabilidad del procurador del Ministerio Público que no alcancemos los mejores resultados. Muy por el contrario, el procurador ha hecho un gran trabajo”. Esto lo resalta Los Andes e introduce la interna de la Corte local entre varios ministros y el jefe de los fiscales por el cuestionado fallo que restringe la aplicación de las prisiones preventivas.

La mayoría de los medios digitales e impresos destacan que el Gobernador habló de “bolsones de improductividad” cuando se refirió al Estado y, en particular, al funcionamiento del Poder Judicial.

La definición de Cornejo, que no fue muy destacada y, sin embargo, se escuchó fuerte por el ámbito donde lo dijo, fue cuando apuntó sobre la situación del aparato estatal y la inversión de los fondos públicos para sostenerlo: “Cada vez le ponemos más plata al Estado y cada vez funcionan peor los servicios básicos, como educación, salud, seguridad. Yo me he propuesto mejorar, aunque con los problemas económicos que estoy enfrentando, me está costando muchísimo empujar este elefante”.

Estado sin músculo y el faltazo de Macri

Otra declaración del mandatario que llamó la atención en el mismo sentido, pero haciendo foco en la sociedad, fue cuando habló del nivel de fortaleza del Estado provincial. “Tenemos un Estado débil y sabemos que cuando el Estado es débil, los que más sufren son los más pobres”, enfatizó el jefe de la Administración del Estado.

Por eso, desafiante, ratificó que no retirará de la propuesta salarial a los docentes el ítem “aula”. Lo pone en relieve la crónica de Unidiversidad: “Sé que va a contracultura, pero si no lo pensamos bajar y cambiamos, no vamos a seguir invirtiendo dinero en un sistema que no funciona”.

Por la noche, durante la brillante Fiesta de la Cosecha, confirmó que no vendrá el presidente Mauricio Macri a la Fiesta de la Vendimia.

La inasistencia de Macri es un dato político importante y que, sin querer, terminará dándole a la primera Vendimia de Cornejo la impronta de su gobierno, una gestión que está por cumplir tres meses. La Vendimia política, entonces, será austera en anuncios y presencias de referentes nacionales.