Los debates sobre la mecánica de la muerte del fiscal Nisman comenzaron a principios de mayo y debieron interrumpirse por viajes aparentemente impostergables que tenían planeados algunos de los especialistas que la componen.

La junta criminalísitca está integrada por 4 peritos oficiales de la Policía Federal (el perito balístico, el encargado de laboratorio, el coordinador y el médico policial) y por los criminalistas Luis Olavarría, por parte de la defensa del único imputado, y Daniel Salcedo, por parte de la querella que conduce la jueza de San Isidro y madre de las hijas de Nisman, Sandra Arroyo Salgado.

Salcedo, ex jefe de la policía bonaerense, volverá a plantear en los debates que Nisman fue llevado hasta el baño del departamento que habitaba en el piso 13 de la torre Le Parc de Puerto Madero y que, tras ser obligado a arrodillarse, una persona le disparó desde atrás; teoría a la que no abonarían ninguno de los otros peritos que sostendrían que el fiscal estaba solo a momento de su muerte.

La querella, que sostiene que Nisman murió la noche del sábado 17 de enero y no la mañana del domingo 18, desconfía de la versión del asesor informático del fiscal y dueño del arma de la que salió el disparo mortal, Diego Lagomarsino, quien declaró ante Fein que aquel sábado, pasadas las 19, vio a su ex jefe por última vez cuando le llevó una arma que él le había pedido "para guardar en la guantera del auto".

Aunque todavía no está definido, se prevé que la junta criminalística presentará un informe que represente la posición de 5 de sus integrantes -incluido el perito por parte de la defensa del imputado- y las disidencias del perito de la querella.

Cuando reciba el informe que sumará al de la junta médica -donde los peritos oficiales coincidieron con los de la defensa pero no con la querella- la fiscal Viviana Fein comenzará a analizar toda la información recavada con el objetivo de cambiar la caratula de a causa que investiga la muerte de Nisman, que permanece bajo el título de “muerte dudosa”.

La fiscal Fein le comentó a sus colaboradores que quedó “muy conforme” con el trabajo realizado por los medico legistas en respuesta a su pliego de preguntas relacionadas con la muerte de Nisman y les informó que podría hacerlo público cuando concluya su análisis sobre la causa.

Antes de cambiar la carátula del expediente a “suicidio” u “homicidio”, Fein esperará a contar con los resultados de los estudios realizados sobre los aparatos tecnológicos -celulares y computadoras, entre otros-, información que se demorará otros treinta días, según indicaron a Télam fuentes con acceso a la investigación.