Las imágenes de fetos en proceso de gestación, carteles que decían: “Pesa más en tu conciencia que en una balanza” acompañado de una foto de un bebé blanco, de ojos claros, regordete, sobre una balanza. Una plataforma y sonido que envidiaría cualquier grupo de artistas y papeles rosa “rosado, porque se trata de una madre”. Ese era el panorama que contextualizaba a dos jóvenes que arengaban sobre el escenario y hablaban de “Sí, a la vida”.

Pasadas las 11 de la mañana, ya resultaba muy difícil ingresar a la Legislatura Provincial: gente agolpada en la puerta; crucifijos en la Legislatura: “Por el amor de Dios, dejen que entremos”. Otras mujeres, que también aguardaban para entrar al recinto, gritaron: “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios”. Era ya obvia la tensión que acompañaría las cinco horas que duró el debate.

Los senadores debatían la adhesión a la Guía para Abortos No punibles del Ministerio de Salud de la Nación. Tal como salió publicado en Edición Cuyo el 10 de diciembre pasado, “esta guía establece un protocolo de acción para los efectores de salud al momento de atender  a las mujeres que se encuentren en cualquiera de los supuestos enunciados por el artículo 86 del Código Penal”. Es decir, mujeres violadas, con o sin discapacidades mentales. “Se trata de una herramienta para que cualquier mujer gestante, cuya vida o salud esté en riesgo o cuyo embarazo sea producto de una violación, pueda solicitar la interrupción de ese embarazo en cualquier hospital público y recibir atención de la mejor calidad posible si así lo ha decidido”.

En otras palabras, se debatía el cómo poner en marcha un derecho que ya tiene 80 años en el Código Penal Argentino.

El debate

Se dividió el primer piso de la Legislatura: “de un lado las personas con papeles rosas, del otro aquellos que sostienen papeles verdes”, exhortó la Presidenta Provisional del Senado Miriam Gallardo. El vicegobernador, Carlos Ciurca, se encontraba de viaje desde hace un mes en Buenos Aires y retornaba a la provincia ayer a última hora.

Luego de poner el recinto en orden, ya que había constantes provocaciones de aquellas personas que se resistían a que la provincia se adecue a la ley, hacia el grupo “de verde” que sí se encontraba a favor de la Guía Técnica para la atención de Abortos No Punibles, comenzó el debate.

La primera en tomar la palabra fue la senadora Claudia Segovia (PJ). Su participación durante el debate giró en torno a una crítica constante hacia los argumentos de la implementación de la Guía por considerarla “con una fuerte carga ideológica”. Remarcó varias veces que, para la Constitución Nacional Argentina, un/a niño/a es persona desde el momento de la concepción. La senadora se mostró temerosa ante la cantidad de mujeres que pueden aprovechar esta herramienta para practicarse un aborto, más aún con “el agravante” de que es un médico el que determina si es violación o no, en lugar de la Justicia. E incluso, consideró que la Corte Suprema "se había equivocado" en el fallo sobre aborto no punible.

El segundo senador en tomar la palabra fue Juan Carlos Jaliffi (UCR), quien dio un largo discurso en el que recordó que “el aborto en Argentina está penado por el artículo 85 del Código Penal”. Jaliffi consideró que la Legislatura Provincial se encuentra “lejos de tener las facultades para que, con una acción de estas características, podamos cambiarlo. Mal nosotros podríamos discutir sobre el alcance de las figuras del aborto”. El senador radical se mostró ofendido al notar las intenciones de equipara la adhesión a la Guía con incluirlo dentro de la categoría de “abortistas”. “De rechazarse la guía quedan excluidas aquellas mujeres cuando su salud y su vida está en peligro”, señaló en su extenso discurso. “De no aprobar el proyecto estamos desobedeciendo una exhortación de la Corte. Podemos cuestionar el fallo pero no se puede no acatar el fallo”. Para concluir, el senador radical dijo: “Estamos dejando en manos de los directores de los hospitales, los médicos, la decisión de los abortos. Sin protocolo, esta situación se va a volver anárquica”.

Llegó el turno del senador Guillermo Amstutz (Unidad Popular). El senador, que está sospechado de haber formado parte de los grupos parapoliciales que, bajo la dirección de Santuccione, torturaba mujeres en situación de prostitución, no se separó mucho de la lógica de la senadora Segovia. Amstutz brindó un discurso plagado de estadísticas, que nunca dijo de dónde las había obtenido, resaltando la cantidad de mujeres que mueren por practicarse un aborto en los países donde es legal la práctica. Entre esas estadísticas, arrojó números de violaciones que desencadenan embarazos y consideró que es “mínimo el número de casos”. Una de las declaraciones más tristes del senador fue la de referirse a los abortos como “bebés desaparecidos”. Otra de las lamentables comparaciones de Amstutz, que enardeció a quienes abogaban por la adhesión al Protocolo, fue la considerar “normales” a las mujeres que no han abortado.

Las intervenciones que siguieron apelaban al dilema de si acatar o no acatar un fallo de la Corte Suprema, alegando que la Corte dictamina sobre casos particulares pero no legisla. Además se propuso, tímidamente, hacerle unas mejoras a la Guía.

