El 7,6 por ciento de los votos obtenido por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores en las PASO de agosto instaló para las elecciones legislativas nacionales la posibilidad real de que Mendoza aportara un diputado de izquierda al Congreso de la Nación. Pero también la posibilidad, hasta hace horas inexistente, de construir una fuerza socialista con arraigo y representatividad en los concejos deliberantes de varios departamentos de la provincia, y además ingresar a la Legislatura Provincial con una bancada que exceda el voto solitario. La necesidad de casi doblegar aquel porcentual para alcanzar la elección de Nicolás Del Caño como diputado nacional fue resuelta con creces por el FIT, militando las propuestas y el voto. El 14,03 por ciento logrado impidió a Omar Félix, segundo candidato por el Frente para la Victoria, renovar su cargo, y dejó al justicialismo local ante una de sus peores crisis. También dejó casi en la marginalidad a expresiones de derecha que hasta hace poco no bajaban de los dos dígitos en el porotero democrático.

Las expectativas en el local del FIT, la Casa Cultural y Socialista Karl Marx, en la Cuarta Sección, se mantuvieron hasta que Nicolás Del Caño confirmó la tendencia irreversible. En vilo, más de cien personas alentaron, se preocuparon y finalmente festejaron a las 22.15, cuando el electo diputado nacional, en plena calle confirmó los resultados: Mendoza obtenía en el Congreso “un representante de la juventud y los trabajadores”. La carga progresiva –o sugestiva– de los datos, la paridad respecto a los votos que en proporción sacaba –o no– el FPV, lo ajustado de las cuentas, dilataron la incertidumbre. Pero el optimismo redundaba en las banderas ondeantes del Partido de los Trabajadores Socialistas y del Partido Obrero, en los cánticos y el aguante. Soledad Sosa, segunda candidata a diputada nacional y una de las referentes principales de la campaña explicó:

“Arrancamos con la rebelión popular de 2001, con las asambleas, tras el gobierno de la Alianza. Allí se abrió una etapa histórica de movilización que el kirchnerismo vino a cerrar, cooptando los derechos humanos, cooptando a las organizaciones sociales. Eso ha llegado a su límite. Y ese límite se expresa en haber nombrado a César Milani al frente del Ejército, en haber embargado un tercio del presupuesto nacional para pagarle a los fondos buitres, en el acuerdo YPF-Chevron. Esto nos genera la responsabilidad de responder y entregar lo mejor de nosotros. Somos jóvenes, somos los compañeros de Mariano Ferreyra, los que venimos del argentinazo del 2001”.

A las 22.15 Nicolás Del Caño se acercó a los militantes que desbordaban la calle, se presentó a la sociedad mendocina, agradeció “a los mil compañeros y compañeras que se ofrecieron como fiscales para sostener este resultado ante las maniobras de los partidos tradicionales”, reiteró denuncias contra la clase política y enunció los proyectos por trabajar urgentemente, tanto a nivel nacional como local, contra la precarización laboral, la minería contaminante, por las demandas de los trabajadores, las mujeres y los jóvenes.

La convicción del electo diputado, el compromiso sincero de quienes por trayectoria política o por curiosidad reciente integran el frente, y los cimientos de una construcción a la vez intuitiva y organizada, ilusionan a quienes buscan nuevas alternativas en el sistema político vigente. Y si bien el “fenómeno” de la izquierda emergente agranda su base con otros resultados electorales del país, no ancla ese devenir en los vigentes años de gobiernos populares en la región.

Para Martín Dalmau, flamante diputado provincial, “se ve un ascenso de la izquierda a partir de la crisis global del capitalismo. La rebelión de masas en España, la movilización de los estudiantes en Chile, la rebelión popular en Brasil y en todo el mundo se expresan en Mendoza y en el país a través de los votos. El crecimiento a tasas chinas del que se vanagloria el kirchnerismo se ha montado sobre una explotación laboral feroz. Entonces, queremos combatir el trabajo esclavo para que la crisis la pague el capitalismo”.

Noelia Barbeito, profesora de historia, asumirá como senadora del FIT en la Legislatura Provincial. En Diputados la acompañarán Martín Dalmau, Cecilia Soria y Héctor Fresina. Únicamente en el sur provincial el FIT no obtuvo representatividad. Sin embargo, por su desempeño en el Gran Mendoza, disputó de cerca con el FPV y consiguió seis concejales en seis distritos clave: San Martín, Luján, Maipú, Las Heras, Guaymallén y Godoy Cruz. Salvo Godoy Cruz, las demás intendencias están conducidas por figuras fuertes del oficialismo, cuya baja tracción de votos en las elecciones primarias se ve ahora cristalizada en las propias filas.

Según Barbeito, esto se explica porque “hay algo que no encontraba su canal, los trabajadores quieren a Del Caño porque habla de sus problemas. Eso es nuevo, para la referencialidad de izquierda es significativo. La izquierda empieza a tener un lugar importante que venía ganando en las calles, en las fábricas, en las facultades, pero no se visualizaba a nivel electoral. Ahora eso empezó a cambiar, a emerger electoralmente, no como un puesto sino como una voz que crece para ampliarse, como espacios de denuncias y de movilización. Queremos construir proyectos, visualizar problemáticas, promover leyes, todo lo que tenga que ver con lo que surja de abajo. En Mendoza, esto es sorpresivo porque siempre se dijo que es conservadora. Los conservadores son los partidos políticos, no los de abajo. Algo está pasando. Y no solo electoralmente”.