Ariadna Garnier, la joven más conocida en estos días como la nieta 126, finalmente conoció a su abuela, Blanca Díaz de Garnier. Fue en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, donde la hija de Violeta y Edgardo encontró sus raíces.

A través de las redes sociales, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo compartió la imagen que retrató el encuentro producido este fin de semana. 

"Felicidad, amor y recuerdos acompañan el día de encuentro. Cada nueva anécdota sobre sus padres desaparecidos reconfigurar su #IdentidadEnConstrucción hoy más que nunca. Adriana descubre que ama a los perros como su padre; que no le gusta ir a bailar como a su madre y que también heredó de ella ese carácter firme y alegre. La pera angulosa, está a la vista, es de su abuela Blanca #BienvenidaALaVerdad", expresó Abuelas.

La #Nieta126, hija de Violeta Ortolani y Edgardo Garnier, conoce a su #Abuela Blanca Díaz de Garnier en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Felicidad, amor y recuerdos acompañan el día de encuentro. Los rasgos de la nieta toman sentido en los de su abuela. #BienvenidaALaVerdad pic.twitter.com/dkeOS9sMwW

— Abuelas Plaza Mayo (@abuelasdifusion)

10 de diciembre de 2017

"Me parezco a los dos, pero más a mi papá por la cara alargada y delgada, con orejas grandes, pero también a mi mamá por los ojos negros y las cejas pobladas", relató Adriana en declaraciones a radio Splendid recogidas por Infonews.

Y agregó: "Mi padre era fanático de Independiente y mi mamá de crianza me había regalado un osito con las iniciales C.A.I. (Club Atlético Independiente) que yo guardé y traje a mi abuela".

Sobre el cambio que se produjo en su vida a partir de la confirmación de que era hija de desaparecidos, Adriana destacó que antes "vivía en la incertidumbre y con muchas preguntas sobre mi mamá".

La nieta 126: \Estoy plena\

Su abuela es Blanca Díaz de Garnier. Sus padres están desaparecidos. Su mamá, Violeta Graciela Ortolani, fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976, con ocho meses de embarazo.