Uno de los discursos más candentes fue el del senador Armando Camerucci, jefe de bloque de la UCR. "Hoy he sentido violencia y vergüenza de género, pero como género humano, cuando hablamos de mujeres normales por las que no abortaron y anormales por las que abortan. No comparto eso. Es una agresión gratuita al género humano". El senador resaltó la gravedad de que aún en la provincia de Mendoza no haya educación sexual en las escuelas, lo que provocó un silencio incómodo en la parte de “rosa” del primer piso de la Legislatura.  

Ernesto Corvalán (PD), dijo que adherir a esta iniciativa es “dar un paso hacia la legalización del aborto” y que en esa medida no está dispuesto a “quitarle el derecho a la vida a una criatura inocente”.

Por su parte Fernando Simón (PJ) manifestó que la “incertidumbre genera infinidad de casos”, haciendo referencia a las muertes por abortos. “No comparto la discusión de cuántos casos son para ver si es grave o no. Es grave. Si mandamos al archivo vamos a lograr que las mujeres más postergadas no se acerquen al Estado, que es quien las tiene que proteger. La falta de protocolo va a producir que el Estado no sepa la cantidad de casos. No podemos seguir permitiendo un Estado ausente. Estamos trabajando sobre un protocolo de la Nación. Creo que esta es la oportunidad de discutir un protocolo provincial respetando el fallo de la Corte. Les estamos negando la posibilidad de romper círculos de violencia, obligándolas a someterse a una intervención insegura”.

La lista de oradores se cerró tras el turno de la senadora Alejandra Naman (Nuevo Encuentro). Con vehemencia y convicción, la senadora resaltó: “En Argentina, el aborto es ilegal. En esta Legislatura jamás podríamos tratar la despenalización del aborto, no es nuestra competencia y no es el debate que se debe dar. El artículo 86 no dice nada respecto de una denuncia, es un delito de instancia privada. La Corte interviene frente a la gran cantidad de casos de judicialización”. Naman cuestionó la idea de considerar persona a un feto desde el momento de la concepción. Indicó además que “hay que estar al lado de una persona abusada. No existe compensación alguna a tamaña barbaridad”. “Estoy convencida de que los casos que puede haber de denuncias que son falsas, son fácilmente detectadas. ¿Van a cuestionar la ética de una mujer?”. Al escuchar la pregunta, gran cantidad de gente del sector que se oponía a este derecho contestó asintiendo con la cabeza. “Decir que una mujer va a mentir en una violación para hacerse un aborto es tremendo”, sentenció la senadora Naman.

Antes de la votación, hubo un intento de Alejandra Naman por proponer modificaciones para que quienes tenían dudas de acompañarlo lo votaran a favor, luego de introducirle cambios, pero no tuvo la repercusión esperada.

Votación

Luego del debate, llegó el momento de la votación. Previo a esto, la Presidenta Provisional del Senado, Miriam Gallardo, dejó en claro cuál es su postura: “Yo, aunque no puedo votar por estar presidiendo la sesión, quiero dejar en claro que estoy a favor de la guía de protocolo de aborto no punible”.

El resultado arrojó 20 votos en contra y 15 a favor. De esta manera, la provincia se queda sin Guía Técnica para la atención de Abortos No Punibles, dejando al azar a miles de mujeres pobres, violadas, y forzadas a llevar adelante un embarazo y convertirse en  madres, con las consecuentes repercusiones psicológicas tanto para la mujer como para el hijo devenido de una violación.

Al salir del recinto, mientras le comunicaba a un colega por teléfono la decisión de los legisladores provinciales, un cura escuchó la conversación y sonrió satisfecho.

Gente que sí, gente que no

Estos son los senadores que votaron para que Mendoza tenga guía de aborto no punible: Alejandra Naman (Nuevo Encuentro), Ricardo Pettignano (Eje Peronista), Jorge Ciafrelli (PJ), José Escoda (PJ), Ignacio Ortigala (PJ), Fernando Simón (PJ), César Biffi (UCR), Armando Camerucci (UCR), Milagros Suárez (Arturo Illia), Sergio Moralejo (UCR), Claudia Torres (PJ), Omar Dengra (UCR), Gustavo Cairo (PRO), Juan Carlos Jaliff (UCR) y Gustavo Valls (PJ Federal).

Los senadores que votaron en contra de que la provincia cuente con una guía de aborto no punible son: Leonardo Giacomelli (PJ),  Matías Stevanato (PJ), Carlos Aguinaga (PD), Ernesto Corvalán (PD), Silvia Calvi (PJ), Javier Cófano (Eje Peronista), Germán Gómez (Eje Peronista), Andrés Da Rold (PJ), Sergio Montes (PJ), Wanda Paredes (PJ), Claudia Segovia (PJ), Sergio Vendramin (PJ), Gerardo Del Río (UCR), Guillermo Simón (UCR), Daniel Vilches (UCR), Guillermo Amstutz (Unidad Popular), Néstor Márquez (Unidad Popular), Walter Sáenz (UCR), Abel José (UCR) y  Daniel Ortiz (UCR).